De acuerdo con el Inegi, los resultados de la edición 2020 de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares, dada a conocer recientemente, permiten dimensionar los cambios que, a consecuencia del periodo de contingencia sanitaria se originaron por la covid-19, las medidas de confinamiento de la población y el cierre de la actividad económica, entre otros factores, sufrieron los ingresos y los gastos en los hogares de mexicanos.
*Durante el 2020, el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar fue de 50 mil 309 pesos, a diferencia del promedio de 53 mil 418 pesos observado en 2018, lo que representa una disminución de 5.8 por ciento
* La principal fuente de ingreso es por trabajo con 32 mil 106 pesos, promedio que presenta una disminución de 10.7% con respecto a 2018
* El gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar fue de 29 910 pesos, con una disminución de 12.9%, respecto a 2018 que fue de 34 mil 329 pesos
* En los hogares se dio una disminución del gasto corriente monetario trimestral en el rubro de educación y esparcimiento de 44.8%, en vestido y calzado de 42%, así como del transporte y comunicación en 18.9 por ciento
* Por su parte, el gasto promedio en el rubro de salud tuvo un aumento de 40.5% con respecto a 2018
Nuevo León (72 mil 931), Baja California (67 mil 821) y Ciudad de México (67 mil 357) reportan el ingreso promedio trimestral más alto, en contraste, Chiapas (29 mil 168), Guerrero (32 mil 516) y Veracruz (35 mil 126) reportan el ingreso más bajo.
En el vecindario Regional Querétaro (60 mil 435) y Aguascalientes (56 mil 303) presentan un ingreso corriente superior a San Luis Potosí (47 mil 819) y Guanajuato (46 mil 618).
Se presentó en la región una disminución en promedio de ingreso (2018-2020) por 362 pesos, es decir una reducción mínima en comparación a la nacional; pero en Aguascalientes sí fue del 5.12%.
En cuanto a la reducción de los ingresos por trabajo, se presentaron mayores disminuciones en Guanajuato (4.58%) y Querétaro (4.44%) que en San Luis Potosí (1.06%) y Aguascalientes (2.04%).
En gasto corriente la región siguió teniendo un gasto corriente muy similar, lo que habla sin duda de rentas y productos del capital, pero también de apoyos externos como remesas y transferencias, que permitieron que el comercio de básicos se mantuviera sin cambios significativos.
Lo que ha seguido sin cambios es la distribución del ingreso, cuando deberían adoptarse políticas públicas que facilitaran que los deciles extremos de ingreso, redujeran sus brechas y propiciaran una mayor movilidad social entre los sectores de la población que buscan acceder a las clases medias.
El índice de Gini nos permite conocer si es sana la distribución del ingreso de un estado o país. Así, tenemos mejores distribuciones en los países europeos que en los americanos e índices de Gini ejemplares entre los países nórdicos y de pésima situación tratándose de países africanos. Los estados del vecindario regional se encuentran entre Honduras, (Zacatecas) y Argentina (Jalisco). La situación es mejor en Querétaro y San Luis Potosí con Gini semejante a Perú y Bolivia que la de Aguascalientes, que, si bien cuenta con un índice de Desarrollo Humano alto semejante al de Chile, también presenta un Gini con mala distribución del ingreso como el chileno.
Índice de Gini Región Centro Bajío Occidente 2021 y su país semejante
La República Eslovaca, país dedicado también a la manufactura dentro de la industria automotriz mundial como nosotros, cuenta con un índice de Gini de 0.265 prácticamente uno reducido a la mitad del aguascalentense, lo que hace deseable incorporar sus buenas prácticas para reducir las brechas entre los extremos sociales.
LUGAR NACIONAL OBTENIDO DE ACUERDO AL INGRESO CORRIENTE TOTAL, URBANO Y RURAL (ENIGH 2021)
Para la ENIGH 2020, el ingreso corriente promedio trimestral en localidades urbanas fue de 54 mil 957 pesos, en contraste con 59 mil 739 pesos reportados en el ejercicio 2018, lo que representa una disminución del orden de 8 por ciento. Para las localidades rurales, en 2020 se registraron 33 mil 405 pesos, mientras que en 2018 el registro fue de 32 mil 238 pesos; es decir, un incremento de 3.6 por ciento.
En lo referente a las áreas urbanas, el mayor gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar correspondió a Querétaro con 40 mil 32 pesos, seguida por Ciudad de México con 37 mil 822 pesos; en el extremo opuesto el menor gasto lo registraron Guerrero con 24 mil 283 pesos y Chiapas con 23 480 pesos. En las áreas rurales, los gastos corrientes promedio trimestrales por hogar más altos fueron en Baja California 31 mil 815 y Aguascalientes 29 mil 640 pesos; mientras que los gastos más bajos correspondieron a Quintana Roo y Chiapas con 16 mil 562 y 14 mil 644 pesos al trimestre, respectivamente.
La Familia y el cumplimiento de los ODS´s
Respecto al primero de ellos (ODS 1, Fin de la Pobreza) todos los elementos de protección social (particulares y/o universales) contribuyen a reducir las tasas de pobreza, tanto si es extrema como si no. Segundo, estos programas presentan efectos positivos también para las familias beneficiarias en términos de igualdad de género, consumo, y de acceso a la educación y a la sanidad.
En el caso de la salud (ODS 3) y la familia: Primero, se plantea la necesidad de desarrollar intervenciones familiares integrales y efectivas, que permitan aumentar el conocimiento de las enfermedades y mejorar las relaciones familiares, la adherencia a los tratamientos para lograr resultados finales. Esto puede ayudar a las familias a desarrollar rutinas saludables para la prevención de enfermedades.
En el caso de la educación (ODS 4), es bien conocido que uno de los factores determinantes de la eficacia de los sistemas educativos es contar con un ambiente familiar positivo que permitan obtener el máximo rendimiento de la inversión de los gobiernos y particulares en el desarrollo del capital humano. Existen muchos mecanismos que, al estar articulados a través de la familia, necesitan de ella para su correcto funcionamiento.
Para la igualdad de género (ODS 5) y familia, al respecto, la evidencia muestra que un factor clave es que esté bien remunerado, para favorecer una distribución más igualitaria del tiempo remunerado y no remunerado en la familia, atendiendo a criterios objetivos de ventaja comparativa.
La evidencia referida al empleo juvenil (ODS 8) apunta al importante rol que la familia puede desempeñar, en términos de seguridad económica, integrando a la juventud dentro de las políticas de familia, haciéndoles partícipes de las estrategias sostenibles e integrales de desarrollo.