- Mientras el Gobierno Federal llamaba a los mexicanos a no acaparar tanques de oxígeno y regresarlos para salvar vidas de pacientes graves por covid-19, la Oficina de la Presidencia tenía su propia reserva, como una medida de prevención durante el invierno
EMEEQUIS/Óscar Balderas
Mientras miles de mexicanos hacían largas filas para obtener un tanque de oxígeno para salvar a sus familiares graves por el covid-19, Presidencia de la República almacenó 11 tanques como reserva para el despacho del mandatario Andrés Manuel López Obrador.
EMEEQUIS revisó la base de datos de objetos que posee el Gobierno Federal y encontró que el año pasado –ya durante la pandemia– la Dirección de Bienes Muebles de la Oficina de la Presidencia de la República adquirió varios tipos de tanques de oxígeno.
Esos tanques de oxígeno se mantuvieron a la mano de la oficina del presidente durante el otoño e invierno de 2020 y hasta, al menos, el 14 de enero de este año, cuando la base de datos fue actualizada por última vez.
Es decir, que esos 11 tanques fueron guardados durante la peor ola de la pandemia, cuando el oxígeno se había vuelto un producto vital y limitado al que sólo una minoría podía acceder debido a su escasez.
Fue tanta la insuficiencia de oxígeno a finales de 2020 y principios de 2021 que el gobierno federal pidió a la gente que estaba acaparando tanques de oxígeno que los devolvieran para salvar la vida de quienes tenían familiares que buscaban desesperadamente algún equipo médico que ayudara a sus pulmones dañados por el virus.
“Se están acaparando los tanques de oxígeno. Si miles de decenas de familias acaparan tanques, desde luego que se acaba la cantidad de tanques disponibles. Cada familia, cada persona, que tenga un tanque de oxígeno, que no lo necesite en ese momento, le está quitando días, horas y minutos a otra persona”, dijo el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell en enero de este año.
Tanques con cargo al erario
La Oficina de la Presidencia de la República adquirió tres tipos de tanques de oxígeno en su poder: seis de ellos son marca Oxivida, comprados a un precio de 3 mil 435 pesos cada uno.
Esos tanques cuentan con un cilindro portátil tipo “C”, están hechos de aluminio y su capacidad va de 248 litros a 2 mil libras, además de que tienen un manómetro y un flujómetro regulador universal.
Además, el Gobierno Federal se adueñó de tres tanques tipo “D”, también de aluminio, de 420 litros, que incluyen un vaso, cánula, regulador y un carrito transportador, con código de identificación I090000422.
Y finalmente, compró dos tanques portátiles de oxígeno con capacidad de 680 litros, con una cánula de oxígeno de dos metros y un vaso humidificador. Ambos tienen número de inventario 02-I090000192-55667 y 02-I090000192-55668, respectivamente.
La Oficina de la Presidencia de la República no ha hecho público si alguno de sus 11 tanques de oxígeno que tenían como previsión fueron usados después del 24 de enero, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dio positivo a la prueba PCR de Covid-19.
Tras conocerse que el titular del Poder Ejecutivo había contraído el virus, las redes sociales reaccionaron con comentarios de buenos y malos deseos. Los más críticos se preguntaban si el presidente también deambularía por hospitales, clínicas y negocios privados en busca de los anhelados tanques de oxígeno.
Nadie de su equipo hizo público que el presidente contaba con su propia reserva dentro de Palacio Nacional, donde se atendió durante toda su convalecencia, sin requerir ser trasladado hasta un hospital, según dijo días después el subsecretario Hugo López-Gatell.
Devuelve tu tanque… o mejor no
La acaparación de los tanques de oxígeno provocó una escasez en el mercado que elevó el precio de estos insumos médicos hasta el triple del costo usual, impidiendo a familias de escasos recursos salvar las vidas de sus seres queridos.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) denunció que una carga de oxígeno que en noviembre y diciembre costaba unos 250 pesos, a principios de año tenía un precio de 690 pesos en promedio.
“Un tanque de 680 litros de 2 mil 800 pesos (puede costar) hasta en 18 mil pesos y los concentradores de 11 mil pesos se venden hasta en 60 mil pesos”, informó la ANPEC en un comunicado a principios de año.
La situación se volvió tan grave que el 19 de enero de este año –cinco días después de que la Oficina de la Presidencia de la República registró en su inventario los 11 tanques de oxígeno presidenciales– el Gobierno Federal lanzó la campaña “Devuelve tu tanque por amor a la vida” con dos etiquetas en redes sociales, #DevuelveTuTanque y #PorAmorALaVida.
“La pandemia de Covid-19 ha provocado un incremento exponencial en la demanda por tanques de oxígeno, al tiempo que se ha detectado que muchas personas están conservando los tanques aunque ya no los necesiten, a manera de previsión. Sin embargo, con ello se está privando a otros pacientes que lo requieren en el momento y no pueden acceder a uno”, informó la Procuraduría Federal del Consumidor en un comunicado alojado en el sitio oficial Gob.mx.
La acaparación provoca al crimen organizado
El acaparamiento del oxígeno no sólo provocó muertes de pacientes que, ante la saturación de los hospitales, debieron regresar a sus casas sin atención médica y con la oxigenación desplomándose hora tras horas.
También creó un mercado negro en el que participaron estafadores que montaban páginas web falsas en las cuales ofertaban inexistentes tanques de oxígeno y hasta motivó la participación del crimen organizado, de acuerdo con un análisis hecho en la Secretaría de Gobernación.
“Hemos tenido denuncias inclusive de tanques oxígeno, pues fake (falsas), del mercado negro, porque sí hemos tenido un problema muy serio. Incluso ya la delincuencia está metida”, dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante una de las conferencias mañaneras en las que tomó el lugar del presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras se recuperaba del covid-19.
Apenas el 11 de febrero, la Fiscalía del Estado de México recuperó un lote de siete tanques de oxígeno, reguladores de presión, concentradores de oxígeno, cánulas nasales, humidificadores y bidones de agua estéril con reporte de robo en un domicilio en el municipio de Tecámac.
Los ladrones son presuntos integrantes de una banda dedicada al robo de combustible –huachicol– que ante la alta demanda de tanques de oxígeno y su acaparamiento decidieron migrar de objetivos. Su intención era revender ese material médico en Internet a familiares angustiados dispuestos a pagar lo que fuera por darle una oportunidad a un ser querido.
La crisis del oxígeno también ha dado oportunidades a los políticos: el 9 de febrero, el senador perredista Miguel Ángel Mancera propuso crear un nuevo tipo penal en la Ley General de Salud para castigar hasta con 15 años de prisión a quien robe tanques de oxígeno o vacunas durante una emergencia sanitaria.
Hasta el momento, la Oficina de la Presidencia de la República no ha informado si los 11 tanques de oxígeno a la mano del despacho presidencial siguen como previsión por si el mandatario Andrés Manuel López Obrador sufre una reinfección por covid-19.
@oscarbalmen