Fitch Ratings, una de las agencias calificadoras más importantes a nivel mundial, ha confirmado a la deuda soberana de México con una calificación de BBB-, el menor grado dentro la clasificación de inversión, con perspectiva estable, lo cual significa que no se espera dentro de los próximos 12 meses un cambio en la calificación crediticia.
Recordemos que la calificación crediticia determina la posibilidad de impago de parte de un agente financiero, entre mayor la clasificación menor la posibilidad de impago, siendo para la deuda soberana, deuda emitida para financiar actividades de un gobierno, siendo este instrumento considerado libre de riesgo y como base para las demás tasas de interés para ese país.
Esto significa que a pesar de la crisis ocasionada por la pandemia de coronavirus durante 2020 y 2021, las finanzas públicas se han mantenido estables, en gran parte por el aumento de captación fiscal por la tarea que ha tenido la Secretaria de Administración Tributaria en poder lograr este aumento sin aumentar impuestos y con la presión adicional de una economía endeble que hace que las MiPymes estén sometidas a presiones de flujos de efectivo.
Dentro del comunicado emitido por Fitch se destaca el bajo nivel de endeudamiento de parte de México con respecto a otras economías similares, en lo que en tiempos donde el estrés financiero puede ser mayor por mayor posibilidad de reducción de los flujos de efectivo, dejando un espacio sumamente interesante para poder aumentar el endeudamiento buscando incrementar apoyos destinados a la recuperación de la economía mexicana.
Otro de los puntos del comunicado realizado por Fitch destaca la política macroeconómica estable mexicana, en gran parte por mayor claridad de parte de Hacienda y Banco de México, encargados de la política fiscal y monetaria que ha seguido en gran medida con una agenda clara y sin sorpresas, lo cual ayuda en gran medida a poder anticipar los movimientos macroeconómicos que sucederán para brindar seguridad a inversionistas y demás agentes económicos.
El decremento esperado por parte de gobierno mexicano para Petróleos Mexicanos también se destaca como punto fuerte, donde se espera en este año un apoyo aproximado en recursos del 1% del PIB y posteriormente 0.5% para los siguientes años, lo cual mejora la posición financiera al tener más recursos para otros proyectos productivos, así como para servir para el servicio de los intereses de la deuda soberana.
En contraparte hay diferentes puntos que Fitch destaca como debilidad para las finanzas públicas de México, como lo es la falta de gobernanza sólida de parte de Gobierno, al acaparar gran parte de la agenda política diversos temas que no resultan tan productivos para la economía mexicana, lo cual puede ser sumamente complicado entendiendo que en tiempos de elecciones la agenda se ha enfocado en los procesos electorales y no en lograr una recuperación sólida económica a través de proyectos productivos.
La falta de crecimiento de la economía mexicana a largo plazo es otro de los factores considerados como debilidad en parte por la agenda del gobierno para proyectos a largo plazo la construcción del aeropuerto de Santa Lucia que reemplaza al Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México ubicado en Texcoco, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, que son considerados proyectos cuyo aprovechamiento en un plazo mayor a 5 años puede ser reducido para la inversión realizada.
Uno de los efectos por parte de las medidas tomadas para mejorar a Pemex ha sido la reducción de la tasa impositiva para Pemex lo cual reduce los ingresos para el gobierno lo cual puede generar una presión para los flujos de efectivo para gobierno federal.
A pesar de las dificultades que se han presentado en este año se ha mantenido un curso de acción claro lo cual ha traído un orden y control bastante sólido sobre las acciones de la política macroeconómica y esto es una buena señal para los inversionistas extranjeros, aunque queda claro que en otros rubros como generación de una solidez en el marco legal de las inversiones, en la generación de incentivos para la atracción de inversiones así como diversos que generaban anteriormente que México fuera un destino atractivo para capitales extranjeros.
Falta camino para poder mejorar la situación económica en México, la perspectiva de crecimiento de parte de Fitch Ratings mejoró de 4.2% a 5% para 2021, pero si tenemos en mente que durante 2020 la contracción fue de 8.8%, se debe pensar no sólo en crecer en 2021 sino en 2022 y 2023 para lograr la total recuperación y además poder generar crecimientos que no terminen por hacer que el sexenio se pierda por completo en cuanto a crecimiento económico que ha sido una de las grandes tareas que se han quedado pendiente por parte de la administración federal.