La lluvia en la ciudad - LJA Aguascalientes
22/11/2024

La lluvia, cuando ocurre, cambia el ambiente de la ciudad. Las calles brillan con mayor intensidad. La Exedra, ahora llamada Plaza Patria, se limpia de impurezas. El barrio de Guadalupe y el del Encino adquieren rango de espiritualidad; el Jardín de San Marcos se esponja de verde  y las colonias de la periferia citadina adquieren un paisaje semirural. Cuando llueve se agudizan nuestros sentidos, sobre todo los de la vista y el olfato. Cuando llueve la ciudad cambia tanto que parece otra, una hermana gemela de Aguascalientes.          

Cuando llueve los autos invariablemente se ensucian. Cuando llueve mucho las calles se inundan y en López Mateos reaparece el río. La lluvia reduce la oferta de taxis libres, nos hace ver de cara al cielo, sacar la ropa de temporada y los paraguas.

Cuando llueve las citas se retrasan o cambia las excusas de los retardos que generalmente son producto de la impuntualidad. La lluvia abundante desaloja las calles por momentos, lava los ojos y confunde las lágrimas con agua simple.

La lluvia refresca el ambiente, le da vida al verde de la vegetación, nutre la tierra y revela el aroma de la tierra húmeda. La lluvia activa las remembranzas. Me recuerda, por ejemplo, el olor del elote recién cosido cuando era preparado con chile en polvo y con limón. La lluvia genera esperanzas. Cuando llueve mucho pongo a prueba la calidad de mis zapatos, acelero el paso.

Pero no llueve y la humedad se cambia por otra cosa. No llueve y en cambio se imponen como amenaza los cielos de nubes blancas y negras que desaparecen con el viento. No llueve. Así es que pido a todos los dioses que han sido concebidos como deidades rectoras que llueva,  o aunque sea que llovizne.

Pido a Cristo, Alá y a Buda; pido a Tláloc y Coatlicue, a Júpiter, a Illapa, dios de la lluvia entre los Incas y cuya sombra se encuentra en la Vía Láctea; pido al  dios Cocijo de la lluvia Zapoteca y los del paraíso Maya, un lugar ameno donde corre leche y miel. Les pido a todos que dejen caer al menos 250 mm de lluvia, para dejar de ser desierto.


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