- El exdirector del CIDE y experto en ciencias políticas opina que los estados deben de atraer inversión sin poner en riesgo el erario
- Detrás de la llegada de industrias automotrices se han encontrado facilidades de los gobiernos para que estas se instalen en los estados
Uno de los retos más grandes que tienen los estados para poder reactivar óptimamente su economía es lograr atraer nuevas inversiones pero sin “minar la base fiscal”, para que después no se perjudique al erario, explicó Carlos Elizondo Mayer-Serra, en el foro ciudadano “Destino Ags: Economía”, organizado por el senador Antonio Martín del Campo como parte de un ejercicio para, de la mano de expertos, generar iniciativas con políticas públicas más innovadoras que atiendan las necesidades de la sociedad actual.
Sobre el tema, el exdirector del CIDE y también exembajador de México en la OCDE profundizó:
“Hay algunos estudios de cómo algunas plantas automotrices que se han atraído en el pasado, pues dejan unos hoyos fiscales más allá de los problemas de corrupción que presuntamente se dieron, por ejemplo, en la compra del terreno de la planta de KIA en Nuevo León, según reportes periodísticos, además de eso que es obviamente gravísimo, pues es este balance de cómo atraes la inversión sin minar la base fiscal que luego te permita generar esos bienes públicos que van a atraer a más inversión”.
Según el reportaje “Operación Nissan II: La gran inversión que exprimió el dinero público de un estado”, las periodistas Jennifer González y Mónica Cerbón revelaron cómo el gobierno priísta de Carlos Lozano de la Torre se puso a modo dándole distintas facilidades a la empresa transnacional para que esta se instalara en la entidad a costa del dinero de Aguascalientes.
Elizondo Mayer-Serra, experto en ciencias políticas, destacó en su participación que el “tema más complicado” respecto a atraer nuevas inversiones que no afecten las arcas estatales, es “cómo obtener una política de inclusión social” que además de buscar no minar la base fiscal, se haga en un contexto donde no se mide la credibilidad de los gobernantes.
Explicó que Aguascalientes, como otras entidades federativas, necesita de un gobierno creíble que no caiga en intereses políticos, así como que sea capaz de pensar en el mediano plazo en proyectos que no solamente traigan beneficios inmediatos, sino que después no sean una carga y, al contrario, ayuden al desarrollo de un estado.