Desdén en la Conade: Una improvisada selección de basquetbol - LJA Aguascalientes
21/12/2024

APRO/Beatriz Pereyra

 

La selección mexicana de basquetbol se enfrenta, otra vez, al desdén de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), organismo que la dejó a la deriva para enfrentar un torneo internacional al cual México estaba obligado a asistir, de lo contrario la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba) desafiliaría al país durante cuatro años y le impondría una sanción económica de 227 mil dólares.

Después de que la sonorense Xóchitl Lagarda renunció a la presidencia de la Asociación Deportiva Mexicana de Basquetbol (Ademeba) a finales de octubre pasado, en medio de señalamientos de corrupción a otros integrantes y a la propia Fiba, la titular de la Conade se desentendió del representativo nacional, de tal suerte que para participar en la ventana Fiba –el viernes 19 y el sábado 20 de febrero– el equipo se vio obligado a pedir dinero a dos patrocinadores: el municipio morenista de Cuautlancingo, Puebla, y la marca de balones Spalding.

En el colmo, el vicepresidente de la Ademeba, Modesto Robledo, uno de los señalados por Lagarda, no tuvo empacho en pasar la charola con los presidentes de las asociaciones estatales para recaudar los recursos económicos para pagarle 10 mil pesos a cada jugador por su participación.

Desde la renuncia de Lagarda, la Ademeba quedó acéfala y los integrantes del Comité Directivo, entre ellos Robledo, supuestamente se han estado haciendo cargo del organismo.

El equipo mexicano de basquetbol varonil estaba obligado a cumplir con los dos juegos de la ventana Fiba AmeriCup 2021 ante Puerto Rico (el viernes 19 de febrero) y Estados Unidos (el sábado 20 de febrero), torneo clasificatorio para el repechaje rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 que tendrán lugar este año, así como para el AmeriCup 2022, de donde saldrá el pase para el Campeonato Mundial de 2023. 

 

El compromiso de Ayón


El desastre que impera en la selección nacional no fue impedimento para que el jugador estrella Gustavo Ayón volviera a vestir la camiseta nacional, a pesar de que, en noviembre pasado, indignado por el desorden, anunció que no acudiría al llamado en caso de que se le convocara. 

De hecho, no participó en los juegos de la ventana Fiba que se celebraron en Indianápolis del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 2020.

“Es una situación que no tiene pies ni cabeza. No se puede hacer una representación competitiva a 15 días del compromiso en la burbuja de Fiba. No tienes entrenador, no tienes convocatoria, no se sabe quién va a gestionar todo el tema de la selección. Sinceramente a mí no me interesa un proyecto así”, dijo en una conferencia de prensa.

Con el inesperado regreso de Ayón a la quinteta azteca también está de vuelta su amigo y representante Julio César Everardo Cabrera, un empleado de Pemex, quien en Tabasco ocupa una plaza como operario de primer mecánico de piso, pero en realidad no desempeña ese trabajo ni cuenta con el perfil para hacerlo, pues él estudió administración de empresas y actuaría. 

Adscrito a Pemex Transformación Industrial, Everardo Cabrera devenga un salario de 35 mil 900 pesos mensuales. En la selección nacional funge como delegado, es decir, es el responsable del manejo del dinero y de atender las necesidades de los jugadores.

Durante los últimos meses, las distintas selecciones nacionales de baloncesto han atravesado por problemas como consecuencia de las pésimas decisiones administrativas de los dirigentes deportivos gubernamentales y federativos. 

La selección varonil, no obstante, sí ha participado en los juegos de las ventanas Fiba porque, de no hacerlo, la Ademeba se arriesga a una desafiliación definitiva por parte del organismo internacional. Fue así que el miércoles 17 un equipo de 12 jugadores viajó a Puerto Rico para cumplir con el compromiso deportivo. 

