- Partículas de dioxinas inferiores a 2.5 micras las que más preocupan
- Peligros desaparecen con adecuado control de las cámaras de combustión
La doctora en ciencias Elsa Marcela Ramírez López, profesora e investigadora del Departamento de Ingeniería Bioquímica, del Centro de Ciencias Básicas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, explica cómo los crematorios pueden o no perjudicar la salud de las personas que viven alrededor de estos, luego de las quejas ciudadanas respecto a la cercanía que viven de este tipo de instalaciones.
Destacó que, según un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana en el 2018, Unidad Azcapotzalco, sobre los crematorios y las partículas que emiten, señalan que se tratan de concentraciones elevadas por arriba de lo que marca la norma, al tratarse finalmente de una incineración y al no existir un tratamiento posterior para las mismas, quedan obviamente en la atmósfera, más si no se realizan bajo los estándares necesarios.
Si bien esta situación de uso excesivo de los crematorios es una situación que impera en todo el mundo, no sólo en Aguascalientes, es necesario analizar el color del humo pues depende de ello se puede hablar de una adecuada o inadecuada combustión.
Aunque el desprendimiento del humo de los crematorios representa partículas de todos los tamaños, son las inferiores a 2.5 micras las que más preocupan, al ser tan pequeñitas que pueden llegar a la parte interior del tracto respiratorio al igual que sucedería con un virus.
Con base a estudios realizados en Estados Unidos, Canadá y Europa, se encontró que con base a las condiciones en las que esté operando el crematorio se pueden generar compuestos como son las dioxinas, aunque pueden desaparecer si los controles de las cámaras de combustión son los adecuados, es decir, si las temperaturas son las convenientes esos componentes peligroso al ser altamente cancerígenos, no van hacia la atmósfera con una buena incineración, más cuando la quema se trata de otros elementos además de los orgánicos como son plásticos, telas y metales.
La investigadora expuso que al tener algunos cuerpos tratamiento de amalgamas por caries, esto significa que hay existencia de mercurio, que, si bien no son inhalables, al dispersarse las partículas pueden sedimentarse en ríos, arroyos o cualquier superficie de agua y perjudicar la vida acuática.
Además, el perjuicio mayor o menor dependerá del número de cremaciones por día al no permitirse más de seis por cámara, así como del tipo de incinerador del que se trate, pues mientras algunos incineradores cuentan con dos cámaras pueden llevarse entre 1.2 y 1.5 horas.
Lo que es un hecho es que en estos momentos prescindir de un servicio como el de las incineradoras resulta muy complejo al ser el tratamiento recomendado para los cuerpos de enfermos de Covid-19, se convirtió en un servicio prioritario al ser difícil que se cancelen estos lugares o de la noche a la mañana se construyan nuevos más alejados de la ciudad dado los costos que esto representa.
Ramírez López observó que cualquier sistema de tratamiento biológico representa un impacto ambiental en mayor o menor medida y a todos nos afecta si resulta que los crematorios no funcionan conforme a la norma, pues finalmente todos inhalamos esas partículas: “La ventaja ahorita es que todos usamos el cubrebocas, aunque estas, las comunes, no nos protegen de las partículas más finas, aunque filtran algunas otras, a menos de que se usen los N95”.
La también académica dijo desconocer qué fue primero, si el huevo o la gallina, al destacar que si bien existe una norma que delimita el número de metros de distancia de los crematorios de las viviendas, lo cierto es que el crecimiento de la mancha urbana pudo acabar rodeándolos o se autorizó su construcción a pesar de los fraccionamientos existentes, aunque cualquiera que sea el caso, para ello existen autoridades que regulen esta situación, las cuales no están haciendo su trabajo.
Para la doctora en ciencia lo cierto es, ante las quejas de la ciudadanía, es conocer qué van a hacer ahora las autoridades, dado que no exime a ninguno de los tres órdenes de gobierno de responsabilidad, y los quejosos merecen una respuesta.