A principios de diciembre de 2020, en la pequeña localidad de Mol, en Bélgica, la gente que trabaja en una casa de retiro decidió organizar un evento para animar a las personas mayores que viven ahí. Para ello, el hijo de uno de los residentes se disfrazó de Santa Claus y visitó este lugar. Lamentablemente, después se registró un brote de COVID-19 que ha dado como resultado decenas de contagios y varias muertes en el lugar.
La persona que se disfrazó dio positivo a la enfermedad luego de hacerse la prueba, ya que presentó síntomas posterior al evento, por lo que todo apunta que esa fue la razón del brote que se presentó en esta residencia geriátrica. Al momento, más de 150 personas dieron positivo al virus y 18 perdieron la vida.
Las autoridades locales comentaron que la organización de este festejo fue irresponsable y no se les consultó al respecto, pues las actividades que involucran personas mayores están completamente restringidas. Bélgica es uno de los países del mundo más afectados por la epidemia, ya que gran parte de su población se ha contagiado del virus.