Se hizo pública la iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del estado de Aguascalientes correspondiente al 2010 y ahí, como si fuera un asunto menor, se incluyó un recorte al total destinado a la institución de educación superior más importante por historia, impacto en todos los sectores de la población regional y posibilidades de futuro, la cual, como usted seguramente habrá concluido, no es otra que nuestra Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Con la desfachatez acostumbrada, en el boletín 4778 del gobierno
estatal se consigna que “la austeridad, responsabilidad y eficiencia se
mantendrá (sic) en el ejercicio presupuestal de 2010”. En el documento
de marras también se da cuenta que según el secretario de Finanzas,
Pablo Giacinti Olavarrieta “el Paquete Económico propuesto responde a
la realidad actual del país y por tanto, considera una reducción en el
gasto del 6 por ciento en todas las dependencias, no así en las áreas
estratégicas como son la seguridad pública, desarrollo económico,
educación y salud”.
Aún cuando ya se ha comprobado que los olmos no dan peras, sería
conveniente que tanto el titular del ejecutivo local, Luis Armando
Reynoso Femat como su secretario de Finanzas Giacinti Olavarrieta
tuvieran un momento de profunda serenidad y reflexionaran preguntándose
uno al otro lo siguiente: a) ¿Es responsable recortar en 6% el
presupuesto de la UAA?, b) ¿la realidad actual del país requiere que se
disminuyan los recursos destinados a la educación superior?, c)¿es la
UAA una “dependencia” del gobierno estatal o en cambio, como todo mundo
sabe, es una institución AUTÓNOMA, que por ley se sostiene en su
función pública con recursos de la misma naturaleza, pero sin responder
a dictados o caprichos políticos, ya que se rige por una Ley Orgánica
que la dota de su propio gobierno?
El ejercicio lo podrían completar de la siguiente manera: Oye Pablo
¿es nuestra imaginación o la mayoría de los aguascalentenses (algo así
como el 99.99%) tiene un poco distorsionada su percepción de la
realidad y piensan que la UAA se dedica a la cuestión educativa? Porque
yo estoy convencido que es algo así como una cosa rara en la que quién
sabe qué cosas harán, pero educación no.
La realidad es que este es el mundo al revés. No importa para el
Ejecutivo estatal que nuestra Universidad haya recibido sendos
reconocimientos por ser una de tres instituciones en el país que
acreditó ante rigurosos comités evaluadores estándares de excelencia;
no importa que tanto la Asociación Nacional de Instituciones de
Educación Superior (ANUIES) como la propia Secretaría de Educación
Pública estén otorgando premios a la calidad de nuestra Universidad. No
importa para ellos que miles de egresados sean los que hoy en día
soportan la mayoría de las tareas de responsabilidad que dan viabilidad
a Aguascalientes. Tampoco que en los últimos años nuestra Universidad
haya crecido en términos de planta física como pocas veces en su
historia a pesar de la escasez de los recursos. No es relevante que en
fechas recientes se haya ampliado de manera más que evidente la oferta
de difusión de la cultura y se tenga una relación directa con la
sociedad en general con esfuerzos tales como el Centro Cultural
Universitario y su Museo Nacional de la Muerte, tan sólo por citar un
ejemplo. Para ellos lo prioritario es realizar “reingeniería” en los
montos que creen se otorgan por contentillo. No se dan cuenta que la
Universidad, -a diferencia de lo que se hace en el gobierno-, no está
sujeta a ocurrencias en sus tareas, sino que es permanente la
planeación a mediano y largo plazo, por lo que sus trabajos en cuestión
de docencia, investigación, difusión, extensión y todo aquello que da
forma a la comunidad educativa universitaria, como la ampliación de la
oferta a nuevos alumnos o la propia contratación de personal académico
y administrativo no pueden modificarse sin impactar en la vida de miles
de seres humanos.
El gobierno del estado de Aguascalientes pretende creer que le es
posible tratar a la Universidad como una institución de baja categoría.
Están absolutamente equivocados. En primer lugar por razones jurídicas.
El artículo 35 de la Ley Orgánica reformado por el Congreso del Estado
en 2007 establece en su párrafo segundo que El subsidio ordinario anual
que otorgue a la Universidad el Gobierno del Estado de Aguascalientes
será del veinticinco por ciento del presupuesto ordinario aprobado por
el Consejo Universitario para el mismo ejercicio. Si los funcionarios
responsables de redactar la propuesta de Ley de Ingreso y Presupuesto
de Egresos se apegaran al principio de legalidad que significa
básicamente que los organismos públicos están obligados a actuar
únicamente dentro del marco que la ley expresamente les faculta, no
hubieran creído que su “reingeniería” de pacotilla es posible.
El artículo Segundo de los transitorios aprobados hace dos años
establece además que el incremento sería anual, por lo que en 2008 el
porcentaje del subsidio fue de 19%, en 2009 de 21%, y en 2010, no
importando lo que a personaje alguno se le ocurra, el porcentaje de
presupuesto estatal respecto de lo aprobado por el Consejo
Universitario será del 23%. Nada más, pero nada menos.
En segundo lugar, más allá de las muestras de excelencia que están a
la vista de toda la sociedad, nuestra Universidad no está sola. Si
alguien pretendiera seguir con este juego ocioso de violación a la Ley,
todos, incluyendo trabajadores y autoridades, profesores, alumnos y sus
familias, todos estaríamos dispuestos a defenderla. El rector Urzúa
Macías ha hecho pública la postura institucional de rechazo al
maniqueísmo político. Ante el embate, si la sinrazón persistiera,
haremos patente la fuerza de la UAA de forma directa.
