- La falta de presupuesto ha sido la respuesta a sus peticiones
A más de un año de haber solicitado al Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) y a la Secretaría de Obras Públicas (SOP) apoyo para rehabilitar la escuela primaria Lázaro Cárdenas, en la comunidad de Palo Alto, municipio de El Llano, la maestra Esthela Valadez Villalpando no ha recibido ni una visita de esas autoridades ni el apoyo solicitado y existe la posibilidad de perder el único recurso que para ese fin ha logrado, pues espera un dictamen del que depende que lo ejerza a más tardar en junio, plazo para regresarlo a la federación.
Poco tiempo después de asumir la dirección de la escuela, Valadez Villalpando, comenzó a gestionar ante autoridades estatales educativas apoyos para la institución.
Según los oficios de los cuales proporcionó copia a La Jornada Aguascalientes, entre marzo y julio del año pasado pidió también “que se dote de mobiliario a tres aulas (125 alumnos) y una biblioteca (46 sillas y 23 mesas)”, “ampliación de malla sombra” y un “salón de usos múltiples”. Con fecha 22 de julio de 2009, el IEA le respondió que “los conceptos solicitados se incluyen en el Programa de Mantenimiento” y que la construcción de nuevos sanitarios “se incluye en el Programa de Infraestructura Educativa”, advirtiéndole que la ejecución de dichas obras depende del terreno y el presupuesto disponible.
“La Lázaro Cárdenas” es una primaria a la que se llega por el camino de Los Conos, donde una barda sí y otra también están recientemente pintadas sobre todo con propaganda del PAN y el PRI prometiendo el progreso. A simple vista parece una escuela como todas que, según su directora, atiende en cada uno de sus dos turnos a doce grupos de no menos de 40 alumnos, además de un grupo de educación especial.
En un recorrido por las instalaciones, llamó la atención una zanja de unos 30 ó 40 centímetros de profundidad y 15 o 20 metros de largo, detrás del módulo de sanitarios viejo. La maestra Esthela explicó que está ahí desde abril pasado y no le han proporcionado el dictamen técnico en infraestructura educativa.
Y es que a través de la Secretaría de Desarrollo Social Federal (Sedesol), relató, consiguió el apoyo para construir los nuevos sanitarios en el espacio donde antes era una bodega; desde su punto de vista, hubiera resultado más barato ampliar los que ya existían, pero no se hizo así; sin embargo, por la falta del nuevo drenaje, los baños nuevos están sin utilizar, mientras que los viejos presentan deficiencias y malos olores.
La primaria tiene una pequeña cancha de basquetbol en la que los alumnos no pueden practicar ese deporte ni ningún otro por las grietas que las raíces de los árboles y la humedad de la zona han provocado en el piso de concreto. En la misma situación están casi todas las baquetas e incluso los pisos dentro de las aulas, donde -asegura la directora- ya se han caído y fracturado maestros y alumnos. Aunado a ello, dice, aunque afortunadamente no llueve mucho, cuando sucede se filtra el agua por los techos y si llega a registrarse precipitación extraordinaria, toda la escuela se inunda, como sucedió hace un año y medio.
Valadez Villalpando comentó que ya no es posible que los padres de familia colaboren más con la escuela a través de cuotas. Un ejemplo de lo que han hecho los habitantes de la comunidad es el laboratorio de cómputo.
Según la maestra, a su llegada a la escuela hace un año, de las 20 computadoras sólo cinco servían y ninguna tenía mouse, por lo que los niños tomaban clases de computación en sus salones y de manera teórica. Hace unos meses repararon el equipo y adquirieron los ratones para echarlas a andar en equipos de dos o tres niños por máquina.
En cuanto a Enciclomedia, se le proporcionó ese programa a los grupos de quinto y sexto y sí se puede utilizar; el problema es que “tenemos la necesidad de que las instalaciones eléctricas sean revisadas y puestas al corriente porque diario se nos apagan las Enciclomedias por altas y bajas de la tensión” y aunque ya lo ha solicitado ante la Comisión Federal de Electricidad, no ha recibido respuesta.
“Antes, Escuelas de Calidad apoyaba con 50 mil pesos de inicio; después nosotros poníamos otros 50 y ellos nos daban otros 50 y yo tenía toda la intención -mi comité de participación social- de llegar a la meta de 150 mil pesos por tanta necesidad que hay, pero como hubo tanta escuela que entró y los tiempos se modificaron por ahí, entonces nada más nos apoyaron con 20 mil pesos. Nosotros aportamos otros 20 mil, 10 que nos dio la presidencia municipal y 10 de padres de familia”, explicó.
Cecilia Muro Meza, responsable de educación especial, comenta que El Llano cuenta con siete escuelas que la proporcionan a alrededor de 60 alumnos y ésta es una de las que no cuenta con baños acondicionados para los niños con discapacidad ni un espacio adecuado, pues comparte su salón con la biblioteca y la bodega.
Por su parte, el coordinador del Centro de Desarrollo Educativo de El Llano, Benito Martínez Rodríguez, reconoció en la maestra Esthela ha sido una gestora nata que ha mejorado las condiciones en que se encontraba la primaria por falta de mantenimiento en sus instalaciones, que datan de 1968.