Estimado lector, no cabe duda de que en este sexenio cualquiera se puede hacer famoso con un simple click. El pasado viernes, en las gustadas mañaneras, nuevamente el tlatoani de esta nación hizo alarde de su experiencia en el manejo de los medios tanto digitales como los llamados tradicionales, a qué me refiero; seguramente está usted enterado del tema que se ha abordado en los medios con relación a los investigadores del Conacyt acusados de malversación de fondos y hasta delincuencia organizada; el presidente dice que los investigadores y científicos de dicho Consejo despilfarraron el dinero acudiendo a simposios, conferencias y congresos sin tener resultado alguno, me refiero a resultados palpables en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en nuestro país, pero además y lo realmente delicado es que los acusa de asociación delictuosa. El tema es delicado sin duda, pero a donde quiero llegar es a que gracias a esa nota difundida a nivel nacional, pudimos percatarnos que al área de Comunicación Social de la Presidencia de la República le falta un poco más de experiencia para poder filtrarle al jefe supremo la verdadera información que debería ser de 8 columnas, como por ejemplo las soluciones a los problemas con la inseguridad que van a la alza, o el desgajamiento del cerro el Chiquihuite en el Estado de México, o qué me dice de las inundaciones en el estado de Hidalgo, quizá el problema descontrolado y no atendido de los migrantes haitianos y latinoamericanos en nuestras fronteras. Pero no es así estimado lector, seríamos muy ingenuos en pensar que se trata de una falta de experiencia en el manejo de la comunicación social; ya lo dijo el lingüista el norteamericano, Noam Chomsky, en sus múltiples libros y ensayos sobre esas cortinas de humo que distraen a la sociedad de lo verdaderamente importante qué pasa a nuestro alrededor.
Como le decía, el pasado viernes en esas llamadas mañaneras el emperador mexica mostró un tuit de un supuesto científico del Conacyt llamado Aldo Aldrete, quién definitivamente en ese momento se hizo el hombre más famoso y más odiado por los seguidores de la cuarta transformación, pero, quién es realmente esa persona que el presidente identificó como un supuesto científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el cual arremetió contra la figura presidencial por la supuesta calumnia de los delitos que se les imputan a los científicos por lavado de dinero y delincuencia organizada. Como quedó de manifiesto y al parecer sin ninguna evidencia contundente, don Andrés dijo que Aldo Aldrete era uno de los 31 académicos investigadores que se les busca por los delitos en cuestión, sin embargo, el nombre de este ahora famoso personaje no aparece en los registros del sistema Conacyt de 2007 a 2020.
Eso es lo de menos estimado lector, lo demás es buscar un rostro y un nombre culpable de calumniar o insultar la figura presidencial y a su mujer; Aldo Aldrete ahora existe en el colectivo social gracias a las redes sociales, pero sobre todo gracias al señor que ocupa la silla presidencial en el Palacio que está ubicado en el primer cuadro de la vieja Tenochtitlan, de no haber sido así, Aldo Aldrete no hubiera salido a la luz pública y seguiría disfrutando de su anonimato. No tiene caso estimado lector buscar y encontrar el perfil de este ciudadano si a final de cuentas no nos va a proporcionar más información, lo que sí es un hecho es que no está en la lista de los 31 investigadores del Conacyt denunciados ante la Fiscalía General de la República por mal uso de los recursos y cuatro delitos.
Cuál es la reflexión que quiero dejar sobre la mesa estimado lector, que aunque el caso pudiera ser medianamente relevante no era para que todos los medios voltearan sus reflectores hacia dicho personaje que, como comenté, hasta el viernes pasado disfrutaba de su anonimato como todos los mexicanos de a pie, qué pasa ahí, es un hecho que la agenda mediática de esta nación se dicta todas las mañanas desde Palacio Nacional, con qué intención, con la única y exclusiva razón de demostrar que el gobierno en turno tiene la razón en todo, nunca se equivoca, es mejor que las administraciones pasadas y sobre todo es el salvador de la nación; mire de verdad estimado lector, y si usted me ha seguido a lo largo de estos años participando cada jueves en esta gran casa editorial, se podrá dar cuenta que observé, analicé y critiqué el mal manejo de la administración de don Felipe Calderón y ni se diga del buen Quique y su copete; de verdad, no es nada personal contra el actual presidente de la República, es simplemente observar que no ha cambiado absolutamente nada en este país, la corrupción, la inseguridad, la pobreza nos siguen rondando como fantasmas eternos, nada más que ahora es más evidente o menos velado el manejo de los medios de comunicación e información a favor de la administración en turno, cuál era la necesidad de buscar un tuit de una persona que no está involucrada o no forma parte de los 31 investigadores acusados de varios delitos, para que exhibir un mensaje fuerte con palabras altisonantes y ofensivas a la figura presidencial, para qué buscar un “enemigo” y hacerse la víctima, para poder decir que son el gobierno más atacado de toda la historia de los 5000 años de vida a que tiene esta nación según la cuarta transformación, para qué evidenciar tal vez un verdadero malestar de un mexicano que como todos nosotros tiene la libertad de expresar lo que siente y lo que piensa; para qué son las redes sociales sino para eso, dígame usted, si tiene Facebook, Twitter o Instagram a estas alturas de la vida para que se usan, no me diga que son fuentes confiables de información. Como le apunta Chomsky al hablar sobre las estrategias de distracción, la idea es mantener la atención de la sociedad distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia, mantener al pueblo ocupado, muy ocupado sin tener tiempo de pensar para que no cuestione lo que realmente está pasando, se acuerda del libro La rebelión en la granja, de George Orwell, pues algo parecido.
Es desafortunado el manejo mediático y la comunicación social que desarrollan las instancias pertinentes de esta llamada cuarta transformación, no hay realmente un trabajo informativo imparcial o neutro más allá de lo esperado, lo que encontramos es el desacreditar a los medios de comunicación establecidos, a las personas que no comulgamos con el gobierno en turno, lo que lleva a pensar y a observar que realmente no hay libertad de expresión en esta administración; me podrá decir usted que exagero, no se ha cerrado ningún medio informativo en el país y los asesinatos a periodistas y reporteros disminuyeron, no hay represalias sobre las grandes figuras del periodismo nacional sean o no de nuestro agrado, todo está bien…
Con los medios libres e independientes se garantiza una opinión pública sólida, ética y responsable, que no nos sorprenda que pronto exista otro personaje desconocido que está en contra de esta administración y que distraiga a todos los reflectores y a todos nosotros de los hechos verdaderamente importantes en este país.
@ericazocar | [email protected]
