Derrota. Arturo Ávila Anaya volvió a fracasar, primero él, seguido del partido al que compró su candidatura a la alcaldía capitalina, con su derrota se lleva entre las patas a Morena y deja a un partido dividido, en conflicto constante, sobre todo, endeudado: deudas por las multas con que la autoridad electoral castigará la campaña electoral de Arturo Ávila, evidenciando la brecha entre la dirigencia morenita y su base, ni siquiera el relevo de último momento de Eulogio Monreal consiguió unificar al morenaje en torno al empresario, a esta crisis de identidad es necesario sumar la de credibilidad, antes que pensar que Aguascalientes es territorio azul porque el Partido Acción Nacional tuvo unos resultados increíbles: gana en 4 alcaldías y las tres diputaciones federales, y la coalición con el PRD obtiene 16 diputaciones locales, será necesario pensar en que la mayoría rechazó a la Cuarta Transformación, al presidente Andrés Manuel López Obrador, ese discurso en el que se quiso montar Arturo Ávila.
Puras excusas. Antes de que se hiciera el anuncio oficial del cierre de casillas, Arturo Ávila y Eulogio Monreal convocaron a rueda de prensa para anunciar, sin excusas, que de acuerdo a sus datos, estaban en condiciones de cantar su triunfo, pero no lo hicieron porque preferían ser prudentes y esperar a que la autoridad electoral confirmara su triunfo… Ocurrió todo lo contrario, mientras el PAN era cauto y postergaba salir a anunciar públicamente que arrasó, los de Morena le jugaron a la sombra, cuando el equipo de Leonardo Montañez convocó a un mitin en la exedra, los de Arturo Ávila amagaron convocando a uno en la calle Carranza, para después recular y posponer el encuentro del candidato con sus seguidores y los medios de comunicación. En el chat, la “vocera” del empresario, Alejandra Peña, quien ya se ganó una regiduría plurinominal en el cabildo capitalino, mandó a que “cada quien festeje en su casa” para rehuir los cuestionamientos. A la una de la mañana, remitieron a los medios el “mensaje final” del perdedor.
Ay, mis hijos… ese fue el tono del mensaje de Arturo Ávila, destacando sus grandes “logros” de campaña, como jugar futbol, llevar pipas o poner pasto; incapaz de reconocer el triunfo de Leonardo Montañez, el empresario le deseo a los contrincantes la mejor de los suertes, no sin antes restregarles que él lo hubiera hecho mejor. En un gesto ridículo, Arturo Ávila se quitó el saco para anunciar que se convertía, de nuevo, en un empresario, ridículo. Después de dar las gracias, otra vez, anunció que se retiraba de la política y finalizó con un “que Dios, que Dios bendiga a Aguascalientes”, con un evidente desdén por la rendición de cuentas o compromiso con el partido que lo acuerpó, ahí se ven, dijo Arturo Ávila para justificar su desaparición y el cochinero que dejó atrás.
Mentiras. Entre las mentiras, la constancia en el juego sucio, que deja sin resolver Arturo Ávila y muchos otros candidatos, se encuentra a lo que han rebajado la estadística y los estudios de opinión, porque en Aguascalientes no hubo un solo candidato que decidiera usar las encuestas de una manera profesional y prefirieron pagar sondeos o amañar resultados para inflar sus números; hubo estudios que colocaban a Luis Armando Reynoso Femat por encima de Norma Guel o Gabriel Arellano, cuando Fuerza por México no alcanzará a mantener su registro y a Reynoso Femat no le sirvió su “hola, hola” más que para conseguir poquito más del 2% de los votos, contando los de sus empleados, quienes fueron obligados a votar por su patrón. Al menos queda claro que si bien se puede intentar manipular las encuestas, la percepción que deja en la ciudadanía una sentencia por peculado, esa, es difícil de borrar.
Adiós. Son resultados preliminares, seguramente la elección se judicializará, pero ante la despedida de Arturo Ávila se ve difícil que Morena pueda obtener algo más o cambiar los resultados, lo mismo con los porcentajes de votación que lograron candidatos que nunca debieron participar, como Jorge Adán Rosas Murillo del PES, Germán Alejandro Arciniega Muñoz de las RSP, y Ricardo Franco Sierra del Partido Libre de Aguascalientes, quienes ni siquiera alcanzaron el 2% de la votación, en las mismas quedó Saraí Ornelas Álvarez del Verde Ecologista, aunque su participación deberá ser considerada de manera distinta porque al cierre de su campaña se animó a denunciar el cacicazgo machista de Sergio Augusto López Ramírez, al momento en que escribimos esta columna, el porcentaje de votación que recibió el Verde, deja en la rayita de la plurinominal a la hija de López Ramírez, habrá que esperar la justicia poética.
