Las aplicaciones de pedido y reparto de alimentos se han popularizado últimamente. Desde antes de la pandemia de COVID-19, muchas personas han utilizado este clase de plataformas para conseguir alimentos y otros productos sin salir de sus casas. Detrás de estos servicios hay personas trabajando para recoger y entregar los pedidos, quienes laboran en condiciones lamentables.
El usuario de Twitter @Venecletero ha publicado un hilo en donde habla de su experiencia como repartidor para estas aplicaciones. Mediante ejemplos de su forma de actuar, deja ver que plataformas como Uber Eats, Rappi y Didi Food no ofrecen seguridad laboral a las personas que hacen posible que obtengan ganancias.
Por ejemplo, cobran por el uso de la aplicación a las y los repartidores, quienes además deben cubrir los costos de su material de trabajo, como transporte, mochila e indumentaria. No solo eso, sino que solo reciben una pequeña parte del costo de envío e incluso Uber Eats descuenta las propinas que la clientela da a la gente que les entrega su pedido.
En caso de sufrir un percance al realizar su trabajo, las aplicaciones se deslindan y presionan a las y los repartidores para completar el pedido, bajo amenaza de sanciones. Además, el costo de estos imprevistos debe ser cubierto por la parte afectada, ya que los seguros contratados solo operan en casos específicos y bajo un sistema de reembolso. Esto es especialmente grave en caso de asalto o secuestro, ya que las empresas se desentienden completamente a pesar de contar con la ubicación en tiempo real de las personas repartidoras.
Durante la pandemia y el confinamiento consecuente las ganancias de estas aplicaciones aumentaron, sin embargo esto no se vio reflejado en el pago que le dan a las repartidoras, quienes incluso vieron como sus ingresos disminuyeron. Además, estas empresas pueden suspender de forma indefinida a estas trabajadoras sin dar ninguna explicación ni derecho de apelación.
https://twitter.com/Venecletero/status/1384709864488800259?s=20
Las personas que laboran para este tipo de compañías se desempeñan sin ningún tipo de derecho laboral, lo que atenta contra su integridad. La pandemia de COVID-19 ha traído graves perjuicios económicos a gran parte de la población mexicana, sobre todo aquellas con ingresos bajos. La explotación laboral de los servicios de entrega por aplicación no hacen más que agravar este problema y vulnerarar a quienes trabajan para ellos.