¡Conciudadanos de Aguascalientes! (*)
México atraviesa un momento crucial en su desarrollo democrático. Hoy, como nunca antes, los ciudadanos de a pie, los que viven honradamente de su trabajo cotidiano y los jóvenes que estudiamos y nos preparamos para el futuro, tenemos en nuestra manos la oportunidad de hacer nacer un México nuevo.
Hoy marchamos para expresar nuestra opinión de manera pacífica, sin ceder a la tentación de la violencia que tanto daño nos está causando. Deseamos un México en paz para hoy y también para las generaciones venideras.
No expresamos la opinión de, ni hemos sido adoctrinados por ningún partido político, pues consideramos que los ciudadanos necesitamos formas de representación distintas de las actuales, que muestran ya evidencias claras de agotamiento y desgaste irreversibles.
Prueba de ello es lo que estamos atestiguando durante el presente proceso electoral.
Para todos es evidente que existe un acuerdo tácito entre los poderes fácticos de este país, y muy particularmente por un sector muy influyente de los medios de comunicación masiva, para imponernos un candidato con argumentos falaces que no podemos ni debemos admitir.
Esta maniobra de manipulación de una magnitud sin precedentes, cuidadosamente planeada durante largo tiempo a espaldas de la ciudadanía, es cada vez más clara y opresiva, con la presencia constante de una imagen sin sustento ideológico propio que se nos presenta como el líder providencial que habrá de sacar a México de su postración actual.
No nos dejemos engañar. Su mensaje repetido hasta el hartazgo, es el mismo que en su día expresaron aquellos políticos que, con la más grave responsabilidad nacional, sumieron a México en una espiral de crisis económicas que destruyeron los sueños y las posibilidades de progreso de millones de mexicanos.
Los ciudadanos de hoy no somos los mismos de entonces. Aunque con lentitud, México avanza hacia el establecimiento de una ciudadanía cada vez más consciente y participativa.
Hoy, es ya un gran acontecimiento que en Aguascalientes hayamos podido marchar para expresar de una manera pacífica, ordenada y clara nuestro sentir y nuestro repudio a todo intento de manipular la opinión pública y la intención de voto de los aguascalentenses.
Hoy es el día en el que los jóvenes podemos demostrar que somos ciudadanos dignos, capaces de expresar con libertad nuestras opiniones y reflexiones. Que, sin renunciar a la alegría propia de la juventud, sabemos acudir al llamado de este México que clama desde cada uno de sus puntos cardinales una democracia plena que vaya mucho más allá del día de las elecciones.
La participación decidida y permanente de los ciudadanos en la vida social nos exige a todos el esfuerzo de abandonar las cómodas posiciones de siempre para poner nuestro grano de arena en la construcción del México del mañana. No podemos perder más tiempo. El futuro empieza hoy.
Queremos también informarles que actos como éste están ocurriendo y seguirán realizándose durante los días siguientes en numerosas ciudades del país. Los ciudadanos de Aguascalientes no se han quedado atrás en este esfuerzo nacional, apartidista y pacífico en pro de un México libre de toda manipulación. Este uso indebido del inmenso poder de los medios de comunicación es una forma más de la corrupción que hoy carcome el tejido social.
¡Basta ya, alcemos la voz! Hagámoslo así, con claridad, pacíficamente y sin temor.
Aguascalentenses, ¡no nos dejemos manipular! ¡Reflexionemos nuestro voto! Hagamos respetar el derecho que nos asiste y que está consagrado en nuestra Carta Magna.
¡Por unas elecciones limpias, ejerzamos un voto razonado y libre!
(*) Texto leído al pie de la Exedra al llegar la Marcha Anti Peña Nieto a la Plaza de Armas