Desbandada. Muchos aprendizajes tendrán los partidos políticos de esta elección, si es que quieren aprender algo, si no a lo mucho les bastará los porcentajes y los números ganados o perdidos. Quienes se queden en los partidos políticos tendrán un trabajo enorme por recuperar la confianza y hacerse de militantes nuevos o recuperar los perdidos, como el PRI, que increíblemente retuvo su voto duro en algunos bastiones como en San Francisco de los Romo con Margarita Gallegos que repite como alcaldesa, pero lejos de eso, el PRI revive por culpa de Morena, no por méritos propios. Tan increíble como que por Alfredo Adame votaran más de 300 personas o que Norma Guel felicitara a Leonardo Montañez por el triunfo que porque ella representa a un partido, el PRI, que sabe ser oposición razonada y no obstinada, pero saaaabe, se le olvidó que milita junto Blanca Rivera Río y Carlos Lozano…
Impresentables. Pero esa desbandada la veremos en los partidos que no han consolidado su fuerza política, esos partidos que convocaron a cualquiera que se dejara para meter a como diera lugar candidaturas, sin importarles cuadros que representaran el color del partido. No aprenden a Morena, que promueve en su mayoría a personajes impresentables, lo que concuerda bien con su idea de transformación, como Layda Sansores que se perfila como gobernadora de Campeche y Evelyn Salgado de Guerrero, la primera, senadora con licencia, admiradora de López Obrador, que factura a cargo del Senado tintes de cabello, comida, ropa, muebles de lujo, que manda estampar en finas prendas el rostro de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en la más aberrante usurpación del dolor de todo un pueblo; la segunda, sin experiencia, hija de Félix Salgado Macedonio, excandidato a la gubernatura de Guerrero, senador con licencia denunciado por violación sexual y sin investigación en su contra, un tipo que movió la maquinaria de Morena para colocar a su hija como candidata una vez que el INE lo bajó de la contienda no por agresor, sino por no presentar sus gastos de campaña a tiempo. Esta es la transformación que abanderan.
Triunfo. La victoria y sorpresa de esta elección se las llevó el Partido Acción Nacional, la actitud de campaña de Leonardo Montañez será considerada como modelo a seguir en las siguientes elecciones, la unidad que consiguió en el último tramo auxilió a que la coalición con el PRD mantuviera la mayoría en el Congreso local, ahora con 16 curules. Lo mismo con Antonio Arámbula, quien arrasó en Jesús María a pesar de los malos augurios del marketing político y de las encuestas amañadas.
Exceso de conservadores, no ha faltado quien acuse, pero habría que pensar mejor esa frase antes de culpar al PAN por los candidatos que postuló, porque no es que los otros partidos propusieran a candidatos liberales o progresistas, todos fueron unos agachones antes los golpes en la mesa del Frente Nacional por la Familia, muy pocos, casi ninguno se atrevió a pronunciarse en defensa de los derechos de las minorías o los grupos vulnerables; candidatos retrógradas como David Pérez Calleja del Partido Encuentro Solidario, ya lejos de la sombra de Lorena Martínez, no están nada lejos de ese exceso de conservadurismo del que acusan a los panistas, mientras que otra que no alcanzó como France Svetlana Farías Carrillo, con propuestas de avanzada, consiguió de la nada más del 3% de la votación para la diputación federal. Señalamos que el chiste de “exceso de conservadores” debe ser usado con mesura porque echarlo así como así, es olvidar la diversidad que mostró el electorado, el triunfo de la marca, de Acción Nacional, no puede implicar que todo está perdido para las minorías, sino el necesario fortalecimiento de la participación ciudadana hacia nuevas formas de involucrarse con los movimientos y causas que son necesarios defender en la entidad y el país. Quedarse en que en Aguascalientes ganó la “derecha” es una visión miope que se rinde antes de tiempo.
La del estribo. A pesar de los resultados los verdaderos perdedores de esta elección son los partidos políticos, quedaron exhibidos como lo que son, agencias de colocación para los cuates, zona de pago de cuotas; el triunfo de esta elección fue de nosotros, todos los que salimos a pensar colectivamente en nuestro futuro, a ti que votaste, gracias, sí nos merecemos.
@PurisimaGrilla