- Los bonos de carbono ya superaron los mil millones de dólares, en los próximos años valdrá más, hay mucha demanda
- Los estados deben promover el mercado de carbono desde ahora para que no afecten las exportaciones tras iniciativa europea
Un bono de carbono es un modelo económico contemplado en el protocolo de Kioto que está enfocado en financiar aquellos proyectos que promuevan acciones para disminuir los gases de efecto invernadero; es decir, una empresa que realice actividades con altas emisiones de carbono debe pagar a propietarios de zonas verdes para que los protejan; básicamente: los que contaminan, pagan; los que limpian, cobran.
El presidente estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Manuel Ávila Hernández, señaló que han tenido reuniones con la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedec) para que las empresas de Aguascalientes puedan obtener un certificado de huella de carbono y capacitar a empresas consultoras en el tema.
Señaló que para que puedan obtener ingresos mayores se necesita áreas verdes extensas, pero no todos los árboles arrojan la misma cantidad de oxígeno a la atmósfera.
“Aunque hoy un bono de carbono cuesta 150 pesos, este mercado ya superó la barrera de los mil millones, ¿cuánto valdrá este mercado en cinco o 10 años?, ¿cuánto valdrá un bono verde en ese entonces? Además, esto es una transacción que se pudiera hacer con cualquiera en el mundo, entre países, pero el tema es que no hay proyectos suficientes, hay una gran demanda”, explicó.
El representante estatal de Coparmex también señaló que se debe tomar medidas preventivas en toda empresa mexicana que se dedique a la exportación. Informó que este año el Parlamento Europeo votará un proyecto de reglamento para luchar contra la deforestación importada, es decir, los productos importados de zonas deforestadas no podrán comercializarse en dicho continente y por lo tanto afectará a los países que importan productos como carne, soja, cacao, entre otros productos que se pondrán a debate en dicha cámara. Se prevé que esta norma entre en vigor hasta 2024.
Advirtió que esta iniciativa podría replicarse en varios países, e incluso podría pasar que, para exportar autopartes, se necesite tener un certificado sobre bajas emisiones de carbono.
Resulta indispensable que las empresas locales exportadoras tomen medidas preventivas para que no se vea perjudicada la industria y se debe establecer medidas regulatorias. “Varios estados ya están trabajando con estas iniciativas, quieren desarrollar sus propios mercados de carbono para que, cuando llegue este cambio regulatorio, estemos blindados”, comentó.