- La mitad de los estudiantes y profesores han reprobado las pruebas en la materia
- Es educación básica donde más dificultad tienen los profesores y donde empieza el temor de los niños
Los maestros de matemáticas sufren falta de conocimientos básicos y de herramientas pedagógicas para la enseñanza de esa materia en todos los niveles de educación y eso es la principal causa del sentimiento de fracaso y la actitud de miedo o rechazo de los estudiantes a esta ciencia, afirma el coordinador de la maestría en enseñanza de las matemáticas de la Universidad Panamericana Bonaterra.
Gustavo Muñoz Flores señala que “actualmente, en todos los niveles académicos poco más del 50 por ciento de los alumnos reprueba alguna vez la materia de matemáticas, teniendo como factor principal el poco conocimiento pedagógico del profesor para enseñarlas”. Esto se relaciona con el hecho de que de los docentes en niveles básico a medio superior que solicitan su ingreso al posgrado que coordina “el 50 por ciento sale tronado” en el examen de admisión.
La primaria es el nivel donde se ha observado la mayor dificultad de los maestros para enseñar y donde se ha detectado que inicia la fobia a la materia en los pupilos.
En esta experiencia, Muñoz Flores distingue entre maestros “que tienen los conocimientos, pero no saben enseñar” y los que “no tienen los conocimientos y aparte que tampoco saben enseñar” y en ambos casos las consecuencias caen sobre los alumnos, pues estas carencias hacen que los profesores “hasta lleguen a inventar” cuando el grupo les plantea alguna duda, mermando el aprendizaje y provocando estudiantes frustrados académicamente y que sienten disgusto por esta ciencia.
Dentro del primer grupo están los profesores “que tienen una carrera relacionada con las matemáticas. No tienen tanto problema, pero estamos hablando de un 70, un 80 por ciento” y en su mayoría son ingenieros y profesionistas en áreas donde se trabaja la matemática pura.
“Pero hay muchos maestros que tienen una licenciatura en matemáticas” y que “salen muy mal preparados”, sostiene. Estos profesores, estima, tienen apenas un 40 por ciento de conocimientos.
El especialista sugiere y ofrece una formación donde los docentes puedan reforzar o regularizar los conocimientos de quien está frente a grupo, pero también en el área de la pedagogía, filosofía y computación, además de el contacto con diversas formas de impartir la materia, como herramientas que ayuden a que sea el mismo interesado el que desarrolle estrategias para hacer transferir ese saber a los alumnos de una manera que comprendan.
“No hay una materia que te vaya a decir cómo enseñar matemáticas”, advirtió Muñoz Flores. “Lo que nosotros vamos haciendo es, en ciertas materias, darles un maestro diferente”, con sus propias técnicas de enseñanza-aprendizaje que los alumnos pueden replicar cuando asumen su papel de profesores o adaptar a las necesidades y características de sus grupos.