Exani para candidatos - LJA Aguascalientes
15/11/2024

El artículo 35 de la Constitución Política de nuestro país permite la condición de elegibilidad de los mexicanos, de votar y de ser sujetos, de ocupar puestos de elección popular, de ser servidores públicos. Como prácticamente la mayoría de los preceptos constitucionales, el articulado necesita de una reglamentación específica para hacerlo efectivo, en este caso será la codificación electoral lo que le dé carnita al esqueleto de este derecho. Algunos partidos se ponen estrictos en sus criterios de selección de candidatos; otros mamilas; otros lo diluyen con el mismo pragmatismo y técnica con que podemos chopear una concha en el chocolate; pero ninguno ha incorporado un escrutinio más allá de ciertas reglas de conveniencia.

Mire usté, por ejemplo, los partidos han buscando que primeramente los candidatos salgan de las estructuras partidarias porque eso garantiza que han mamado los principios, reglamentos y modus vivendi y operandi de la organización política que le servirá de catapulta. El candidato, al menos por el tiempo de campaña, respirará, comerá, comulgará, sufrirá y se hará la circuncisión que le pide su partido; si se presenta alguna diferencia, ésta no será suficiente para romper con su partido, sino para un ajuste, a menos que calcule que puede ganar en otro bando. En suma, se establecerá una relación de mutua aceptación, de coordinación, de tolerancia, de aceptación e incluso empollará huevos ajenos que le mete el partido con tal de consolidar una estructura de apoyo y cohesionar suficientemente a los agremiados y simpatizantes para los momentos cruciales.

El partido, por su parte, pedirá de manera expresa o tácita que el candidato ennoblezca a la organización política, que equilibre el crecimiento de la popularidad de su imagen con la del partido (una figura que lo rebase corre siempre el riesgo de poder cortar el cordón umbilical que le ata a su partido. Siempre será mejor tener gallos enanos). Pero lo más rico e importante: un partido le pide a sus candidatos que permitan el flujo de la sangre partidaria a los puestos que se generarían en la campaña y sobre todo, una vez llegados a los espacios donde huele a pan recién horneado de poder, de dinero y aromáticas oportunidades laborales. ¡Ummmm, qué rica relación se establece cuando se gana, pues el cordón umbilical que une al partido y al candidato se ensancha, aumenta el flujo de ida y vuelta y la mamá y el niño se engordan mutuamente con leche y miel que salen de los puestos públicos!

El asunto es que no hemos podido transitar hacia esquemas democráticos en sentido más amplio que los discursos severos y agrestes y  de las mugres votaciones de un día. Si bien es indispensable que la sociedad participe de manera muy activa en cada proyecto que quiere impulsar el distrito, el municipio, el estado o el país, un buen paso podría darse con la división de responsabilidades y con la selección de candidatos. ¿Por qué los ciudadanos tenemos que recordarle eternamente a los servidores públicos que hagan su trabajo con esmero ético, orden programático, eficiencia técnica y que disfruten de ello? ¿Por qué no empezar con una evaluación a los precandidatos para hacer un buen cernidor de babosos bien acomodados?

No se trata de modificar la normas legales ni mucho menos de actos de escarnio público, aunque hacer públicos los resultados podría permitirlo, jeje. Bastará con una examen oral o escrito; presencial o en línea; de opción múltiple, de preguntas abiertas o a manera de ensayo; público o privado; con calculadora o sin ella; con cursos previos o sin los mismos, pero la idea es que los precandidatos que pretendan realizar funciones públicas sepan dónde fregados están parados, los límites de la tierra que pisan, que nos digan que conocen con detalle ciertos elementos fundamentales para el puesto que pretenden ocupar y que nos comprueben que manejan ciertas herramientas que les serán muy útiles para el ejercicio del cargo, nada más, como cualquier otro puesto.

Un Exani para precandidatos no incluiría preguntas personales ni descontextualizadas, no cuestionará si fumó marihuana, si se masturbó en secundaria con una foto de Farraw Fawcett o de Mel Gibson, tampoco si omitió citas en su tesis, supondremos que no es bígamo, no importa de qué religión es o no es, creeremos que no hurtó un solo peso al erario público, ni se preguntará cuál es la capital de Eritrea, pensaremos que no metió a su cuñado a trabajar en gobierno,… sólo queremos que conteste un cuestionario sobre la geografía del estado, situación demográfica, condiciones ecológicas específicas, temas selectos de derecho, problemas de equidad de género y derechos humanos, economía regional, planeación y algo de filosofía antropológica y ética. No se trata de evidenciar a nadie ni de un nuevo macartismo contra los mensos, sino de una elemental sensibilidad democrática.


Show Full Content
Previous Espectáculo y realidad
Next Por resolverse, situación de construcciones permanentes alrededor de la presa Calles
Close

NEXT STORY

Close

Vicepresidente de manufactura de Nissan ofrece conferencia magistral “Liderazgo y competitividad”

04/10/2013
Close