Una mujer fue asesinada por la policía de Tulum, Quintana Roo. En el video, las imágenes son una réplica del asesinato de George Floyd por un policía en Minneapolis, la mujer está esposada, en el suelo, gritando, la rodean cuatro policías, una oficial mujer la somete colocando su rodilla en el pecho de la detenida y una mano en la garganta. Después, otros oficiales depositan el cuerpo ya sin vida en la cajuela de una patrulla y se la llevan.
Eso es brutalidad policiaca, una muestra de que los elementos de seguridad pública no están preparados de forma adecuada, es también corrupción, los recursos que se gastan en capacitar a las policías deberían evitar estos enfrentamientos, ninguna explicación de las autoridades justifica la forma de actuar de la autoridad, sus excesos.
De acuerdo a los primeros informes sobre el hecho, los policías de Tulum interceptaron a la mujer después de recibir un reporte de que se encontraba “alterando el orden público” y en estado de ebriedad, también se sabe que era de nacionalidad salvadoreña y tenía 35 años, estos mínimos datos los difunde la autoridad subrayando que se resistió al arresto, y que la policía acudió al llamado de quienes la acusaron de estar actuando de manera extraña e intentando detener el tránsito en una avenida. De nuevo, nada de eso justifica la ineptitud y brutalidad de los policías.
Mal hacemos los medios de comunicación al señalar que la mujer murió, mal actuamos al no difundir la noticia como lo que es, un asesinato; es irresponsable quien redacta esa noticia agregando datos que puedan justificar la actuación brutal de las policías. Al menos la Fiscalía General de Quintana Roo ya señaló que al abrir la carpeta de investigación correspondiente se buscará esclarecer “el homicidio en agravio de una víctima de identidad reservada en el municipio de Tulum”.
En la manera de describir un hecho como este asesinato, los medios de comunicación tenemos la obligación de señalar a quienes incurrieron en la falta, a quienes actúan de manera indebida, no es poca cosa dejar cabos sueltos que sirvan como justificación a la brutalidad, porque de esos cabos sueltos se apropian quienes se niegan a ver, además de la ineptitud de la policía, las condiciones de violencia que se ejerce todos los días en todas partes contra las mujeres.
No ha faltado quien antes de evaluar el proceder de la policía, destaque la nacionalidad de la víctima, como si por ser de otro país mereciera la muerte, lo mismo que si estaba o no en estado de ebriedad o alterando el orden público, razones que tampoco implican que alguien merezca ser asesinado.
Hay un grupo conservador y ciego que se basa en las omisiones de la prensa, estos pequeños errores, para intentar imponer su discurso conservador, negligente hacia las condiciones de violencia contra las mujeres, a partir de los cabos sueltos urden una trama en donde se pone en duda la violencia contra una mujer preguntando si acaso había otra manera en que pudiera actuar la policía, destacan que quien la sometió también era una mujer y, enseguida, ponen en tela de juicio esta brutalidad aclarando sin venir al caso, que a los hombres también se les detiene así, que es mayor la cantidad de hombres que muere asesinados.
Parapetados en el discurso de que somos iguales ante la ley y que tanto vale la vida de una mujer como la de un hombre, un grupo de conservadores se niega a ver la realidad de las violencias contra las mujeres, nos niega como sociedad los posibles avances que podamos realizar para alcanzar de manera definitiva la equidad e igualdad, no la letra muerta que son actualmente en las leyes.
Coda. “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas bajo custodia o detenidas, no emplearán la fuerza, salvo cuando sea estrictamente necesario para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos o cuando corra peligro la integridad física de las personas”, de los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
@aldan