Y por muchas horas a todos ellos se habían adelantado productores y el equipo de La Jornada Aguascalientes que echaría andar, ayer, la primera emisión de “En Voz Alta”.
Minutos antes de las nueve, pese al agitado día que hasta ese entonces había vivido, llegó el invitado. Ya había sido precedido por el conductor y junto con él llegó el director del periódico. Y por muchas horas a todos ellos se habían adelantado productores y el equipo de La Jornada Aguascalientes que echaría andar, ayer, la primera emisión de “En Voz Alta”.
En punto de las nueve, después de una breve comprobación de que todo funcionara correctamente, Horacio González dio la bienvenida al público que esperaba “o no- el nuevo programa que el equipo de este periódico preparó por semanas.
Saludó también al invitado, el alcalde de la capital, Gabriel Arellano, así como al director de La Jornada Aguascalientes, representando el contra peso.
Y Jorge Álvarez lo dijo: el objetivo fundamental del programa es que la agenda que dicta la gente se discuta “En voz alta”.
Por ello cuestionó a Arellano la situación actual de la seguridad pública en la ciudad, que para la ciudadanía es un aspecto frecuentemente más importante incluso que la economía. Le preguntó primero si coincidía con sus gobernados en este sentido, a lo que el edil respondió con cifras.
Aseguró que los índices de desconfianza interna, a su llegada a la presidencia municipal, señalaban que 98 de cada 100 elementos de la corporación no confiaban en sus propios compañeros; siendo así, era “imposible plantear la solución” al problema de inseguridad que encontró en la ciudad.
Afirmó que ahora ese indicador se ubica en 18 por ciento, aunque reconoció que en ello influyó la baja de “252 policías, que hemos ido capacitando”.
El segundo cuestionamiento fue si el discurso del nuevo secretario de seguridad pública municipal, Benjamín Andrade, que presume una drástica disminución de los robos de autos que coincide con las tres semanas que tiene al frente de la corporación, tiene aires triunfalistas, y contrasta con el típico discurso oficial de que la inseguridad es un problema social.
Ante éste, el edil expresó que el ayuntamiento no echaría las campanas al vuelo porque “41 de cada cien personas considera que la seguridad o inseguridad es el tema más importante de Aguascalientes”; al mismo tiempo destacó que a inicios del año pasado eran 67 de cada 100 los que tenían esa percepción.
Señaló no compartir el triunfalismo de Andrade, y ante la insistencia de Horacio González por la posición del Ayuntamiento, afirmó tajante: “¿Yo soy su jefe, no?”
Antes del primer corte, abordó el tema económico, en el que consideró que la crisis local se ha debido en parte al mal funcionamiento de algunas políticas públicas. En específico, dijo que la crisis económica sí ha impactado en la inseguridad que se vive en el estado, y señaló que el problema de desarrollo que vive Aguascalientes no es de este año, sino que viene de “hace 4 ó 5 años”, cuando menos, en los que ha existido una agenda económica deficiente en el estado.
Como en cada pausa comercial subsecuente, Gabriel Arellano escuchó el “Vox Populi” del programa, en el que ciudadanos opinaban sobre sus acciones de gobierno, lo criticaban positiva y negativamente y hasta le hicieron preguntas.
Mientras se transmitían los anuncios, las tres personas a cuadro continuaban su charla con las cámaras apagadas.
Al regreso de la pausa, se le insistió en el tema de la secretaría de seguridad pública y los resultados de Benjamín Andrade, cuestionando si la razón de los buenos resultados recientemente obtenidos era la capacidad de el actual titular o el por qué no se dieron con su antecesor, así como un contraste con el comunicado oficial del gobierno estatal donde se enunciaron los logros de la dependencia de seguridad correspondiente, al mando de Eugenio Hidalgo Eddy.
Arellano respondió que él mismo se ha cuestionado por qué esos buenos resultados en tan poco tiempo, atribuyéndolos a que “se ha hecho mucho trabajo” y a la experiencia de 26 años de Andrade; aseguró el mismo funcionario admitió ante él que cuando ocupaba el cargo subordinado a Jesús Manuel García Salcido “no tenía los medios para hacerlo”.
También consideró al citado boletín gubernamental como una confirmación de que la corporación municipal ha arrojado buenos resultados.
Sobre el ex encargado de despacho, arraigado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) hace ya más de cuarenta días, reconoció que no sabe la razón de su detención, manifestando que no es asunto de su competencia y justificó su aguerrida defensa a favor de él como parte de su trabajo.
Sobre las especulaciones que se dieron tras la detención de García Salcido, acerca de la llegada de un militar a la corporación municipal, defendió que fue un debate profesional que brincó a lo mediático y que concluyó con la reflexión de que ese aspecto duraría sólo unas semanas.
Para cerrar la discusión sobre seguridad pública, el alcalde reconoció que la hipotésis que se manejó, de la posible llegada de un general al mando de la policía municipal fue un asunto meramente “mediático” en el que rectificó.
Ante el comentario de Jorge Álvarez, sobre el hecho de que nunca como ahora han existido mandos militares en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, y que pese a ello van 5 mil ejecuciones en lo que va del año, el primer edil reconoció la “falta de resultados”.
En el transcurso de la emisión, se pasó al tema de la relación alcalde-cuerpo edilicio, que últimas fechas parece ríspida por cuestiones electorales. Ahí, comentó que de acuerdo a la ley, quienes integran el cabildo son todos iguales y reconoció que al menos seis o siete de quienes colaboran con él en esas funciones tienen aspiraciones políticas para 2010.
Asimismo, cuestionado acerca del desplegado de un grupo de regidores, en respaldo de la Secretaría de Servicios Públicos, contestó: “Yo les dije a los regidores que les agradecía el desplegado, que lo veo como una felicitación a mi trabajo”, y reiteró el respeto a quienes dijo, “son iguales que yo”.
El alcalde se definió después como un hombre de familia, de apellido en Aguascalientes, educado en el respeto a la ley -“si no la respeto yo, entonces, ¿quién?”- y en ese sentido, dijo, no se puede separar lo personal de lo profesional, por lo que su gobierno busca fomentar la colaboración de la ciudadanía.
El último tema que se tocó con el primer invitado de “En Voz Alta” fue el de sus aspiraciones para la elección local del año entrante, a propósito de la encuesta que lo coloca a la cabeza de las preferencias en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la fecha en la que habrá de renunciar a sus cargos los actuales funcionarios que deseen contender.
Aquí, Arellano se sostuvo en el presente y en la afirmación del respeto a la ley, apelando a su trabajo al frente de la administración municipal y al trabajo que como alcalde le resta por hacer.
No obstante, su renuencia a hablar sobre sus aspiraciones no evitó que señalara que “ahí están los números”, sonriendo, ante las encuestas citadas que lo sitúan como el favorito en el PRI para la candidatura a gobernador.
La primera emisión de “En Voz Alta” terminó con la invitación a seguirlo cada semana, en punto de las 9 de la noche, y con el suspiro del equipo de producción que trabajo más que horas extras para sacarlo adelante.
