Aunque los libros de texto de diferentes niveles educativos manejan temas de nutrición a manera de prevención, no se ha logrado incidir en los hábitos alimenticios de las familias mexicanas, por lo cual nuestro país tiene altos índices de obesidad y enfrenta problemas de desnutrición en ciertos grupos sociales, al mismo tiempo.
Para garantizar la adecuada nutrición de la niñez y la juventud de México, es necesario el trabajo conjunto de las autoridades de los sectores educativo, de salud, la sociedad civil y los medios de comunicación y es en ese sentido que en el congreso local se evalúa la instauración de un Consejo Estatal de Nutrición.
El diputado Francisco Guel Sosa, quien presentó la iniciativa, profundizó en que se trataría de un organismo autónomo, pero relacionado con el eje rector del Instituto de Salud del Estado (ISEA), integrado miembros de la sociedad civil con conocimiento en la materia, así como autoridades del propio ISEA y del Instituto de Educación (IEA).
Tendría las facultades de hacer señalamientos, evaluación y seguimiento en los programas de nutrición que aplican dependencias educativas y sociales, tales como los desayunos escolares y los que ofrecen los DIF estatal y municipales, así como el funcionamiento de las “tienditas” y cooperativas en los centros educativos.
Entre otras actividades, el Consejo de Nutrición podría generar campañas de difusión y concientización, especialmente al interior de las familias, pues se trata de una cuestión de educación que empieza en el seno del hogar y en la que las escuelas cumplen la función de reforzar.
Además, es en casa donde primero debe procurarse una buena alimentación, pero si los padres no tienen el conocimiento de lo que es bueno o no, ésta no puede darse.
Sin embargo, Guel Sosa vio uno de los principales obstáculos a vencer en los medios de comunicación, pues los niños y adolescentes están constantemente expuestos a publicidad de productos alimenticios “chatarra”, fabricados por grandes compañías capitalistas, mientras que los sanos hábitos alimenticios gozan de poca difusión.
La integración de este consejo tiene miras a futuro, pues con él se busca mejorar la cultura de salud de los aguascalentenses, así como reducir los índices de obesidad y desnutrición del estado y prevenir padecimientos como diabetes, hipertensión, alto colesterol y enfermedades crónicas y degenerativas, que merman la calidad de vida de la población.
El legislador planteó la posibilidad de realizar un foro acerca de este tema, pues el proyecto está en espera de las observaciones que la dependencia de salud, la de educación y el ejecutivo estatal pudieran hacer al respecto, para continuar su análisis en el periodo de receso y presentar el dictamen al inicio del siguiente ordinario.