En la última semana una empresa al otro lado del mundo ha sonado como nunca dentro del argot financiero e inclusive casualmente en reuniones sociales. Evergrande, un nombre que no pareciera tener gran peso, lo ha ganado tan sólo en una semana y es que puede ser uno de los eventos claves del año en la industria financiera, en la economía mundial con trascendencia sin precedentes. “Too big to fail” es una frase que se utiliza mucho para describir empresas que son lo suficientemente grandes para que los gobiernos las dejen caer en bancarrota y por lo tanto que en verdaderos problemas suelen recibir apoyo e inclusive rescate de parte de los gobiernos. Claro ejemplo de ello es el caso de General Motors en donde el Gobierno de Estados Unidos terminó por rescatarla.
¿Pero qué es Evergrande? Evergrande es una de las mayores empresas de construcción en el mundo, con líneas de negocio dentro de sectores como el residencial, comercial e industrial entre otros. Para los conocedores de fútbol inclusive les sonará el nombre ya que son dueños del equipo más exitoso de China, el Guangzhou Evergrande, que ha contado en sus filas a jugadores de renombre internacional.
Pues el gigante asiático de la construcción se encuentra en una situación no sólo incómoda sino preocupante. Su futuro se encuentra pendiendo de un hilo y cada día que pasa el panorama va dictando el camino que tomará y muy posiblemente el destino que le aguarda. Esto debido a que ha “defaulteado”, es decir, no ha podido lograr realizar el pago de intereses correspondientes a bonos, deuda que emitió a su nombre.
El problema no radica exactamente en que una empresa del otro lado del mundo caiga en default, sino el tamaño del boquete que puede generar. Alrededor de $300 billones de dólares (leídos como $300,000,000,000.00) es el gran total de lo que podría “defaultear”. En una pequeña comparativa esto es equivalente a 19 veces el Producto Interno Bruto (PIB) generado por Aguascalientes, 1.7 veces el PIB de Ciudad de México, un aproximado de 10% del PIB de México y del 2% de PIB de China.
Este default es generado por una reducción en la venta de bienes inmuebles en China adicionado a una estrategia agresiva de apalancamiento para poder incrementar las operaciones de Evergrande y con ello el inventario que permite generar mayores ingresos. Prueba de ello es que, en tan sólo 5 años, Evergrande paso a multiplicar sus ingresos en una razón de 10 veces. Algo muy complicado de lograr de no tener una estrategia de apalancamiento tan agresiva o inyecciones considerables de capital. Este apalancamiento trae consigo mayores presiones al flujo en especial para las deudas emitidas con mayor anterioridad dado que los plazos de pago se van convirtiendo en más importantes y próximos para lograr el repago del capital.
Este monto se ve grande, pero esto es sólo la capa externa del total del problema, ya que adicional al monto a defaultear nos encontramos con diversos actores que se verán perjudicados por este problema de liquidez, entre ellos la cadena de suministro de la empresa entre los que se encuentran proveedores de materiales, principalmente de acero, donde el proveniente de China es el más vendido en el mundo; proveedores de servicios, entre los cuales se encuentran diferentes agencias y brokers inmobiliarios lo cual puede incrementar el tamaño del problema.
Adicional, la economía China se ve envuelta en este problema dado que una de las mayores empresas de su país corre un riesgo enorme de bancarrota, lo cual afectaría a la economía en general. Si contemplamos que la industria de la construcción en China aporta regularmente entre 15% y 20% del PIB cada año, dados los grandes proyectos de infraestructura en el país enfocados a lograr la conexión de China que cuenta con una extensión territorial tan grande y con una topografía muy complicada, además de la construcción de vivienda que demanda la cantidad de población que tienen y que se encuentra constantemente migrando a las ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida.
China es reconocida como uno de los países que más crece económicamente, ya que en los últimos 20 años el crecimiento ha sido de un promedio de 8.7% anual, incluido el año 2020 donde aún cuando fue el país donde se originó la pandemia por COVID-19 logró un crecimiento del 2.3%; sin lugar a duda algo para remarcar considerando que México de acuerdo con diferentes estimaciones tuvo una contracción del 8.5%. Pero esto podría cambiar ya que estos crecimientos tan agresivos suelen ir disminuyendo con el paso del tiempo debido a que los esfuerzos para seguir con el crecimiento deben ser mayores, pero este efecto de ralentización se puede ver acelerado debido al default de Evergrande.
La afectación entonces pasa a las economías con mayor participación de socios chinos, entre los cuales destacan Canadá, Brasil, Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Australia, Arabia Saudita e irónicamente Estados Unidos, la superpotencia con la cual compite para lograr la hegemonía económica mundial en total de inversión; pero sin duda quienes más expuestos se ven es el continente Africano, en países como Sierra Leona y Zimbawe que cuentan con 70% y más del total de las inversiones extranjeras provenientes de China y todavía más grave es el caso de Corea del Norte del cual las inversiones chinas constituyen el 93% del total de la inversión extranjera en el país, de acuerdo a datos de la Fundación Heritage. México en este caso no tiene una exposición tan grande al gigante asiático por lo cual el efecto de afectaciones a la economía China se espera sea menor en México.
¿Qué pasos se han tomado para lograr que esto no explote y que de explotar sea de manera controlada? En primer lugar, Evergrande se encuentra negociado con diversos acreedores para recorres fechas de pago e inclusive para liquidar la deuda a través de un cambio por activos. Adicionalmente, Evergrande, en un intento por calmar los mercados ha realizado el pago de intereses de bonos denominados en yuanes la moneda local. Esto trajo cierta calma, pero aún falta el pago de los bonos denominados en dólares, los cuales las agencias calificadoras ya consideran como bonos en default y con ello sin calificación crediticia.
¿China está dispuesta a seguir con el estatus de “too big to fail” para Evergrande? La respuesta al momento por las señales que ha mandado es un NO”. China un país con diferentes restricciones a la expresión de opinión ha permitido las muestras de descontento con respecto a Evergrande, y adicionales medidas como el anuncio de un rescate no se han realizado por lo que cada día que pasa esta medida va perdiendo efectividad. Cada momento en que no se anuncia un rescate, ocasiona un grave daño a la economía de China aunque por otro lado, la consecuencia negativa de realizar un rescate representa un costo político al utilizar dinero del erario que se puede ir a rubros que pudieran beneficiar otras causas, entonces entra en la balanza que puede ser más importante para el gobierno en turno. Sin embargo, las señales que ha mandado el gobierno de China no significan que esa sea la respuesta definitiva pero sólo el tiempo dirá cuál será la última palabra de China.
Sin lugar a duda esta es la primer gran prueba del gobierno chino para demostrar la resiliencia y administración de casos de crisis financieras. Esta gran prueba podría confirmar de una vez por todas a China como la súper potencia mundial que han buscado ser en los últimos 40 años o traer más dudas con respecto a la legitimidad de China como quien pueda tomar la batuta del mundo económico.