En 15 días. Ese es el tiempo en el que presumiblemente el PRI tendría definido el proceso de selección de candidato a la gubernatura. Aún no se tiene ni siquiera “medio definido” el procedimiento, pero está claro qué le conviene a quién.
Aunque no lo aceptó abiertamente, Lorena Martínez, ex diputada y aspirante al cargo de candidata a gobernador, ayer, en el programa hermano de este diario “En voz alta” aceptó que el procedimiento ideal sería la elección por delegados. Sin lugar a duda esta selección es la que más le conviene a ella, por tener control de una muy buena parte del partido.
Martínez expuso que en caso de que la selección se haga de forma abierta a la militancia y a la ciudadanía se corren riesgos de fracturas internas porque manos ajenas al partido pueden verse tentadas a interferir y aunque no lo dijo con todas sus palabras se refirió a un bloque anterior de preguntas y respuestas hechas en el programa, en el que se le cuestionó si veía que el gobernador del estado, Luis Armando Reynoso estaba interfiriendo en el proceso interno del PRI.
Aunque parezca una perogrullada escribirlo, pero para completar la idea hay que hacerlo. Sobra decir que el proceso de selección que le conviene a otro de los aspirantes, Carlos Lozano, actual senador de la república, sería el método abierto a la militancia y a la ciudadanía, por aquello que las “fuerzas vivas” del palacio mayor pudieran empezar a operar a su favor.
Y si a Lozano le conviene llevar la elección a las calles, al otro que también le favorecería ese escenario es al alcalde de la capital, Gabriel Arellano, que también cuenta con “fuerzas vivas” en el aparato burocrático municipal que pudieran dar una pelea en las urnas.
Ello, pese a que para la dirigencia priísta lo ideal sería que el candidato fuera uno de “unidad” (forma eufemística que sería un dedazo o si bien le va al remedo de concepto democrático que tenemos, un volado). El tricolor está esperando llegar hasta el último momento para elegir a su candidato, por allá por el lejano mes de febrero, en su última semana.
Y lo que hace unos meses era presumido como uno de los programas más exitosos de educación artística no sólo en Aguascalientes sino en el país, resulta que para las autoridades de un día para otro ya no fue así. Veamos lo que opinaban nuestras autoridades del ProArte en febrero de este año:
“CONFERENCIA Y VISITA DE LUCINDA JIMÉNEZ: “PROARTE TIENE LA GRAN VIRTUD DE LA CONTINUIDAD”.
El Instituto Cultural de Aguascalientes recibió el martes y el miércoles la visita de una de las personalidades más destacadas, en México y en Latinoamérica, dentro del campo de la educación artística para ofrecer una conferencia sobre la educación artística y visitar varias de las escuelas en las que se imparte el programa de PROARTE”, se lee en la entrada del boletín que cierra “También destacó, especialmente, la importancia que tiene el hecho de que Aguascalientes sea la única entidad en la que un programa de educación artística se haya mantenido ya a lo largo de nueve años. Eso es de admirar y digno de ser imitado por otros estados del país”.
Pues era digno, porque las autoridades ocho meses después lo consideraron indigno y bajo el argumento de que los profesores habían tenido un mal desempeño en sus funciones, fueron despedidos. Aunque el argumento parece poco válido, pues más bien, considerando la situación por la que atraviesa el gobierno estatal con su “especie de paros técnicos”, resulta más convincente la explicación que los corrieron por falta de dinero.
Si es así, cómo estarán lamentando en el ICA que el FIADE haya decidido darle 10 millones de pesos a Diego Luna para rodar su película y tomarse sus “chelas” en Aguascalientes, en lugar de que se viera la forma de mantener estas plazas de trabajo.
Y hablando de la película “Abel”, resulta que músicos de la OSA, se han quejado de que además de la “especie de paros técnicos” ya les tocó, ahora también se están aventando el “sound track” de la dichosa película del hiipie neoliberal (y al que si lo sacan del papel que mejor sabe hacer, es decir, interpretándose a sí mismo, como en la película “Y tú mamá también”, sin duda, su mejor actuación) sin recibir ni un penique extra.
Y si antes fueron los del PVEM, ahora los de Convergencia aventaron el rumor de que el ex alcalde y aspirante a la candidatura para gobernador del estado, Martín Orozco esta coqueteándoles previendo que no será el ungido por el panismo local. Aseguran los convergentes que Orozco ya entabló pláticas con ellos y que la fórmula sería Martín a gobernador y Enrique Estrada (ex diputado local y ex empleado de la SSP, sí, en el gobierno reynosista) para alcalde.
El rumor de Convergencia extraña a esta columna, porque el viernes pasado, Orozco encabezó una reunión con varios “mosquistas” (¿o ex mosquistas?) como Audómaro Alba Padilla, José de Jesús Muñoz, delegado de la Secretaría de economía en el estado y Gustavo Baez, contralor municipal en el periodo del “Mosco” el ex funcionario del gabinete de Reynoso y ex delegado del Instituto nacional de migración, Enrique Franco y su hija, delegada de la Semarnat, Carmen Lucía Franco; el diputado local, Jaime Gallo Camacho; el delegado del INAH, Alejandro Lozano y el ex presidente de Canaco, Juan Manuel Romo.
P.D. Esta columna toma nota de la reacción irritada del senador Carlos Lozano a las preguntas de nuestro compañero Mauricio Navarro por el origen de su financiamiento, y sus declaraciones en torno a que “sus amigos de los medios” lo ayudan de buena voluntad. (Igualito que “ayudaron” las televisoras al Partido Verde, a Demetrio Sodi y a demás paladines de la democracia)
Lozano demanda que seamos los propios medios los que “transparentemos” los gastos de los aspirantes. Tiene nuestra respuesta positiva. Esperamos que fije fecha y condiciones para que informemos de ello a la sociedad.
P.D. 2 La información que proporcionó ayer Armando Jiménez San Vicente, en ocasión de la Feria del Financiamiento que organizó Sedec es más positiva que las cuentas alegres que luego difunde su secretaría. Cuando encabeza eventos de ese tipo, el secretario recobra lo que aprendió en sus horas de aula. Por ejemplo, recordó a los usuarios de tarjetas de crédito, que someterse a los llamados “pagos mínimos” los puede llevar a prolongar sus deudas hasta por 70 años. La educación financiera también construye ciudadanía.
