- Han tenido que vender sus pertenencias para comer y pagar recibos
- Se han creado redes de apoyo entre ellas para ayudarse
Mujeres trans trabajadoras sexuales han creado redes de apoyo para quienes siguen viendo sus ingresos limitados. A un año de la pandemia, estas trabajadoras se han visto relegadas, han tenido que vender sus pertenencias para tener alimentos.
El covid-19 afectó gravemente a las trabajadoras sexuales, pues sus ingresos se vieron limitados debido al distanciamiento social y miedo de contagio, impidiendo que tuvieran ingreso alguno. Durante la contingencia estas trabajadoras fueron relegadas en la mayoría de programas de gestión social y quienes recibieron apoyo difícilmente pudieron cubrir sus necesidades básicas.
A más de un año de la pandemia las trabajadoras sexuales siguen viendo mermados sus ingresos, impidiendo incluso la compra de productos de la canasta básica.
“Hubo una de nuestras compañeras que tuvo que vender su microondas, lámparas y demás artículos del hogar para subsistir. Ella vive sola, algunas tienen a las amigas, a la hermana o la tía que de perdido las invitan a comer, pero ella vive sola”, comentó la coordinadora estatal de la Red Mexicana de Mujeres Trans en Aguascalientes, Susan Any Rodríguez Muñoz.
Resaltó que esta mujer tiene miedo a salir a trabajar por miedo a contagiarse, pues de ser contagiada no tiene quién la cuide, quién le de alimentos o de complicarse la enfermedad quién la traslade a un hospital. “Dice: si me muero, ¿quién se va a dar cuenta que morí? ¿Quién me va a reclamar? Porque al parecer no tiene familia”.
Vecinos le han pedido ayuda en las labores domésticas a cambio de alimentos y remuneraciones simbólicas. “Hay señoras que le piden ayuda para barrer, planchar o lavar. Porque ya se dieron cuenta los vecinos que ella fue a buscar trabajo y le dijeron que no”, comentó.
Como respuesta las trabajadoras han creado una red de apoyo para ayudar a quienes estén en condiciones más vulnerables. También se han cooperado para que puedan pagar la luz y agua de algunos meses, otras las invitan a casas.