- De poco sirve el uso de la tecnología si no se forman seres humanos integrales
- Los jóvenes necesitan conocer desde la escuela, el mundo real que los espera al egresar
La implementación de las nuevas tecnologías como una herramienta de la educación en el siglo XXI forma parte del reto de formar nuevas generaciones de profesionales especialistas en determinadas áreas del conocimiento, pero al mismo tiempo seres humanos realizados capaces de transformar la sociedad y convertirla en un espacio idóneo a sus intereses. Esta fue una de las ideas esbozadas por Joseph Pascarelli, presidente de la Asociación Nacional de Mentoring.
Como parte de la formación escolar tanto a nivel preparatoria como en universidad, el estudioso de la educación comentó que tanto la figura de los tutores como los mentores es esencial, cada uno de ellos realiza funciones distintas de acompañamiento con los jóvenes, ambas muy esenciales para su formación integral. Los primeros están relacionados con la formación en el sentido cognoscitivo y los segundos en la cuestión sentimental o emocional.
La actitud del siglo XXI en la educación toma como centro de la atención a los estudiantes, sus necesidades para aprender y estar bien, conocer las necesidades de los jóvenes a través de la interacción. Teniendo en cuenta estos objetivos, una de las principales cualidades del mentor debe ser escuchar para darles a los aprendices la posibilidad de tener autoconfianza.
En un estudio realizado por Pascarelli, los jóvenes tienen muy claro que necesitan estar bien consigo mismos para aprender y por otra parte los profesores deben entender o vislumbrar que la escuela es un microcosmos del nivel macroscópico que es la sociedad, por eso lo que sucede afuera debe verse reflejado en el aprendizaje de adentro. De otra manera los jóvenes al egresar no estarán listos para enfrentar el mundo en el que les tocará vivir.
Muchos cambios se están dando en el mundo y por ser la escuela este microcosmos, los profesores, tutores y mentores es necesario que estén conscientes de este movimiento para darles a los jóvenes verdaderas herramientas para apoyarlos en su desarrollo. Desde el planteamiento de Pascarelli, la clave para los formadores de las nuevas generaciones es vivir cuestionándose constantemente, para este modelo educativo es más importante la experiencia basada en la investigación por encima de la información acumulada.
Uno de los cuestionamientos del expositor hacia los asistentes fue, son ustedes felices con su trabajo, si la respuesta es sí demuéstrenlo, eso es lo que los jóvenes quieren ver; ellos están interesados en encontrar sustancia dentro de las acciones pero de alguna forma requieren de una guía y la más adecuada, es el ejemplo. Los asistentes a la conferencia eran en su mayoría, orientadores vocacionales, tutores, profesores y coordinadores de área.
También explicó el porqué los jóvenes están ansiosos de encontrar otro tipo de educación. Los contenidos de los medios de comunicación son burdos, asquerosos y erosionan los valores; los muchachos están perdiendo la habilidad del discurso humano, difícilmente hilan tres oraciones continuas; su concentración en el uso de las nuevas tecnologías como el medio más importante de comunicación los ha inhabilitado para mantener una conversación, eso sin contar la aflicción económica causada por las crisis sucedidas alrededor del mundo.
Sin duda las herramientas más importantes de los estudiantes del siglo XXI son las nuevas tecnologías usadas al interior de las aulas, como los pizarrones interactivos, laptops, ipods, simulaciones web, entrevistas en línea o videoconferencias, sin embargo cada una de esas técnicas requieren el respaldo de la teoría y el interés por el ser humano en proceso de aprendizaje.