Con un 99.55% de las actas de casilla capturadas en el Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), el organismo informa por ese medio que en lo que se refiere a la elección para elegir diputados federales, participamos el 52.67% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral federal, más de 47 millones 200 mil votos de los más de 93 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral. Esto significa que para 46 millones de electores no fue prioridad participar en la elección más importante de la historia moderna de México.
Bajo una medición simple la ciudadanía estaría reprobada, pero si consideramos que el porcentaje de votación para elecciones intermedias el porcentaje oscila en los 40%, entonces tal vez no estuvo tan mal. Lo anterior sin duda ayudó que las elecciones para gobernador en 15 entidades y las de alcalde en la Ciudad de México ayudaron a aumentar el interés. Con estos datos y al ver las largas filas en los centros de votación, la verdad pensé que estaríamos cerca del 60%, pero es probable que las medidas sanitarias provocaran el efecto de una aparente participación mayor que en otras elecciones.
Sin duda alguna el INE y los miles de ciudadanos que participaron en las casillas son quienes se llevan el mayor reconocimiento por haber logrado una organización y ejecución ejemplar de una elección democrática a pesar del acoso y descalificación presidencial y los actos violentos del crimen organizado.
El presidente es el mayor reprobado por descalificar al INE sin motivo previo al día de la jornada, lo que ayudó a desalentar el voto, al igual que lo hizo el crimen organizado en algunas zonas del país. Pero sobre todo lo repruebo por la burla que hizo de los ciudadanos que no votaron a favor de su partido y por achacar la derrota de morena en la Ciudad de México a los medios de comunicación. Como si los ciudadanos no tuvieran la suficiente inteligencia para razonar por sí mismos, para emitir su veredicto sobre 27 años de gobiernos de izquierda, todos ligados a él o personajes de su gabinete como Marcelo Ebrard. Los integrantes del crimen organizado deben sentirse felices, felices por la aprobación de López Obrador a su buen comportamiento. O sea que abrazos y no balazos a pesar del saldo de 38 aspirantes y candidatos asesinados durante el proceso.
Lo más importante es que la democracia quedó a salvo, al menos aparentemente por el momento. La mayoría obtenida por morena (197), el PT (44) y el PVEM (38) les otorga 279 diputados de los 500. Es decir, alcanzan la mayoría pero no la mayoría “calificada” necesaria para realizar por sí mismo cambios a la Constitución. Para ello les faltan 53 diputados. O sea que ni con los 24 de Movimiento Ciudadano les alcanzaría. Por ese motivo, López Obrador presumió ayer que con diputados del PRI podría hacerlo, pero de inmediato el presidente de ese partido Alejandro Moreno le reviró: “quien busca romper a la oposición que hace frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador no muestra afecto por México”.
Hay que decirlo, reprobados también todos los partidos políticos sin que se salve ninguno. Finalmente eso ya lo sabíamos porque los ciudadanos no los quieren, en realidad parece un concurso de negativos, gana el que menos imagen negativa tiene y ese es morena seguido del PAN. Las campañas fueron negativas, las actitudes, lo que le sigue, la falta de empatía y solidaridad de muchos candidatos como Fernando Larrazabal del PAN en Nuevo León quien hizo el ridículo, los Salgado Macedonio en Guerrero, y tantos otros que confirmaron que lo menos importante es México.
En Nuevo León por cierto me parece que no acaban de aprender, ahora van a experimentar con Movimiento Ciudadano, con un gobernante popular por sus ridículos. No es culpa de Samuel García, sino de quienes le festejan al elegirlo. No tardarán mucho en comenzar a quejarse, aunque espero equivocarme por el bien de ese estado. Lo opuesto me parece Luis Donaldo Colosio Riojas, electo presidente municipal de Monterrey la capital. Ojalá no defraude y logre hacer un gobierno propio de las esperanzas que muchos tienen en él no solamente para ese cargo, sino para los futuros que puede alcanzar posteriormente. Para muchos, este joven representa la esperanza de México, pero para eso falta mucho por demostrar. MC por su parte me parece que no logra cuajar como una opción nacional, se limita a triunfos con ciertos “buenos” candidatos, pero difícilmente representará una opción viable para 2024 como era su objetivo.
El PRD queda casi desaparecido, al PRI lo sostendrán cuatro gobernadores y el PAN gana lo que tenía que ganar, Querétaro y Chihuahua, además de elecciones locales importantes como Aguascalientes y Estado de México para redondear la efectiva mancuerna que hizo con el PRI y el PRD en las alcaldías de la Ciudad de México y manteniendo la histórica alcaldía panista de Benito Juárez que nunca ha tenido la izquierda. La alianza Va por México sin duda logra un éxito rotundo al partir a la capital en dos, sin duda un augurio de lo que sucederá a nivel nacional a medida que avance la experiencia ciudadana con los gobiernos de morena. Quedó claro, en algunos estados los ciudadanos quisieron cambiar y experimentar con Morena, a ver como les va, mientras que en las alcaldías del poniente de la gran Tenochtitlan la gente harta les dijo adiós.