Tuve mi primer contacto con la llamada Policía Rosa del Ayuntamiento de Aguascalientes a mitad de noche en una comunidad marginal, que escasamente tiene luz y no tiene pavimento; las calles no están trazadas, aquello era una cueva de lobo. Pero ahí estaba pidiendo auxilio una mujer golpeada por su marido y acudimos en su apoyo la Unidad de Acompañamiento a Víctimas de Violencia de 50 más Uno, A. C.
Quedé gratamente sorprendida por la preparación de la agente rosa para contener la conducta agresiva del machito golpeador que armaba semejante escándalo frente a sus propios hijos y vecinos, además que la agente lejos de amedrentarse, proporcionó a la víctima de violencia información suficiente para continuar con su proceso de denuncia y apoyo emocional para la joven señora golpeada.
En una segunda ocasión, en otra situación de violencia en plena ciudad y a plena luz del día, en la que decidimos acudir en apoyo y acompañamiento, no tuvimos tanta suerte. La agente rosa a cargo, conocía al agresor: un policía suspendido en su trabajo e investigado por haber disparado al aire en un antro. Al llegar al domicilio en cuestión, la agente rosa conversaba amenamente con el machito golpeador, mientras la víctima se encontraba escondida en su recámara; de hecho al arribar yo y un compañero abogado, la agente rosa actuó de manera defensiva y algo provocadora, hasta que se le hizo notar que su comportamiento era inadecuado y se le reportaría.
En un tercer momento de contacto con las agentes rosas y la de la pluma-computadora; constaté que fueron utilizadas dos de ellas para acusar a un ciudadano de haberlas agredido en un evento callejero donde ellas ¡Nunca estuvieron presentes! Le explico apreciada lectora, querido lector. Un amigo muy querido, increpa a un oficial varón por el exceso de fuerza con que revisan a un par de jóvenes en el entorno al mercado Juárez; al oficial varón no le agrada el reclamo de mi amigo y decide detenerlo, no sin antes romperle su aparato celular en el que se grabó la detención arbitraria. Tras un penoso lance, del que ya le daré detalle, liberan a mi amigo, no sin antes informarle que fue acusado de agredir a dos agentes mujeres que él nunca conoció. Ya obra queja sobre esto, en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y se encuentra en proceso de investigación.
Policía Rosa: mujeres que golpean mujeres. Verdaderamente lamentable, que las llamadas agentes rosa, cuya misión era protegernos de los golpes de los agresores, se conviertan justo en lo que juraron combatir, se convirtieran en agresoras de mujeres.
Los actos infractores, deben, por supuesto sancionarse. Ante todo acto contrario a los reglamentos municipales o alguna ley de cualquier tipo, se debe proceder en estricto apego al protocolo de reducción de personas y detener en términos impecables en el respeto a los derechos humanos de las supuestas infractoras, que no delincuentes.
En una noche indigna, un 8 de marzo de 2021 en Aguascalientes, ciudad; las agentes rosas, en medio de la algarabía, las bromas misóginas, las arengas machistas y cargadas de odio de los policías varones, hicieron lo que tantas mujeres para ganar aprobación masculina: agredir, injuriar, descalificar y golpear mujeres. Se lo pongo fácil estimada lectora, querido lector, en el feminicidio número tres cometido en Aguascalientes este año 2021, la asesina, buscadora de aprobación masculina, complació a su expareja con ese brutal acto ¿Encuentra Usted la similitud con la patológica conducta desarrollada en una noche de oprobio el 8 de marzo en plena Plaza Patria en Aguascalientes capital? Porque yo sí y me parece que esa conducta sumisa a los policías varones y seguramente a sus jefes policías varones me parece suficiente para exigir la desaparición de ese grupo de cobardes mujeres disfrazadas de valientes amazonas.
Policía Rosa: firmantes de acusaciones falsas. Le libre a Usted mi padre Dios de reclamarle a la policía municipal alguna nimiedad, estimada lectora, querido lector. Un querido amigo veterinario y comerciante, fue detenido por increpar a un policía varón que realizaba una detención con exceso de fuerza y terminó acusado de agredir a dos agentes rosas que nunca conoció. Otra admirada amiga escritora, reconocida cuentista que también colabora en LJA.MX, fue amenazada por un par de policías varones a los que reclamó hora y media de consumo de su “lunch” en un local público mientras estacionaron en segundo carril su patrulla. ¿Qué hago? Me consultó vía celular mi amiga cuenta cuentos. ¡Ni te metas! Amiga, te van a acusar de golpear agentes rosas, tuve que mal aconsejarle.
Agentes rosas: las nuevas agresoras. Las mismas mujeres que juraron salvaguardarnos de los golpeadores varones, son las que un ignominioso 08 de marzo de 2021 en pleno Centro Histórico de la Ciudad de Aguascalientes, nos golpearon con palos de escoba, nos sometieron como las peores delincuentes en el piso, nos arrastraron tirándonos de los cabellos y nos llamaron perras. Ellas que deberían protegernos se convirtieron en verdugos. Impías, faltaron a los valores en que fueron formadas. Crecidas por el odio y preocupadas por obedecer a sus jefes varones nos denigraron públicamente. ¡Ellas! Las que juraron protegernos.
Agresoras profesionales, disfrazadas de cuidadoras. La llamada Policía Rosa debe desaparecer. Ya tenemos suficiente las mujeres con los golpes que nos lanzan los machitos, los agresores cotidianos, como para pagar con nuestros impuestos a mujeres que reciben entrenamiento profesional para violentarnos. Verdaderas armas blancas son Estas que, a diferencia de un machito golpeador, sí saben golpear, están físicamente preparadas y, además se esconden en un uniforme rosa-sangre. Ni un peso más del erario municipal para cubrir un cuerpo policial que nos agrede. ¿Sabe Usted estimada lectora, querido lector, a quién debíamos llamar las mujeres que fuimos agredidas a golpes un 8 de marzo del 2021 en pleno espacio público? ¡A las agentes rosas! Pero estaban ocupadas: golpeándonos.
¡Nos vemos en la próxima!