-Me vas a ayudar o sólo me vas a criticar- me espetó mamá cuando me reí e hice una mueca de conejo recién castrado cuando me dijo que sería ser gobernadora del estado. Sus ansias por llegar a la máxima magistratura de la entidad no me causaban más risa que un poco de náusea y desencanto al conocer a otra mujer que me figuré diferente a aquella que me dio biberón de leche caliente y procesada con miel artificial y que me parecía una mujer perfecta.
-Es fácil- me explicó: es cuestión que atiendas las señales que te manda el viento, la voz del dinero y los signos del partido. Para empezar, la campaña no la vas a pagar tú, el dinero saldrá del mismo gobierno que amamanta a los partidos a chorros de leche verde. Además es una inversión, no le vas a echar bueno al malo y, supón que no gane, pues ya le di vuelo a la hilacha y de cualquier manera beneficié a mucha gente y, de alguna manera, eso también beneficiará a mi familia. Si no es nomás por el sueldo, es por todo lo que hay alrededor.
-¡Andale chiquita, qué interesada! No das paso sin guarache- dijo mi tía Meche.
-Ni digas nada, pinche enana, que a ti también te tocaría de refilón. Hasta le puedo dar chamba a tu hijo huevos tiernos y a su esposa o, ya de perdida, le puedo conseguir que entre a la Uni a la carrera que quiera. Desde la campaña pueden andar conmigo y ya si gano, cuando menos una secretaría de algo les puedo dar. Si nosotros también somos pueblo, ¿o no? ¿No sería lo mismo si gana una vieja rica y se hace más rica con toda la bola de cabrones que la van a seguir? ¿Entonces por qué me critican nada más a mí que estoy bien fregada?
-¿Y quién te coordinaría la campaña? ¿Y quién la cuidaría del enjambre de lambiscones y aretes de la política? –le dije para que no pensara que sus especulaciones me daban flojera.
Mamá insistió -Mira, ya le he dado varias vueltas. Ya sé que le tendría que meter dinero, que podría ser lo del seguro del retiro que juntó tu papá y que no lo he tocado. Además, el partido pues también tendría que meterle, claro si quieren algo, porque ya saben que a mí conocen todos los maestros y maestras, todos los directores, todo el sindicato y en varias colonias. No seré Juanito, pero un buen susto sí les meto. No soy tonta, yo sé que mucho es cuestión de dinero y de cómo me manejen la campaña. Ahí está esa Lorena Martínez que le mete y mete dinero a su dizque trabajo, nomás para figurar y aparecer por donde quiera, porque ahora el PRI sí ve la buena, que va ganando terreno y entonces se despiertan los apetitos y la voracidad de todo mundo. Como esa Lorena, que nomás para un informe de labores se trajo a montón de diputados y directivos de su partido, nomás imagínate cuánto se habrá gastado y ese dinero dónde lo hallas, de dónde salió, ¿a poco crees que de su bolsa? Y luego todos esos espectaculares grandotes que se ven en las calles nada más que para decirnos que anda muy preocupada por el pueblo ¿A poco todavía nos chupamos el dedo hasta el codo? Si de lo que se trata en política es de aparentar, lo que digan los medios, no lo que digan los hechos.
Tía Meche la hacía de abogado del diablo: -Sí, lo que quieras chiquita, pero ¿quién te invitará a inaugurar obras, quién te abrirá los periódicos, quién te tomará fotografías saliendo del teatro, a quién le vas a posar besando a tus hijos, quiénes te invitarán a sus informes, dónde aparecerás con el gober y todo eso?
Yo mejor me puse a entretenerme con los comerciales del periódico local, pues noticias y artículos casi no traía. Los periódicos ya no sirven para leer lo que pasa en la región pero nunca será sustituido por internet, así que diario lo compramos porque no queremos que los periquitos del amor se caguen en la bandeja de su jaula. Sabía que la necia de mamá tenía algo de razón pero no estaba dispuesto a pasar vergüenzas en la calle, así que mejor le aparentaba un sostenido desgano y desinterés por sus locuras en la candidatura a gobernadora, aunque no era mala idea. En los tiempos de la equidad de género, ¿quién iba a ver mal que una señora entrada en años, canosa de pelo pintado de rojo cobre menos la raíz, maestra de mil generaciones y abuela de más de tres se postulara para gobernadora? Podía presumir que mantuvo ocho hijos y que sabe de educación, que batalló con la quincena y entonces sabe de economía, que nunca fue feliz pero nunca se divorció, así que sabe de moralidad, que le gusta el día de campo y entonces conoce de ecología, que sabe hacer de comer y combinar platillos y por ende entenderá de procesos físicos y químicos, que estuvo en el hospital durante tres meses hasta que murió papá y conoce todos los temas de salud pública, que nos lavaba las calcetas de futbol llenas de lodo y sabrá de esparcimiento y deportes, que lloró cuando vio una película de Fellini y una vez quiso leer El Quijote por eso entiende la producción cultural, en fin.
Mamá marcó la tregua –Nada les gusta. No estén jodiendo, mejor prendan la tele para ver mi programa de Paty Chapoy.