Entre gritos y escándalos, Morena ya tiene 14 de 15 candidaturas

Llueven acusaciones de imposición, fraude y falta de credibilidad en las encuestas, pero a Morena ya sólo le falta definir a quién postulará para San Luis Potosí. La oposición apenas calienta motores.

Luego de los conflictivos procesos de selección, Morena arranca el año con candidatos definidos para 14 de las 15 gubernaturas que se disputarán el 6 de junio. Sólo resta San Luis Potosí, donde podría definirse este fin de semana.

En nueve de los 14 estados la definición de los candidatos morenistas dejó grietas de complicada cicatrización, que se manifestaron en denuncias contra las encuestas de popularidad a través de las cuales fueron electos; acusaciones de corrupción entre candidatos, cartas de repudio al proceso, señalamientos de intervención del gobierno federal, amagos de ruptura, toma de oficinas partidistas, gritos de fraude y hasta enfrentamientos a golpes.

Donde la disputa por las candidaturas a gobernador apenas está calentando motores es en la alianza Va por México, que tiene el reto de conciliar las posturas de los tres partidos integrantes, PRI, PAN y PRD.

La senadora del PRI, Claudia Anaya, será quien compita por Zacatecas. Se espera que haya candidaturas comunes para 11 de los 15 estados.

El año electoral ya está en marcha.

PERFILES

En las postulaciones morenistas destacan perfiles de catadura caciquil y personajes polémicos. Entre los primeros están Layda Sansores, que busca restaurar el cacicazgo que su padre, Carlos Sansores, en Campeche.

En Zacatecas va David Monreal, segundo al mando del cacicazgo encabezado por el patriarca de Fresnillo, Ricardo Moreal Ávila, líder morenista en el Senado.

Algunos de los personajes polémicos son:

-Félix Salgado Macedonio, quien contenderá por Guerrero, y al cual se le vincula con la familia de José Luis Abarca, exalcalde igualteco ahora en prisión por su participación en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014.

-Miguel Ángel Navarro Quintero, quien peleará por Nayarit, y cuyos vínculos con el exfiscal de esa entidad, Edgar Veytia, han sido reiteradamente denunciados. Veytia, preso en Estados Unidos, encabezaba una estructura criminal dentro del gobierno del priísta Roberto Sandoval.

-Alfonso Durazo en Sonora, quien es seriamente cuestionado por su fracaso en el combate al crimen como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que maquilla con triunfalismo respecto de su desempeño. Pero sobre todo por las extrañas circunstancias de la liberación de Ovidio Guzmán, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, en 2019.

-Y de hecho David Monreal cae en ambos casilleros (cacicazgos y personajes polémicos), pues en 2009 fueron incautadas en una bodega de su propiedad más de 15 toneladas de marihuana que se procesaban y pesaban en ese sitio de Fresnillo.

De los 14 candidatos, sólo seis son mujeres: Indira Vizcaíno, para Colima; Marina del Pilar Ávila, para Baja California; Clara Luz Flores, Nuevo León; Lorena Cuéllar, en Tlaxcala; Celia Maya, para Querétaro, y la ya mencionada Layda Sansores, para Campeche.

Aunque la candidatura en San Luis Potosí, según advirtió la dirigencia estatal morenista, está reservada para otra mujer.

El resto de los nominados son: Juan Carlos Loera, para Chihuahua; Raúl Morón, para Michoacán; Rubén Rocha, Sinaloa, y Víctor Castro para Baja California Sur.

Problemas de familia

José Narro Céspedes, quien aspiraba a la nominación para el gobierno de Zacatecas, señaló en sus redes sociales que las encuestas de popularidad utilizadas para designar candidatos estaban marcadas por irregularidades y que no había sido un proceso transparente.

Tras el anuncio de la nominación de David Monreal, este salió de la sede nacional morenista, en la Ciudad de México, entre gritos de “corrupto” y “fraude”. Finalmente, un grupo de inconformes golpeó a una cuadrilla de monrealistas.

En Nuevo León, Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo, fue señalada de advenediza por sus adversarios, que la acusaban de haber abandonado al PRI, en febrero de 2020, sólo para buscar la nominación a la gubernatura. Un grupo de morenistas se inconformó con la dirigencia estatal.

Cruz Pérez Cuéllar, quien aspiraba a ser nominado a la gubernatura de Chihuahua, desconoció los resultados de la encuesta que dio la candidatura a Juan Carlos Loera. Pérez Cuéllar sugirió que el proceso era una simulación. Dijo que se definieron candidatos con “encuestas cuchareadas” desde el gobierno federal, y concretamente a través del coordinador general de Programas para el Desarrollo de la Secretaría del Bienestar, Gabriel García Hernández.

A contrapelo de las encuestas, Félix Salgado Macedonio arrebató la candidatura al gobierno de Guerrero al superdelegado en ese estado, Pablo Amílcar Sandoval, hermano de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública.

Según versiones de prensa, Salgado Macedonio dijo, al frente de un grupo de sus simpatizantes y en presencia de Mario Delgado: “¡Si no soy yo, les voy a hacer un desmadre!”.

En Colima, la precandidata y diputada Claudia Yáñez acusó la imposición de Irma Vizcaíno como candidata de Morena al gobierno de la entidad a través de acuerdos oscuros y cupulares. Acto seguido renunció a su militancia.

Dulce Silva Hernández, esposa del coordinador general de Política y Gobierno del gabinete obradorista (César Yáñez) y aspirante a la gubernatura de Tlaxcala, aseguró que hubo “engaño” en el método de selección y que la candidatura de Lorena Cuéllar era resultado de “negociaciones cupulares”.

En Michoacán, varios de los aspirantes tomaron las oficinas del partido para condenar el proceso de selección e impedir “imposiciones” del centro. Una de las precandidatas inconformes, María de la Luz Núñez Ramos, advirtió que no permitirían una imposición “porque Cristobal Arias Solís y los alcaldes Morelia, Raúl Morón, y Víctor Báez, de Pátzcuaro, llevan meses en campaña con gastos millonarios que seguramente salieron de las arcas públicas”. Las encuestas se decidieron finalmente por Morón.

El proceso de selección del candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa tuvo que desarrollar una “segunda vuelta” en las encuestas por inconformidades presentadas por los aspirantes. Finalmente fue nominado Rubén Rocha.

En San Luis Potosí, donde aún no hay candidato, la delegada del comité nacional de Morena en esa entidad, Margarita Valdéz, admitió que en el morenismo potosino “hay problemas como en cualquier familia” por la nominación.

Arrancaron con el problema del PVEM, capturado por la familia Gallo en ese estado, que peleaba llevar mano en la candidatura ante una eventual alianza de ecologistas y morenistas. Han quedado fuera los verdes. Pero la pelea morenista aún no se resuelve.

Los 14