La falta de capacitación del personal es otro de los graves problemas de las bibliotecas, además de la falta de acervo e infraestructura.
Y es que, quienes laboran en estos espacios, no son profesionales de carrera. El 95 por ciento de los coordinadores no son del área de bibliotecología y muchas veces esto se ve reflejado en el desinterés que ellos pueden llegar a tener por mantener el espacio, hacerlo crecer y dar la mejor atención para los usuarios, comentó Teresa Jiménez Castañeda, coordinadora de la red estatal de bibliotecas públicas.
La dirección general de bibliotecas les brinda capacitación, pero muchas veces no es suficiente porque al ser egresados de carreras como derecho, informática y contaduría, carecen de los conocimientos básicos para el manejo adecuado de este espacio.
Los temas que abordan a través de la capacitación, son talleres para promover el servicio de la biblioteca, la atención a los usuarios, el procesamiento físico de los materiales y la preparación de los talleres de verano.
Aunque ellos están supeditados a la dirección general de bibliotecas, cada uno de estos espacios brinda sus propios servicios al público, y los encargados no cuentan con los conocimientos mínimos básicos necesarios para tener la visión de servicio que se requiere.
“A mí me parece que sí se requiere gente capacitada de manera profesional, de formación de carrera, porque te da otras perspectivas”, dijo Jiménez.
Teresa Jiménez, que sí es egresada de una carrera de bibliotecología, dijo que ha puesto todo su esfuerzo en que la biblioteca central Torres Bodet se maneje realmente como una biblioteca, porque a veces las utilizan sólo como bodegas o espacios de almacenamiento. Hace falta difusión y muchas veces se da un desinterés y apatía por parte de quienes están a cargo de los espacios.
Este descuido de parte de quienes están a cargo de estos espacios provoca que tanto los coordinadores, como los usuarios o visitantes, sigan viéndolas como áreas de castigo en donde se le da trabajo a personas conflictivas, que nada saben de bibliotecas o que incluso no tienen siquiera el hábito de la lectura.
Para abatir este rezago, el nuevo titular de la dirección plantea la posibilidad de ofrecer una licenciatura en línea, ofertada por la facultad de letras e historia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); sin embargo, ahí surge de nuevo otro problema relacionado con los niveles de educación máxima de las personas que laboran en las bibliotecas, que muchas veces es primaria, secundaria o bachillerato terminado.
Este año fue la primera ocasión que se ofreció la licenciatura en línea para Aguascalientes, pero por los tiempos fue casi imposible que se tuviera la respuesta deseada. En la red estatal de Aguascalientes trabajan 106 bibliotecarios, de los cuales el 55 por ciento terminó hasta el bachillerato y son éstos quienes pudieran ser candidatos para estudiar la carrera en línea.
Un especialista en bibliotecología tiene los conocimientos necesarios para hacer la selección más adecuada para comprar, catalogar y clasificar el material y los servicios al público. A través de la dirección general, se maneja tanto el área de selección de materiales, como la clasificación y a las bibliotecas sólo les queda el área de atención al usuario, que muchas veces no desempeñan de manera adecuada por falta de pasión al oficio.
Si se diera un proceso de descentralización, cada biblioteca debería tener también su propio presupuesto para la adquisición de materiales y el desarrollo de nuevas mecánicas para aplicar en el trabajo.