En días pasados, mientras todos estábamos preocupados por la crisis de comunicación derivada de la salud del presidente de la República y por el desastre en la gestión de las vacunas, se dieron a conocer los resultados de la economía durante 2020 y las perspectivas para este 2021 a los que debemos prestar atención porque se trata finalmente de la economía de usted y su familia.
Estos datos son el resultado del trabajo de millones de personas que invierten y trabajan en nuestro país, así como de la administración que hace el gobierno sobre los recursos que recauda al cobrarnos impuestos. También son el reflejo de las políticas implementadas en diversos ámbitos directos o indirectos relacionados con la economía, muchas de las cuales se cocinan en el Congreso y por supuesto que también suma o resta a estos números el clima de confianza o desconfianza que estas políticas generan en los ciudadanos y los inversionistas nacionales y extranjeros, a lo que por supuesto abonan de manera positiva o negativa los gobernantes con sus declaraciones o actitudes cotidianas.
De esta forma, las cifras económicas expresan la realidad del presente por sobre los deseos o discursos demagógicos de los políticos y es el Instituto Nacional de Geografía (Inegi) e Informática el responsable de recabarlos, procesarlos e informarlos para que con esa información podamos tomar decisiones y evaluar nuestra situación presente y futura.
Lo primero que dieron a conocer fueron los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 elaborado por el Inegi. ¿Recuerda que usted le abrió la puerta de su casa al personal de ese Instituto y participó facilitando la información que le pidieron? Pues resulta que somos 126 millones 014 mil 24 habitantes en México, de los cuales, 1.2 millones son extranjeros, un 51% son mujeres y los jóvenes de 29 años de edad son el grupo mayoritario. Somos una nación que tiene la mayor parte de su población en edad de trabajar lo que es positivo. La población está creciendo a menor ritmo que antes 1.2%, por lo tanto ahora hay menos niños y más personas en edad avanzada, lo que significa que las políticas públicas para evitar embarazos no deseados y el sistema de salud no funcionaban tan mal como suele decir López Obrador toda vez que ha aumentado la edad promedio de mortalidad. Toda esta información conlleva a tomar decisiones de política económica, salud, empleo y pensiones, por ejemplo.
El censo deja ver también que durante la última década hubo una mejora en la calidad de vida de las personas, se ha incrementado la cantidad de viviendas, mejores pisos, mayor disponibilidad de agua y drenaje, equipamiento de los hogares como refrigeradores y lavadoras, así como en el acceso a tecnología celular, internet y computadoras por ejemplo. Estos datos desmienten el discurso diario de López Obrador en contra de los gobiernos anteriores, en contra de la política neoliberal y de los que erróneamente llama conservadores.
Otro dato importante que recibimos del Inegi es el relativo al ritmo de crecimiento económico. En 2020, México tuvo una caída de -8.5% con relación a 2019, el primer año de la gestión de López Obrador en el que nuestro país también había dejado de crecer -0.1% aún sin ningún efecto negativo exterior, solamente por las malas decisiones de gobierno y la desconfianza que generó el presidente durante ese año inhibiendo las inversiones y creación de empleos. La economía con los gobiernos neoliberales había venido creciendo de manera sostenida desde 2009, es decir los últimos 10 años antes de que AMLO tomara la administración. El resultado de 2020 es el peor desde 1932.
Puede argumentarse que la pandemia por el coronavirus provocó esta crisis y sería parcialmente cierto si hubiéramos crecido en 2019, pero no fue así. La crisis ya había sido generada y solamente se agravó porque este gobierno federal no metió recursos como muchos del mundo, para salvar negocios y empleos, lo que hubiera provocado que la caída fuera menor. El Instituto Internacional de Finanzas del FMI reportó que México fue junto con Uganda, los países que menos porcentaje del PIB destinaron para apoyar los negocios y hogares. Menos del 1% del PIB mientras que Alemania destinó el 40%. No por nada Ángela Merkel será despedida como una de las menores cancilleres federales de esa nación en la historia. Según el INEGI un 94% de las empresas no recibió ningún apoyo del gobierno federal. De hecho, han sido los estados y municipios los que han cargado con la responsabilidad que el presidente simplemente no quiso tomar, otra clara muestra de que gobierna para su popularidad, no para México.
Por esa falta de apoyo del gobierno, muchos negocios tuvieron que cerrar definitivamente. López Obrador confundido por su ignorancia dijo que no “rescataría” empresas como en el pasado, que si quebraban era culpa de los empresarios. Como si todos los restaurantes, cafeterías, bares o antros fueran una gran empresa, como si todas las tiendas de ropa fueran como los grandes almacenes, como si todos los hoteles fueran una cadena internacional, como si estuvieran quebrando por irresponsables o corruptos. Esa decisión de política económica hoy se refleja en desempleo, deudas y en ese -8.5% histórico que recordaremos siempre que se hable de López Obrador.
El Fondo Monetario Internacional mejoró la semana pasada previsión de crecimiento económico para México. Espera que la recuperación sea de 4.1%, aunque analistas del Banco de México la estiman en 3.74%. Las decisiones de política económica que se tomen a lo largo del año y los resultados de las elecciones por supuesto influirán en ese resultado. Si la ciudadanía le quita el control de la Cámara de Diputados a morena y sus partidos aliados PT, PVEM y otros nuevos, entonces podría mejorar la economía. Un crecimiento de 4% sería realmente un resultado todavía negativo si consideramos que la caída en 2020 fue de un -8.5%, estaríamos todavía un -4.5% por debajo del nivel de 2019 que ya de por sí era negativo -0.1%, y un -6,8% del nivel en que terminó el crecimiento económico del último sexenio neoliberal con todo y su corrupción.
En 2021 veremos como la ventaja de las naciones que hayan invertido más en apuntalar la economía a través de subsidios y apoyos a empresas (no rescates como dice AMLO) y los que hayan logrado avanzar más rápidamente con su proceso de vacunación contra covid-19 comenzarán a repuntar de mejor manera en su economía, mientras que países como México que van tan rezagados empezarán a retomar el ritmo de crecimiento mucho después. El FMI estima que hasta 2026 regresaremos a crecer como lo hicimos durante el llamado periodo neoliberal, mucho más tiempo si morena gana las elecciones futuras.
¿Los motivos? Por ejemplo las iniciativas de reforma a la Ley del Banco de México y a la Ley de la Industria Eléctrica, que nos regresan al México de los años setenta que nos llevaron a devaluaciones y altos índices de inflación, así como la intención de desaparecer organismos que brindan a los ciudadanos transparencia en la actuación del gobierno como el INAI. Muy grave se ve el futuro de la economía de las familias si continúa la política económica de retorno al pasado que no funcionó y que tanto admira López Obrador.