- No tuvo la efectividad que se esperaba: Issea
- Tiene una buena respuesta, pero no la suficiente como para confiar en ella como una salida a la pandemia, aclara secretario de Salud
Luego de que el año pasado la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) avaló el uso del plasma convaleciente de pacientes covid-19 como un tratamiento especial para quienes estuvieran graves, este 10 de febrero el director del Instituto de Servicios de Salud de Aguascalientes, Miguel Ángel Piza Jiménez, indicó que aunque han tenido algunos buenos resultados usando este tratamiento, la realidad es que no fue lo esperado. El plasma convaleciente no puede verse como una salida para controlar la pandemia.
“La respuesta no fue la que se esperaba, sí funcionó, pero no como lo esperábamos, y creo que ese es un análisis no nada más de Aguascalientes, es a nivel mundial y a nivel nacional. Todos, cuando empezamos a ver el manejo del plasma lo veíamos como una muy buena alternativa y, quizás, la que nos iba a dar una salida más rápida de la pandemia, pero, conforme se fueron dando los resultados en todo el mundo y en todo el país pues nos dimos cuenta que no, no es el 100% efectiva”, explicó el galeno.
También fue enfático en que si bien este, en su momento, prometedor tratamiento, no es la panacea a la crisis de salud causada por el SARS-CoV-2, en algunas ocasiones sí se dieron buenos resultados.
Piza Jiménez aclaró que, con las observaciones y los resultados que ya tienen, el plasma convaleciente sí se seguirá usando, no obstante, dado que no funcionó como se pensaba que lo haría, no será el primer tratamiento a considerar en un paciente grave. “Por lo tanto sigue siendo una opción, pero no definitiva o de primer orden”, concluyó.
Particularmente, en Aguascalientes se tenía cierta confianza en este tratamiento e incluso se insistió durante meses para que la Cofepris diera el aval al Issea para su uso en los hospitales del estado, luego de que se consiguió esa anuencia los nosocomios comenzaron a aplicarlo, sin embargo, después de unos meses de diagnóstico, lo que en algún momento generó esperanzas, ahora sólo es un tratamiento más de los distintos que existen para que la enfermedad no se agrave.