- En Aguascalientes, lamentable que discursos de odio sean validados por el estado y se afiance en la población
- Si iglesia impugna iniciativa que regula sus declaraciones, la SCJN ha sido clara en definir los límites de la libertad de expresión
Así como la Secretaría de Gobernación busca frenar los discursos de odio desde las iglesias, debería hacer lo mismo en asociaciones civiles que son claramente homofóbicas. Es lamentable que en Aguascalientes estos discursos sean validados por el estado y desemboca en una cadena de discriminación hacia la comunidad LGBT.
En la cámara de diputados el grupo parlamentario de Movimiento de Regeneración Nacional presentó una iniciativa para reformar a Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que tiene como objetivo frenar discursos homofóbicos emitidos por la iglesia ya que señalan que la homofobia sacerdotal se ha convertido en una fuerte oposición a la lucha de derechos humanos de la población de diversidad sexual.
En Aguascalientes, el Colectivo SerGay celebró que desde la Secretaría de Gobernación se impulsara esta iniciativa que busca eliminar cualquier discurso homofóbico y afirmó que sería bien recibido por la población en general.
Criticó que el discurso homofóbico de la iglesia esté sustentado sólo en un par de párrafos del antiguo testamento, olvidando otros valores dentro de la religión. “Es solo un pretexto para odiar a otros”, declaró el vicepresidente del colectivo, Manuel Alejandro Gutiérrez Flores.
Resaltó que la Secretaría de Gobernación está facultada para regular a todos los actores políticos que tengan una voz, incluyendo iglesias, asociaciones civiles y medios de comunicación, pero esto no se ha visto bien reflejado permitiendo el discurso discriminatorio de asociaciones como el Frente Nacional por la Familia.
Reconoció que dentro de la publicidad del Gobierno Federal se busque la inclusión de familias diversas e iconografía que apoye a la comunidad LGBT y personas con discapacidad. Lamentó que en Aguascalientes suceda lo contrario en donde se han impulsado políticas públicas demagógicas que violentan los derechos de minorías.
“Seguimos siendo víctimas de la discriminación valido por el estado, eso es lo que como grupo nos preocupa. Y no solo se queda en un discurso, si fueran palabras se las llevaría el viento, el problema es que desemboca en una cadena de discriminación y violencia que para muchos puede costarle hasta la vida. Ese discurso queda afianzado en los grupos que buscan limitar los derechos de otras personas”, comentó.
Con esta iniciativa que busca eliminar discursos de odio de las iglesias, el activista ve difícil que se logre incidir en el discurso que se ejerce desde alguno de los poderes del estado.
Varias iglesias ya se posicionaron en contra de la iniciativa argumentando que violenta la libertad de expresión y les quitarían el derecho de predicar sus enseñanzas doctrinales que condenan a la homosexualidad y transexualidad.
De presentar un recurso de inconstitucionalidad, confío en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN) tenga muy claro los límites de la libertad de expresión y la violación de derechos de las otras personas.