Miserables, fue una de las tendencias que me mostró Twitter, cientos de mensajes en que se exhibía a los Servidores de la Nación que corrieron a gritos de un centro de vacunación a trabajadores de la salud del sector privado, indicándoles que “Si no son del IMSS o del Issste, no tienen nada que hacer aquí”, un trato indignante hacia quienes también están combatiendo a la pandemia; otro grupo de mensajes hacían referencia a otro tipo de miserables, descalificando a quienes criticaron al diario La Jornada por la cabeza en que apoyó el ataque del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Artículo 19.
La decisión editorial de ese medio para defender al presidente resaltó: Financiado por EU, Artículo 19 nutrió el golpe contra México, los balazos que acompañan esa aseveración no indican que fue una declaración del presidente, sólo agregan elementos para sustentar que, efectivamente, eso fue lo que hizo la organización, como la temeraria apuesta de López Obrador acerca de probar que todos los miembros de Artículo 19 son opositores a la Cuarta Transformación porque el vocero actual de Mexicanos contra la Corrupción dirigió el organismo durante diez años, así como la defensa de la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, quien ha mantenido esa agencia en huelga ya por más de un año. Se refuerza el respaldo al mensaje presidencial indicando que “nosotros” (¿La Jornada y toda la Cuarta Transformación?) no opinan sobre la violación de derechos humanos en Estados Unidos y por eso está mal que el Departamento de Estado de los Estados Unidos se meta en asuntos de los mexicanos.
El terrible ataque que, según López Obrador, fraguó Artículo 19 fue la publicación del informe Distorsión: el discurso contra la realidad, un estudio en el que se indica que la violencia contra la prensa y los periodistas se mantiene al alza, y que la censura y la represión siguen siendo una amenaza porque el discurso oficial distorsiona la realidad por su aversión al disenso, en detrimento de la libertad de expresión y el derecho a la información.
La Jornada decidió apoyar el ataque del presidente a Artículo 19 y en Twitter algunos decidieron evidenciar que ese diario recibió el 11% del total de la publicidad oficial que paga el gobierno de López Obrador; por ese atar cabos fue que muchos tetratransformistas decidieron llamar Miserables a quienes indicaron que el periódico había tocado fondo en su defensa irrestricta de la Cuarta Transformación.
Desde que La Jornada llegó a Aguascalientes me integré a este magnífico equipo de trabajo que evolucionó hasta convertirse en LJA.MX, por supuesto que me atrajo la reputación del diario, renombre que de su fundación a la fecha ha ido perdiendo, pero que no lamento ni exhibo, no por esa frase que en el medio periodístico de Aguascalientes se suele usar para pasar por alto que no se exhiban actos de corrupción o malas prácticas entre periodistas y empresas, “perro no come perro”, sino porque a mí la defensa que hace La Jornada de López Obrador solamente me decepciona, ya no me representa ni incide en el trabajo que desde LJA.MX intentamos hacer.
Me decepciona esa línea editorial a la que no le importan los lectores sino la defensa del negocio, pero más me causan pesar los tetratransformistas que descalifican como miserables a quienes exhibieron a La Jornada, porque no se permiten ver contra qué están vociferando, cómo propician el discurso único de la propaganda gubernamental, cómo se disuelve la pluralidad en un frente que quiere impedir el disenso, porque esos que respaldan el ataque a Artículo 19 son los mismos que no dijeron nada cuando La Jornada ensalzó la administración de Enrique Peña Nieto.
La Jornada tiene derecho a bailar al son que le toquen los dineros de la publicidad oficial, los lectores tenemos el derecho a no seguirlos en su empresa, para quienes la postura de ese diario les provoca algo más que decepción creen que tienen la obligación de exhibirla, está bien, y quienes descalifican todo lo que no sea dictado por Andrés Manuel López Obrador, ¿qué mandato siguen, como lectores, en nombre de qué derecho acompañan la amenaza e intimidación a Artículo 19?
Coda. “A mí, cuando veo un muerto, la muerte me parece una partida. El cadáver me da la impresión de un traje abandonado. Alguien se fue y no necesitó llevar aquel traje único que había vestido”, del Libro del desasosiego de Fernando Pessoa.
@aldan