No soy ningún devote de que un día
me abrace el corazón un Hombre-Bomba
pa’ ver si estoy con dios o con el diablo.
No tengo templo, no tengo tiempo…
No más héroes por favor – Jaime López y José Manuel Aguilera
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene dentro de sus múltiples organismos internos al Consejo de Seguridad. Este Consejo, de acuerdo a su página de internet, tiene como responsabilidad primordial “mantener la paz y la seguridad internacionales”. Esto mediante, a diferencia de los demás órganos de la ONU, que sólo pueden emitir recomendaciones, las decisiones del Consejo de Seguridad tienen un carácter autoritativo y resolutivo que obliga a su cumplimiento por parte de los Estados Miembros de la ONU.
Este Consejo de Seguridad se integra por 15 países miembros, y cada uno tiene un voto. Las membresías se otorgan atendiendo a la representatividad regional de los países del mundo, con cinco regiones representadas: África, Asia-Pacífico, América Latina y el Caribe, Europa Occidental, y Europa Oriental. De los 15 miembros, cinco son permanentes; los diez no permanentes, cada año se renuevan cinco escaños, cada uno por un periodo de dos años. Desde su instalación, en 1946, los cinco miembros permanentes han sido China, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, y Francia.
Los diez Miembros No Permanentes se reparten la representatividad de las regiones, de tal modo que a África le tocan tres escaños; Latinoamérica y el Caribe, dos; igualmente dos a cada una de las regiones de Asia y de Europa Occidental; Europa Oriental es representada por un escaño. En esta repartición se asegura que el llamado “mundo árabe” esté representado por un país, ya sea africano o asiático. Actualmente, los diez Miembros No Permanentes son: Nigeria, Túnez, Vietnam, San Vicente y las Granadinas, Estonia, Kenia, India, México, Noruega, e Irlanda.
Las sesiones de este consejo están abiertas todo el año, y se llevan a cabo mayoritariamente en la sede de la ONU en Nueva York, aunque eventualmente se han realizado en otras sedes fuera de EEUU. Sin embargo, los países miembros están obligados a tener un permanentemente a representante disponible en la sede central, por si hubiese la imperante necesidad de reuniones de emergencia. Las discusiones plenarias son un formalismo público al que tienen acceso la prensa y los representantes de países no miembros; pero es en las discusiones a puerta cerrada donde se definen los votos, y la orientación de las resoluciones, antes de que éstas se hagan públicas.
Para que el Consejo de Seguridad de la ONU pueda emitir resoluciones, es necesaria la votación aprobatoria de –al menos- nueve votos de entre 15 países. Sin embargo, si una resolución cuenta con los votos necesarios, pero un país Miembro Permanente vota en contra, la resolución se desecha. Este es el “poder de veto” que tienen los escaños permanentes. Así, cuando se emiten resoluciones, éstas pueden acompañarse con medidas que van desde recomendaciones a las partes para que tengan acuerdos pacíficos; la imposición de embargos o sanciones económicas; o la autorización para el uso de la fuerza, a fin de garantizar el cumplimiento de las resoluciones.
Este cumplimiento, en su caso extremo con el uso de la fuerza, se lleva a cabo gracias a la participación de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas, una milicia internacional también llamada como “los cascos azules”. Este ejército se integra por combatientes miembros de las fuerzas armadas y policiales de los países que forman parte de la ONU, y en la actualidad tiene un cuerpo efectivo de alrededor de cien mil elementos. El objetivo de este ejército, de acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas, es el de mantener la paz y la seguridad internacionales, e históricamente han actuado como observadores y mediadores en los conflictos, con un entrenamiento particular en la defensa de los derechos humanos.
Esas características, como “cuerpo de paz”, han sido trasladadas al simbolismo de color en sus uniformes y vehículos (cascos azules, vehículos blancos), sin camuflaje ni mayor referencia bélica. Muchas de sus misiones se realizan con milicianos activos desarmados, o con armamento ligero. Aunque en su mayoría esta fuerza se integra por personal militar, también colaboran profesionistas en economía, administración, derecho, comunicaciones, ciencia política, o Trabajo Social. Este ejército multinacional opera sólo bajo la instrucción del Consejo de Seguridad, y para la movilización de esta fuerza militar se requiere una resolución de por medio.
En resumidas cuentas, todo el armado institucional, político, administrativo, económico, representativo, operacional y organizativo, de todos los países y todo el aparato implicado en el Consejo de Seguridad de la ONU, y su fuerza de paz con los cascos azules, es algo que en términos prácticos se ha demostrado en su completa inutilidad. Israel y Palestina están en una escalada de violencia, y la ONU (con su Consejo de Seguridad y sus cascos azules) sólo han sido un costoso instrumento del ornato, incapaz de pronunciarse o de tomar una resolución por la paz y los derechos humanos en una guerra que lleva ya muchos años.
@_alan_santacruz
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