- Padres de familia reunieron a los alumnos que les solicitó el IEA para respetar el turno
- Más que números, son una escuela con calidad humana defienden los interesados
La escuela Mario Aguilera Dorantes más que un servicio de calidad educativo, ofrece un servicio de calidad humana constatado por los docentes que iniciaron el proyecto hace diez años, así como por quienes se han ido integrando con el paso de los años. Los representantes de la Sociedad de Padres de Familia hasta el medio día de ayer habían reunido 38 de los 40 niños requeridos para la apertura del primer grado del turno vespertino de esta escuela, por lo que exigirán a Óscar Ponce que cumpla con el compromiso pactado de abrir el grupo porque los padres alcanzaron su meta.
El maestro Sergio Mejía Arce tiene seis años al frente de la escuela como director y desde un inicio se ha dedicado en cuerpo y alma a desarrollar el trabajo que le gusta, por eso no le pesa.
El nivel de migración en la escuela es muy alto porque los niños rechazados de otras escuelas y los hijos de padres que cambian de residencia tienen también una alta incidencia. “Tal vez sea por la ubicación, pero es también porque los padres están recomendando la escuela por estos puntos positivos que han visto en el trato con sus hijos”.
Desde el principio se ha buscado hacer un proyecto educativo sólido, aún con las desventajas que implica trabajar en un turno vespertino por las propias condiciones de los niños, la mayoría de ellos vienen de familias desintegradas, tienen rezago escolar, problemas de conducta, e incluso con rechazados en otras escuelas por falta de aprovechamiento, en esta escuela tienen incluso niños con discapacidad.
Actualmente hay de diez a doce niños con alguna discapacidad integrados en la escuela, para ello los profesores solicitaron apoyo de un Centro de Atención Múltiple (CAM) para tener una capacitación para tratar de manera más adecuada a quienes tienen una discapacidad, ya sea del lenguaje, mental o motriz.
“Nosotros experimentamos en todos los años casi siempre una baja población de inicio de curso y durante el ciclo escolar se va incrementando, nuestros números son mejores cuando terminamos un ciclo que cuando iniciamos”.
Esta escuela ha tenido ya en dos ocasiones enfrentamientos con el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) porque han querido cerrar el turno ya sea de manera definitiva o paulatina, por eso el compromiso de los maestros y los padres de familia ha sido fundamental en el desarrollo de la escuela, hasta volverla parte del 15 por ciento de instituciones de educación básica que tienen mejores resultados del EXANI respecto de sí mismas en los últimos tres ciclos escolares.
Ellos tienen registrados 185 niños aún cuando las autoridades del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) nieguen estas cantidades argumentando que el director está “inventando” la cantidad de niños, a lo que Mejía Arce respondió que él sólo obtuvo las cifras a través del propio sistema de internet del IEA.
Acotó que la información que las madres llevaban el día de la manifestación fue obtenida del portal de servicios educativos del propio instituto. “Yo no puedo subir nada a ese portal, que no suban las personas, los datos se originan en otras partes en la Unidad del Instituto dedicada al registro y a la certificación de estudios, ellos suben a los alumnos luego de que cubren los requisitos para ser dados de alta”.
“Yo no lo tengo aquí, esos son datos bajados directamente del portal del instituto, esto no es algo bajado de aquí y que ellos no tengan”.
Los padres de familia se involucran en la escuela al realizar actividades que sirvan para obtener fondos dedicados al mejoramiento de la infraestructura de la escuela porque el respaldo del IEA hacia la escuela no basta y ellos se encargan de buscar la forma de completar los dineros para mantener en buenas condiciones las instalaciones de la escuela, además de trabajo constante de los mismos padres en el arreglo del espacio.
“Los padres que tienen hijos con alguna necesidad educativa especial o están en rezago escolar pueden dar algunas instrucciones de cómo hacerle con sus hijos, incluso hay maestros que platican con los padres de familia para darles algún consejo aún cuando ellos no son terapistas familiares o psicólogos”.
La escuela cuenta con el apoyo de la Fundación Telmex que les otorgó un equipo de 38 mochilas digitales como recurso didáctico y ahora son los padres de familia quienes mantienen el servicio de internet en estas computadoras; tienen un acervo bibliográfico aunque no cuentan con un espacio físico para una biblioteca y el fomento a la lectura depende de cada profesor de aula y del propio interés de ellos por superarse profesionalmente.
En el turno vespertino trabajan seis profesores de grupo; un profesor de educación física, una maestra de inglés para cuarto y quinto grado, ambos trabajan por horas; por parte del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) asisten profesores de educación artística, ellos se van rolando por su cuenta propia.
“Nuestro premio que cierren la escuela”
Guillermo Ramírez Barquera, tiene siete años trabajando para la escuela que desde su perspectiva ha avanzado mucho. Esta era de las escuelas con poca atención y pasó del total olvido a ser parte de las reconocidas en el estado por tres periodos escolares y el premio es cerrar la escuela.
En la escuela hay alumnos con muchos problemas, hay niños que no tienen para comer. “Nos duele que nos cierren un turno, no es justo que el esfuerzo que realizamos porque no es nada más de cumplir en el aula sino de ir a las casas, buscar niños”.
Ellos no habían intervenido, pero ahora como maestros van a buscar el respaldo de su líder sindical que hasta ahora no se ha ocupado de la situación, pero aún así ellos verán si existe forma de encontrar un apoyo.
El trato humano lo más importante
“Yo inicié el turno vespertino en el año 2000, inició con un grupo de 26 niños, era todo al mismo tiempo, la experiencia ha tenido muchos matices”, señaló Claudia Rincón González, profesora del plantel.
Los niños chiquitos son sus favoritos porque son los que más cariño necesitan, el hecho de que la escuela sea pequeña se presta para cuidar de manera más específica a los niños.
“Soy madre y lo que a mi me interesa que reciban mis hijos es calidad humana, eso trato de darle a mis alumnos”.
Trabajar con niños con discapacidad es pesado, porque además de su discapacidad son maltratados, hay que trabajar mucho con ellos.
La escuela en el turno vespertino debe conservarse más que nada por la calidad humana, principalmente por eso y por los padres de familia que se han esforzado para tener a sus hijos aquí porque tenemos niños que vienen desde Nuestra Señora de la Asunción, de Periodistas, de Haciendas del Cóbano
