En sesión de 9 horas, no se desahogaron ni las votaciones del orden del día
Se habían subido los 28 dictámenes; convocaron para desahogarlos el miércoles
En la que fue a la fecha la sesión más larga e improductiva de la LX Legislatura, se frenó el intento de albazo que las comisiones de gobierno y de vigilancia pretendieron dar ayer, al incluir en el orden del día, como La Jornada Aguascalientes lo adelantó ayer, los 28 dictámenes con las cuentas públicas de gobierno del estado, los 11 ayuntamientos y los organismos autónomos de la entidad cumplir con los requisitos que la propia Ley Orgánica del Poder Legislativo (LOPL) y sin que las conocieran, según ellos mismos aseguraron, los diputados que no pertenecían la comisión de vigilancia.
La sesión de este jueves duró poco más de nueve horas, de las 11:35 hasta las 20:40 y en ella no se llegó ni a la votación del orden del día. Se declaró clausurada y se convocó a otra a celebrarse el próximo miércoles.
Había sido convocada a las 11 horas; sin embargo, la primera sesión plenaria celebrada después de los comicios del 4 de julio comenzó a las 11:35 de la mañana y apenas cinco minutos después fue declarado un receso hasta las 7 de la noche, a fin de satisfacer las quejas de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) y algunos diputados de minoría, que aseguraban que los dictámenes no habían sido subidos ni dados a conocer al resto de los legisladores con 24 horas de anticipación y calificaban el hecho como un “pago de factura” al gobierno del estado por apoyar al Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso.
“Es sorteable esta situación y nosotros podemos darles satisfacción en eso”, anunciaba Alberto Solís Farías, presidente de la comisión de vigilancia y la mesa directiva en turno, antes de ingresar al salón de sesiones, criticando que los legisladores de oposición “primero se quejaban de que sacábamos la cuenta en período electoral y nosotros estábamos golpeteando políticamente. Quitamos esa cuestión política y se la dejamos técnica al Órgano Superior de Fiscalización y ahora se establece que es un pago de favores”.
Reanudada hasta las 19:45 horas, la votación del orden del día con esos 28 puntos fue interrumpida por la intervención del legislador del partido Convergencia, Juan Manuel Flores Femat, presidente de la comisión de reglamentos y prácticas parlamentarias, para solicitar que se clausuraran los trabajos “considerando que el orden del día fue aprobado a las 14:40 horas del día de ayer (antier) y que los dictámenes que conforman los asuntos a tratar en la presente sesión fueron enviados a los diputados a partir de las 18 horas con 30 minutos también del día de ayer”.
Flores Femat había asegurado desde la mañana que la sesión era ilegal porque violaba el artículo 136 de la LOPL, donde se establece que “ningún asunto será puesto a debate y votación si el dictamen respectivo no fue entregado a los diputados con 24 horas de anticipación a la instalación de la sesión” en la que se busque presentarlo al pleno.
Añadió que, pese a haberse decretado el receso antes del medio día, “el presidente de la mesa directiva instaló la sesión, declarando ese receso puesto que se analizó el quórum de ley y se declaró existente”, por lo que aún continuándola, los “vicios de origen” prevalecerían.
El representante de Convergencia había adelantado su voto con observaciones en las cuentas públicas de gobierno del estado, con un monto similar a los mil millones de pesos de acuerdo a lo dicho por Solís Farías, y en varios de los ayuntamientos, asegurando que “dormí yo creo media hora” por haber intentado leerlos todos.
Mientras tanto, el diputado Guillermo Román, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) afirmaba que “no voy a votar a favor algo que desconozca, lo voy a votar en contra”, refiriéndose tanto al orden del día como a los 28 dictámenes.
Después de Juan Manuel Flores, intervino el panista Jaime Gallo, para sumarse a la propuesta de clausurar la sesión, presentando el argumento de que en la comisión de vigilancia “no se cumplieron las formalidades correspondientes” para considerar avalados los documentos a votar.
Por el contrario, Solís Farías aseguró que el panista Antonio Martín del Campo tiene “dos sesiones donde no nos pudo acompañar y, lógicamente, el día de ayer se presentaron los dictámenes para su firma y con los comentarios pertinentes y no hicieron ninguno, por lo tanto creo que son tres, cuatro meses, tiempo suficiente para hacer el análisis de los mismos”.
Por su parte, Roberto Padilla Márquez propuso pasadas las ocho de la noche que se declarara un nuevo receso para que la mesa directiva, en facultad de hacerlo, debatiera y determinara si continuaba con la sesión, ante el peligro de que fuera declarada inconstitucional o la daba por terminada, convocando a otra con el mismo orden del día.
La bancada del PRI se reunió antes de la sesión en otro salón del Congreso, encuentro en el que, trascendió, hubo desavenencias entre sus integrantes que motivaron esta postura.
Así se hizo y mientras Solís Farías, Gallo Camacho, Román Esqueda, Beatriz Santillán Pérez y Esther Hernández López se encerraron en la cocina de palacio legislativo para tomar la decisión, la bancada del PRI se dividió en pequeños grupos para hacer lo propio en tanto que la den PAN se mantuvo reunida para esperar la resolución, pues ya de antemano tenían pensado abandonar el recinto y no emitir voto alguno.
Fue pasadas las 20:30 horas que los miembros de la mesa directiva hicieron la declaratoria de cierre de sesión y convocaron a una nueva para el próximo miércoles.
Gallo Camacho afirmó en tribuna que los dictámenes contienen observaciones relativas al “ejercicio de mil 500 millones de pesos del gobierno estatal, del Plan Estratégico Sur, los recursos asignados al club Necaxa, los recursos destinados al SUBSEMUN por el ayuntamiento de la capital, desvío de 30 millones de pesos por el ayuntamiento, el cómo CCAPAMA se ha utilizado como caja chica para las campañas” y fue interrumpido para declarar el segundo receso.