- Los movimientos sociales más allá de los partidos
Las alianzas que ahora se están dando entre los partidos políticos de cara a las elecciones próximas en 13 estados de la república es un tema ideológico y de ética política. Expresó que a él en particular le preocupa una declaración donde se argumentaba que para aliarse no se requerían principios como tampoco eran necesarios para cruzar una calle, bastaba con dos piernas. “Yo les digo a quienes profirieron eso que cuando menos para cruzar la calle se necesita el principio de la vista, fijarse si no viene un coche, sino te caes en una coladera”, argumentó Porfirio Muñoz Ledo en rueda de prensa con motivo de su visita por el inicio del programa televisivo Entre Amigos de Producciones Enlace.
Argumentó que para él es extraño, por no decir esquizofrénico que el PAN y el PRD tomen estas decisiones que aparentemente contradigan el discurso de sus principales líderes que se han deslindado. Esta situación a nivel nacional genera confusión. “Tenemos que ser cuidadosos, porque el argumento que han adelantado algunos líderes es que esto es una cosa práctica, si no paramos al PRI en las diez elecciones que viene ya no tenemos nada que hacer”
Él se dijo dudoso de qué tanto puedan funcionar estas alianzas en materia electoral porque finalmente los gobernadores electos por la izquierda se entendieron con Calderón, ahora podría tenerse el problema de que quienes sean elegidos como gobernantes de los diez estados en cuestión puedan entenderse con el PRI.
“El pragmatismo tiene sus límites, hay que tener cuidado con eso porque por lo menos podemos perder lo más”.
En este mismo sentido, argumentó que más allá de los alcances de los partidos por sí mismos con su potencial político, él es partidario del movimiento social como una victoria de las fuerzas progresistas a través de mover conciencias, más allá de los espacios ganados por los partidos.
Para ejemplificar un poco de esto, recordó la experiencia del 88 donde con algo de antelación cuando se separaron del PRI organizaron una campaña que no tenía más del 6 por ciento y ganaron las elecciones con un gran despertar de la conciencia pública; además de lo que pasó con López Obrado que para él fue también una victoria electoral.
“Para los grandes movimientos de izquierda o de cambio porque también está el arrastre que tuvo Vicente Fox en el 2000 y que luego dilapidó por irresponsable, es el movimiento social lo que cuenta, Fox hubiera ganado o no hubiera ganado en el 2000, tuviera el número de gobernadores que tuviera el PAN o no tuviera ninguno”.
“Una cosa son los espacios políticos de los partidos a nivel municipal, local o nacional de los cuales derivan sus ingresos y sus prerrogativas y otra cosa es el movimiento social que lleva a los grandes cambios políticos del país”.
Muchos movimientos sociales han sido descabezados y es esto lo que en muchos casos no les ha permitido figurar o lograr un cambio. “Los movimientos no llegan cuando fallan las dirigencias (…) Los partidos tuvieron que ver mucho, la plantonización del movimiento, el plantón que molestó a la clase media fue una forma de desmovilizar a la gente (…) por la vía de la lucha entre los partidos y de la morralla política no vas a hacer un cambio en este país, la única apuesta que tienes es por la movilización social, si esa tampoco gana, entonces despídete del país, también este país puede no tener solución , yo también tengo respuesta para los pesimistas porque a veces yo caigo en ello también”.
Aunque por otra parte también plantó que habría que analizar el problema, no ser tan cerrados para ver que incluso en algunos casos las alianzas pueden darse por una petición de los ciudadanos, pero hay que ver en cuales corresponden realmente al deseo de los ciudadanos y en cuanto a los intereses de los partidos.
En relación a la reforma del estado consideró que los legisladores deben tener en consideración antes que la propuesta de Calderón el paquete que ya habían hecho de expertos, sociedad y partidos donde se propusieron 137 iniciativas.
“No tiene futuro la iniciativa de Calderón. Ayer nos reunimos los grupos parlamentarios de izquierda en la Cámara. Estamos haciendo una agenda básica de reforma del estado sobre lo que ya está trabajado”.
Hay tres grandes reformas a tratar hoy en día: una es la económica, la del estado y la mediática. En torno a la cuestión de los medios y el reparto de las concesiones o los espacios en el espectro debería ser decidida por un órgano constitucional autónomo de composición ciudadana y no por el COFETEL, para que el reparto sea más equitativo entre empresas privadas, entidades públicas, universidades, organizaciones sociales, comunitarias e incluso para los pueblos indígenas.