El próximo año, en la boleta para elegir al sucesor de Martín Orozco Sandoval en el Gobierno del Estado sólo habrá tres candidatas o candidatos, a quien seleccione el Partido Acción Nacional, el del Movimiento de Regeneración Nacional y al que elija Movimiento Ciudadano, como si sólo hubiera tres opciones políticas en Aguascalientes; aunque participará un número mayor de partidos, ya decidieron que no vale la pena el esfuerzo de presentarse como alternativa y prefieren plegarse ante las organizaciones que, supuestamente, representan a la oposición a la Cuarta Transformación o al grupo afín a la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Supuestamente porque la coalición PAN-PRI y PRD, en Aguascalientes, desde siempre ha estado en el poder, los dos primeros partidos han tenido gobernadores representando a Acción Nacional o al Revolucionario Institucional, en esta entidad, la alternancia se ha reducido al cambio entre estas dos organizaciones, mientras que el de la Revolución Democrática hace mucho renunció a representar a la izquierda y está acostumbrado a recibir cierto número de posiciones en los gabinetes a cambio de callar vergonzosamente ante las diferencias ideológicas que tienen con los del blanquiazul.
En las elecciones recientes, a pesar de haber perdido algunos municipios, Acción Nacional ha logrado el mayor número de votantes en su historia, gobierna y parece imbatible tanto en la capital como en el estado, presentarse como Va por México hace a un lado que en Aguascalientes hay poca simpatía por el proyecto de López Obrador y que se define como como oposición al Gobierno Federal antes que presentar un proyecto de políticas públicas locales ante el avance de los grupos conservadores en la entidad.
Los partidos que se sumen a Morena, en Aguascalientes, tampoco representan en el estado lo que pueden ser en el ámbito federal, son franquicias que desde siempre se han rendido al mejor postor, la mayoría de ellas en peligro de extinción porque no cuentan con ninguna representación en Aguascalientes, la pérdida de registro de tres partidos en la elección pasada y el triunfo de Fuerza por México en San José de Gracia muestran que estas agrupaciones sólo sirven a intereses de grupo antes que contar con una base social que se identifique con sus propuestas.
Movimiento Ciudadano repite su historia en la entidad, se encuentra entre acoger a desplazados de otros partidos o presentar un candidato o candidata que ayude a aglutinar esa tercera opción como la que se presenta, se repite la historia de otras elecciones, con la diferencia del escenario nacional, donde el surgimiento de liderazgos no surgidos de los partidos tradicionales muestra a esta organización que existe la posibilidad de ganar sin necesidad de prestar su estructura en crecimiento a quien ya fue rechazado por otro partido.
A pesar de que la elección de cada una de estas tres fuerzas pueda ser muy evidente: la continuidad de Acción Nacional en el gobierno, anexar a Aguascalientes al grupo de estados afines a la Cuarta Transformación o un cambio radical en los nombres y grupos que lleguen al gobierno estatal, las tres fuerzas han entrampado la selección de su representante en la boleta del próximo año por seguir las viejas reglas del juego político, donde antes de consultar a sus bases y simpatizantes, prefieren las decisiones entre pequeños grupos políticos que no necesariamente responden a la definición ideológica del partido y no toman en cuenta las necesidades y deseos de la militancia.
Por donde se le vea, Aguascalientes representa una excepción en el ámbito nacional, quienes juegan en la selección de candidatos lo saben, las ventajas y desventajas de que la capital aglutine al 70% de los electores, que gobierne un partido distinto al del titular del presidente de la República, las afinidades que comparte en materia de desarrollo con otra entidades federativas de la región centro-bajío-occidente, el conflicto que representa un grupo todavía mayoritario de electores de mayor edad que vota por conservar el estado de las cosas y un electorado joven, emergente, que no encuentra su espacio en las casillas del Aguascalientes provinciano y tradicional, entre otras circunstancias que la división distrital del estado muestra, esta división entre ricos y pobres, viejos y jóvenes, capitalinos y municipios del interior, entre muchos otros factores que la información sociodemográfica revela a simple vista; sin embargo, nada de estas circunstancias se mencionan cuando se propone candidato o candidata y la elección de representante se reduce a la simpatía e imagen del aspirante.
No deja de sorprender que organizaciones como el PRD o el PRI den por perdido Aguascalientes y que, hipócritamente, se sumen a Va por México con el pretexto de poner un alto al presidencialismo, de ahí que para su militancia sea tan sencillo saltar a otras opciones o renunciar a las siglas. En el caso de Morena, tampoco deja de llamar la atención la incapacidad de esa organización de aprender de otras entidades donde ese partido ha sacado provecho a la figura de Andrés Manuel López Obrador para incrementar notablemente su presencia y votos.
¿Qué pasa en Aguascalientes?, una explicación posible es que la fractura del sistema de partidos que evidenció el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, no de Morena, dejó a descubierto que todos los grupos políticos en la entidad no saben hacer política para los aguascalentenses y sólo siguen las viejas reglas de la política, las de los arreglos en la cúpula, esas que obstruyen la participación pública porque no sabe de ciudadanía sino de electores.
Para cambiar las cosas se requiere la decisión de la sociedad y un propósito para ese cambio, no un líder, sino un grupo de ideas que conformen un proyecto político, o bien, asumir que nos gusta como estamos y apoyar la continuidad de la politiquería como método.
Coda. Se supone que hoy se define lo que ya todo mundo sabe, el nombre del candidato de Acción Nacional, antes que el triunfo de los seguidores de la diputada federal o el senador, debería ser considerada por los partidos como la oportunidad de definir para qué quieren llegar al poder, no con quién.
@aldan