El mismo día que Amnistía Internacional presenta su informe México: la era de las mujeres. Estigma y violencia contra mujeres que protestan, desde Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador les da permiso a ellas para que marchen el 8 de marzo, y con la siguiente recomendación: “La única cosa es que las manifestaciones sean pacíficas porque también si hay violencia es una contradicción ¿cómo se lucha contra la violencia y se manifiestan de manera violenta? Eso lo considero contradictorio, pero se respeta a todos y a todas las mujeres, no hay prohibición”.
El presidente también pidió a las mujeres organizadas “que no se dañen establecimientos comerciales; que no se afecten monumentos públicos y, mucho menos, que se agreda a otras personas”; parece increíble que López Obrador no entienda el entorno hostil que genera con su discurso, hay varias razones posibles por las que insista en estigmatizar estas manifestaciones, la primera porque honestamente cree que declararse “humanista” basta para tener contentar a las feministas; otra, porque sabe que los movimientos de mujeres organizadas ha sido hasta ahora la única oposición real que se ha encontrado su proyecto de Cuarta Transformación, y por eso termina a la defensiva contra cualquier expresión de ellas; a lo que hay que agregar que nadie alrededor del presidente le ayuda a analizar su discurso, diga lo que diga López Obrador siempre va a contar con el respaldo inmediato de la masa que lo idolatra y de sus funcionarios lambiscones.
El informe de Amnistía Internacional funciona porque pone en blanco y negro las condiciones hostiles que generan las expresiones de López Obrador, pero no sólo él, si el presidente lo leyera entendería que forma de condicionar amablemente a las mujeres –aparte de regalar un permiso del que nadie requiere– se distorsiona cuando es interpretado por los otros, fanáticos o adversarios aprovechan sus palabras y las entienden a su conveniencia para caracterizar las protestas contra la violencia de género contra las mujeres como violentas, dañinas, incorrectas, por decir lo menos.
México: la era de las mujeres. Estigma y violencia contra mujeres que protestan muestra el campo de cultivo fértil donde caen las palabras del presidente, y si bien no se puede dejar de señalar el discurso de López Obrador, también es indispensable que se deje de promover esta imagen de las mujeres desde los medios de comunicación.
Los imbéciles que descalifican el ejercicio de los derechos de las mujeres, que se oponen a las acciones afirmativas y reducen a un biologicismo barato o la palabra de dios la justicia de sus demandas, lamentablemente, seguirán existiendo, expresando en redes sociales su ignorancia y odio, con ellos la solución es simple dejar de validar las opiniones de gente estúpida haciendo eco de sus dichos, ser cuidadoso incluso con la forma en que se les confronta, porque si lo reducimos al meme, a la burla, al escrache, lo único que se logra es ampliar su audiencia, hacerlos famosos, reducir a chiste lo peligroso de su discurso.
Con los medios de comunicación será más difícil, a pesar de que bastaría dejar de consumir las noticias que propaguen esa imagen violenta de las mujeres organizadas, no basta, el compromiso debería ser una respuesta con aquellos que antes que las demandas de las mujeres organizadas, dan prioridad a los actos violentos que pueda cometer un grupo, exigir a los medios que se deje de estigmatizar a los diferentes movimientos feministas para que dejen de caer en el juego de los conservadores, que para restar legitimidad al derecho del aborto legal reduce a las mujeres a abortistas.
En general, un análisis constante de la forma en que pensamos que es lo que el otro merece desde el privilegio, aceptar la igualdad desde las diferencias sociales, económicas, sexuales, culturales y las deudas históricas que se tiene con aquellos a quienes consideramos distintos.
Coda. El informe de AI concluye contundente “Las mujeres que se manifiestan contra la violencia de género afrontan un riesgo particular de vulneración de sus derechos humanos, conocido por el Estado mexicano, por lo que tiene la obligación reforzada de respetar, proteger y garantizar todos los derechos humanos de las mujeres y niñas que se manifiestan”, el Estado y todos.
@aldan