Después de que el entrenador español Francisco Olmos, así como uno de sus elementos, Israel Gutiérrez, denunciaron en redes sociales que la selección estaba sola, sin dinero y con las manos atadas, durante el fin de semana del 13 y del 14 de febrero se armó un equipo sobre las rodillas, en el que se puso a la cabeza al exjugador Omar Quintero y horas más tarde se anunció la inesperada participación de Ayón.

Sin entrenar y sin cumplir con los protocolos covid que se exigen, la propia Fiba toleró la participación de la selección de México en esas condiciones, cuando equipos como Puerto Rico –sede del evento–, Estados Unidos y Bahamas cumplieron con llegar 14 días antes de las competencias para pasar las pruebas y estar confinados en un hotel antes del arranque de los partidos.

 

Espaldarazo municipal

En entrevista con Proceso, la presidenta municipal de Cuautlancingo, Lupita Daniel, dice que aceptó entregar 125 mil pesos a la selección nacional como apoyo para cumplir con los juegos de la ventana Fiba.

La alcaldesa explica que fue a través del director del deporte de su municipio, Héctor García Bayón, como tuvo conocimiento de los apuros económicos de la selección nacional y por ello tomó la decisión de destinar parte de su presupuesto para comprar boletos de avión, pagar hospedaje y financiar las dos pruebas PCR que los jugadores tuvieron que hacerse antes de viajar a Puerto Rico.

“Les hicimos una transferencia. Nos dijeron que necesitan para el hotel y el avión. Les dimos el dinero y ya ellos sabrán cómo distribuir el recurso. Son 125 mil pesos. Quedaron en mandar evidencia de los gastos que estarán generando, porque aquí en el municipio debemos comprobar cualquier tipo de apoyo. Ya nos dijeron para qué rubros los estarán ocupando, que son los viáticos y también para hacerse las pruebas de covid. Tienen muchos gastos y por esos decidimos apoyarlos”.

Como agradecimiento, el representativo nacional de basquetbol mandó hacer los uniformes con la marca poblana Dezzo Sports y en el frente de la camiseta aparece el logotipo del municipio de Cuautlancingo.

“Independientemente de que ponga nuestro logotipo, es sólo la satisfacción de saber que estamos contribuyendo para que tengan un buen resultado”, añade la alcaldesa.

 

El equipo exprés

Los 12 jugadores que aceptaron representar a México en el bomberazo de Puerto Rico son: Gustavo Ayón, Édgar Garibay, Gabriel Girón, Irwin Ávalos, Jonathan Machado, José Estrada, Omar de Haro, Marco Ramos, Fabián Jaimes, Kohl Meyer, Idris Alvarado y Alejandro Reyna. 

Ninguno de ellos cumplió debidamente el protocolo anticovid para la tercera y última ventana clasificatoria al torneo AmeriCup 2022, pues de acuerdo con el comité organizador tenían que haberse realizado una prueba ocho días antes del primer partido (el del viernes 19).

A la Fiba tampoco le importó el incumplimiento. Al organismo internacional lo que le interesaba era la presencia de México, porque los derechos de televisión ya estaban comprometidos.

Para los juegos de la ventana de Indianápolis –donde México venció a Puerto Rico y después perdió con Estados Unidos–, la Conade pagó los vuelos nacionales e internacionales de los jugadores, el hospedaje y alimentación.

Por su parte, la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) se hizo cargo de todo el protocolo covid, la sanitización de las camionetas donde se transportaron los seleccionados, el gimnasio, los uniformes y los salarios del equipo de trabajo encargado de la logística.

Todo esto con la promesa de que la Conade le reembolsaría el dinero, lo cual no ocurrió. La directora Ana Gabriela Guevara ni siquiera dio la cara y sólo mandó decir que no hay dinero ni para saldar la deuda ni para financiar el viaje a Puerto Rico, de ahí que la LNBP no quiso aportar más dinero ni formar parte de este desastre. Tampoco permitió que el coach Paco Olmos, entrenador del equipo Fuerza Regia, participara. Por esa razón Modesto Robledo embarcó en el compromiso a Omar Quintero.


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