- Vence el plazo de inscripción para solucionar la apertura del turno vespertino
- Los padres de alumnos están a la espera de que autoridades resuelvan apertura de la escuela
Los padres de familia de la escuela Mario Aguilera Dorantes retrasaron un día la entrega de la documentación de los 39 niños que lograron reunir para inscribirlos en el primer grado de primaria del turno vespertino. Por esta razón el diputado priísta Edgar Busson Carrillo, integrante de la comisión de educación del Congreso local, pospuso su reunión con el titular del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Óscar Ponce Hernández.
El compromiso del diputado Busson fue continuar con el caso pendiente para concertar una cita con Ponce Hernández a más tardar hoy, porque es cuando se cierra el periodo para que los niños puedan inscribirse e ingresar en el ciclo siguiente de clases. “No le hemos quitado el dedo del renglón” a este asunto, aseguró el diputado.
Una de las madres de familia justificó el retraso en la entrega del listado de alumnos explicando que varios alumnos acudieron a apuntarse al registro a última hora de la tarde de ayer.
La documentación entregada por parte de los padres de familia para el diputado fue la lista de los 39 niños solicitantes de un espacio para el turno vespertino, listado en el cual se registraron los nombres de las madres de familia, la dirección y la firma de ellas para que conste que fue por voluntad propia inscribirse en esta escuela.
Algunos de los niños que están buscando espacio en la institución ya están incluso asignados en otro espacio y hay más de 20 niños que aún no tienen asignación en escuela alguna.
Mientras los grandes deliberan qué sucederá con la escuela, los niños que disfrutan de ir todas las tardes a su escuela opinan sobre lo que viven.
“Que vengan más niños a la escuela”
Los niños de la escuela primaria Mario Aguilera Dorantes están orgullosos de su espacio. La institución no es la más grande ni la más lustrosa, pero los alumnos la cuidan. Enseñan los árboles que han plantado y cada una de las esquinas donde pasan los recreos. Además, expresan total gratitud por el conserje y sus maestros. De Paco, el guarda de la escuela, describen con simpatía cómo arregla desde la malla que rodea el patio hasta las mesas del recreo.
De los maestros, aunque “gruñones” y “gritones”, cuentan anécdotas simpáticas. Aprecian su labor, al punto de que muchos niños dicen querer ser maestros también. No es coincidencia. El ambiente en la primaria es grato. En el espacio de la escuela, ubicada en una esquina de cuadra, el ambiente es grato. Y para muestra, un botón. Julio cursa sexto curso de primaria y enseña su escuela mientras cuenta que el año que viene irá a la secundaria. Quizá a la número 33, o tal vez la 16. Con una madurez impresionante, lanza un deseo inocente: “¡que vengan más niños a la escuela, porque es muy buena!”.
Finalmente, este centro educativo está desarrollando un camino que va en constante proceso de superación, misma labor constatada por comentarios de los padres de familia. Ellos aseguran que ahí han encontrado la atención que buscaron en otros lugares y no encontraron. “Para nosotros eso vale más que los números”, comentó Sergio Mejía Arce, director de la escuela, por lo que esperan que esto también valga más para el IEA y tomen la decisión de conservar el turno.
“El reto es seguir trabajando, ojalá que nos den la oportunidad de trabajar, es una bendición, es un honor trabajar en estas condiciones, sería lamentable que una escuela que cumple en esto desapareciera, no importa si los demás lo hacen o no, lo importante es que esta escuela lo hace en estos momentos”, comentó Mejía Arce.