Querido Niño Dios, ya casi es Navidad y aunque estoy trabajando en casa de carrerita te escribo mi pedido.
Debo reconocer que este año sí que ha estado complicado. Ninguno de nosotros estaba preparado para todo lo que hemos vivido y visto, así que he estado pensando, muy seriamente, que es lo que sería mejor pedirte.
Con pandemia o sin pandemia, debemos reconocer que nuestro presidente va de mal a mil veces peor; digo, sabemos que el poder cambia a las personas, mucho, es como un veneno que los envilece y en lugar de tener el toque del Rey Midas tienen el de la corrupción o gandallismo pero con este Presidente en particular creo que es mucho peor. No se como lo vean ustedes desde allá arriba, sobre todo porque él es muy devoto de su creencia, sin olvidar esa parte en que alucina con ser el salvador de México.
Por todas las barbaridades que vemos, oímos y por como se nota que se acaba las reservas económicas del país, Niño Dios para mi presidente te pido, para empezar, un buen par de anteojos, pues el pobre no ve bien la realidad y quizá por eso ve, lo que nadie más, y complica todo pues su realidad es borrosa, entonces, si sus anteojos tienen la graduación adecuada se dará cuenta de las burradas que está haciendo y sobre todo el cómo sus encuestas están estratégicamente manipuladas para que siga cegatón.
Como el que vea la realidad le puede caer mal también te pido para mi presi un antídoto contra la corrupción, lo sé es más difícil de conseguir la vacuna del covid pero es urgente. El pobre, como creció políticamente en el seno de la corrupción, no se ha dado cuenta que está como Stich (el personaje de Lilo & Stich) de los pies hasta su copete cano lleno de corrupción por lo que es importantísimo el curarlo inmediatamente, antes de que desaparezcan más fondos y lleguemos a un punto donde la economía de todos colapse irremediablemente.
El pobre también necesita una cura contra la avaricia, pero me conformo con tan solo las dos primeras peticiones, porfa.
Sin lugar a dudas, López-Gatell también necesita una intervención, su plus es la elocuencia, es asombroso el cómo resuelve todas las preguntas sin titubear, palidecer o pestañear, pero como amigo y colaborador del presi puede también estar contagiado de poder así que para el te pido Niño Dios, si es posible, el que tenga una pesadilla como lo que narra Un cuento de Navidad de Charles Dickens en modalidad covid, naturalmente, donde pueda vivir el sufrimiento de quienes padecen directamente la pandemia, enfermos, cuerpo médico y familiares, para que sus recomendaciones como científico sea a favor de la salud de los mexicanos y no como desinterés de la política de la nueva transformación. Con empatía seguramente podría influenciar directamente al presidente y cambiar el rumbo del covid en México.
En los que esperamos los cambios de estas peticiones mi querido Niño Dios los mexicanos necesitamos disciplina, mira si el 25 de diciembre respetamos todos con un poquito de disciplina el covid puede comenzar a bajar pues ¡por fin! podremos llevar a la práctica el no saludar de mano, no abrazaremos a personas con quienes no convivimos en casa, nos lavaremos las manos ¡usaremos mascarillas! y nos quedaremos en casa.
La disciplina no únicamente nos servirá para salir de la pandemia sino también para mejorar otros aspectos importantes, como nuestro nivel educativo, de organización y económico. La disciplina es mucho más valiosa que el oro, pero no nos percatamos de ello hasta que tenemos una situación como esta y podemos voltear a ver a países como China o Japón.
Ya aquí en corto, para nuestras pymes te pido apoyo del gobierno estatal, que a nuevas empresas se les de algún tipo de sostén con menos tramitología y mayor apertura. Más empresas hubieran bajado sus cortinas, obedeciendo la orden, si el estímulo hubiese sido sólo “cerrar” para recibir el apoyo, sin tanta tramitología o convocatorias sesgadas.
Los cierres de las empresas cuando estamos en semáforo rojo hubieran sido mayores y más concienzudo si de alguna manera hubiesen dependido del apoyo general a las micro y pequeñas empresas, en un “si no cierras no hay apoyo” en lugar de hacer convocatorias sesgadas para otorgarlos y al final tener pocas empresas favorecidas.
No olvides al personal de salud, te pido que continúen sanos y con ganas de continuar, sin ellos no podríamos tener el apoyo médico suficiente para llevar esta pandemia a su fin, cuídalos tu, porque nosotros sólo los saturamos de trabajo.
Por lo demás, sólo pedirte que el 2021 sea más sencillo y no tan complejo en todos los niveles. La presión de la pandemia mucho tiempo ha borrado nuestras sonrisas y necesitamos estabilidad política y social para sentirnos mejor con nosotros mismos y seguir en casa por convicción, tranquilos y con la mayor alegría posible.
Querido Niño Dios no nos dejes carbón bajo el árbol, por favor, mira que hemos hecho el intento de seguir lo más que podemos las medidas sanitarias y sobre todo de salir lo menos posible a la calle, aunque nos regañen en la mañanera.
Mañana es Noche Buena y pasado Navidad así que espero no sea muy tarde para poner mi carta en el nacimiento para que un poco de lo que te pido se cumpla.
Y bueno, querido Niño Dios, si por ahí hay espacio para otra petición, para mi no te pido nada pero para México un nuevo presidente.
Laus Deo
@paulanajber