El Secretario de Hacienda Arturo Herrera dio a conocer este martes que el sector salud ya se está preparando para, a partir de la segunda quincena del mes de abril, poder iniciar la vacunación ahora de los maestros tanto del sector público y privado y plantear así un escenario de regreso presencial a las aulas.
Vale la pena destacar en primera instancia el impacto que esta enfermedad ha dejado en el sector educativo. En el contexto previo a la pandemia, ya existían en nuestro país más de 30.8 millones de personas en condición de rezago según las últimas cifras proporcionadas por el Inegi en 2016. Esto quiere decir que de los 89.7 millones de personas de 15 años o más el 34.4% se encontraba en esta situación.
Incluso desde antes de la llegada de la covid-19, las condiciones de la nación estaban lejos de ser ideales: la desigualdad es el factor determinante en el acceso a las tecnologías necesarias para el modelo de educación en línea implementado en muchas naciones a causa de la pandemia.
Sin embargo, solo el 56.4% de los hogares mexicanos (20.1 millones) cuentan con internet y el 44.3% cuentan con una computadora. Aunado a esto, el 76.6% de la población urbana es usuaria de internet, mientras que solo el 47.7% de la población rural cuenta con acceso a este servicio.
La educación no ha sido el único factor de riesgo. La crisis económica ha afectado directamente los ingresos de las familias y con ello se han disparado los índices de deserción escolar por lo que la educación y la economía se han convertido en una crisis histórica doble para nuestro país.
El cierre de las escuelas tendrá un costo en el bienestar inmediato y a largo plazo de niñas, niños y jóvenes que vieron el proceso de enseñanza aprendizaje interrumpido. Por ejemplo, estados como Chiapas, Oaxaca y Michoacán, que incluso antes del Covid ya contaban con los niveles más altos de rezago educativo con el 52, 51 y 47.8 por ciento respectivamente, tendrán sin duda aún más dificultades.
En el otro extremo, se estima que tan solo 3.9 millones de estudiantes, es decir menos del 16% del total, son aquellos que cuentan con todas las posibilidades y los insumos para poder continuar su educación exitosamente desde la casa. Este panorama es todo menos alentador, es así que pese a lo que dice el mandatario de la nación, el actual modelo de Aprende en Casa ha probado ser insuficiente para compensar la educación del 84% restante, que no cuenta con las herramientas necesarias para poder estudiar.
El impacto definitivamente no se ha dimensionado, docentes reportan que, aunque ha sido positivo continuar con el ciclo escolar y que las y los estudiantes están más familiarizados con el uso de la tecnología, no será hasta que concluya la pandemia cuando las y los alumnos regresen a las aulas, que podremos medir de los verdaderos efectos de esta crisis.
Del otro lado de la moneda, el tema de la salud, el de los contagios que sigue siendo preocupante. Si bien la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador es que se vacune a todos los maestros incluyendo a los de la educación privada, existen otros universos que como en los hospitales no han sido considerados.
Fue una denuncia constante en los nosocomios en los que se vacunó al personal médico que tuviera contacto directo con los pacientes que presentaban la enfermedad, que no voltearon a ver al resto de los trabajadores, administrativos, de servicios de limpieza, camilleros, personal de ambulancias, entre muchos otros que, como los primeros, se encuentran quizás hasta en el mismo riesgo de contraer covid-19.
El mismo escenario se vislumbra en las escuelas, vacunarán sí a los mentores de la educación, pero dejan fuera a toda la gente que tendrá que laborar diariamente para el correcto funcionamiento de los planteles escolares, y al mismo tiempo a los familiares de los niños que asistirán a las aulas.
El gobernador Martin Orozco dio a conocer que para nuestra entidad el próximo regreso a clases en nivel básico programado para el siguiente mes será de manera voluntaria, los papás decidirán si llevan o no a sus hijos a la escuela. Sin duda mucho dependerá de la voluntad de los maestros, pero también del Gobierno Federal y las propias familias para que, en la encrucijada, el escenario sea el más favorable para todos.
Y así nuevamente el Covid ha dejado evidencia de la situación de los países en cuanto a la desigualdad que vivimos de manera global; en nuestro caso ha puesto el foco sí en el sistema de salud, muy alejado sin duda al de Suecia, sí señor Presidente. Ahora la fragilidad de la economía y, en breve, de panorama que enfrentaremos en el ámbito educativo.
