- La Ley Federal del Trabajo estipula cinco días de permiso con goce de sueldo al momento que nace un hijo
- También en el caso de adopción de un niño
Un derecho laboral desconocido por los trabajadores es el de la licencia por paternidad, ya que la Ley Federal del Trabajo (LFT) reconoce como una obligación del patrón otorgar un permiso por cinco días con goce de sueldo en el momento que nace su hijo.
Este derecho tiene sus orígenes en el Convenio 156 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y data de 1981, el cual exhorta a los patrones a tomar medidas para que los trabajadores con responsabilidades familiares se puedan incorporar, permanecer y reincorporarse en la fuerza de trabajo tras una licencia. Prohíbe poner fin a la relación de trabajo basándose en responsabilidades familiares. En el caso mexicano, esta fracción se encuentra en la ley mexicana desde 2012 y fue reformada en 2018.
El artículo 132, fracción XXVII Bis, de la LFT establece la obligación del patrón de otorgar una licencia de paternidad de cinco días laborables con goce de sueldo a los hombres que trabajan al momento de que nace su hijo y en el caso de la adopción de un niño.
En la legislación se indica que los cinco días se cuentan a partir del día de nacimiento del bebé o cuando se reciba al menor adoptado. En caso de no recibir el permiso, el trabajador tiene que contactarse con la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) para interponer una denuncia.
A pesar de los avances, nuestro país se encuentra rezagado en este rubro: en promedio, las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la cual México forma parte, promedian 8.1 semanas de licencia por paternidad con goce de sueldo, al considerar que cinco días de licencia generalmente son insuficientes para alguien que acaba de ser padre.
Según el informe ¿Son los países ricos más favorables a las familias?, realizado por la UNICEF, el permiso remunerado por paternidad ayuda a que los padres puedan establecer vínculos con sus hijos e hijas, contribuye al desarrollo saludable de los lactantes y los niños, además de reducir la depresión materna y cerrar la brecha de la igualdad de género.
En México, la licencia por maternidad es de 12 semanas y, al igual que la de paternidad, está muy por debajo de las cifras promedio de las naciones de la OCDE. Durante este periodo, las mujeres tienen que preocuparse por su recuperación del parto o cesárea, además del cuidado del recién nacido. Un permiso por paternidad más amplio puede impulsar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la crianza de los hijos.