Feministas, activistas gays, pachecos, rojillos renegados del perderé, “oenegeros”, intelectuales de izquierda, seguidores de Gilberto Rincón y Patricia Mercado… la mayoría de ellos abandonó el barco socialdemócrata antes de que se hundiera. No bastó promover la legalización de las drogas ni la interrupción legal del embarazo para conservar el registro este pasado 5 de julio. La campaña del PSD fue intensa, principalmente en internet, pero cuando no hay congruencia o las promesas son artificiales no se ganan adeptos.
El Partido Alternativa surgió como un instituto que intentó aglutinar a ciertas agrupaciones de lucha campesina, pero la mezcla nunca cuajó. Se sumó para cumplir la cuota del IFE, pero nunca hubo integración. Por más aparente apertura de una y otra parte el divisionismo era evidente, eran “los campes” contra “los socialdemócratas”. Este último adjetivo sería honroso, pero en voz de los agraristas y otras fuerzas de izquierda rancia, era sinónimo de jotos, lesbianas y esas “mujeres que no se dedican a lo suyo”.
Fue precisamente Patricia Mercado quien con el antecedente de México Posible y el empuje que le dio la agrupación política nacional “Diversa” consolidó el experimento de hacer política de otra forma, donde se buscaba evitar los cotos de poder de los partidos de siempre, con una estructura más horizontal y una plataforma parlamentarista. La intención era incidir en las políticas públicas, ayudar a la construcción de ciudadanía y no recurrir a los usos y costumbres para alcanzar el poder: no alianzas, no clientelismos, no negociaciones por debajo de la mesa.
La primera apuesta no falló. Con más entusiasmo que recursos, Patricia –nunca le gustó que le dijéramos Paty- logró el conservar con su candidatura presidencial el registro del PASC. Lo que pocos saben es que sus giras proselitistas se financiaron con su American Express y la buena voluntad de muchos, incluso la venta de un Rivera o un Siqueiros –no me acuerdo- que donó una escritora, acción que por cierto nunca le perdonó Carlos Monsiváis, además del distanciamiento por lo que consideró una campaña que le restaría votos al PRD y reduciría la “oportunidad histórica” de que ganara El Peje.
Muy pocos conocen que para lograr entrar a los medios, se tuvieron prácticamente que hipotecar las prerrogativas de uno o más años con Televisa, pues la mochada era de millones –que no había- y tras arduas negociaciones con los ejecutivos del cuarto poder fáctico, permitieron que la fuerza política representada con una mano extendida –o paloma en la visión de otros- existiera informativamente hablando. Aquí en Aguascalientes sólo pudimos entrar en la difusora estatal por tiempos oficiales, pues “si no hay pautado no hay entrevistas” nos dijeron sin excepción, pues todavía no reformaban el Cofipe.
Pero como el poder corrompe, el sucesor de la candidata que empeñó su “palabra de mujer” en la presidencia del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, Alberto Begné, empezó a destruir el concepto original. Empezó la marginación de “los patricios”, se negociaron coaliciones en los estados y se convocó a la elección de los comités estatales, en francas condiciones de desigualdad. Con dinero del Comité Federado los “campes” de todo el país -incluyendo Aguascalientes- compraron votos con despensas y dieron al traste con aquello del “partido diferente”. Como francamente la mayoría de los intelectuales, los integrantes del sector de la diversidad sexual y los fresitas de izquierda no teníamos experiencia en ratones locos, carruseles y mapaches, nos llevó la peinada ante las estrategias de ex cardenistas, paracaidistas y mercenarios financiados por otras fuerzas políticas.
Claro que fue interesante la experiencia. Al menos yo me divertí mucho cuando los hijos de ex líderes sociales venidos a burgueses trataban de implementar un war room, volantear o convencer a la gente común. Desafortunadamente hay un gran abismo entre los “estudiados” y la gente de a pie. Pero las propuestas caían en terreno fértil en las universidades, con las mujeres, con gays y lesbianas, entre las personas con discapacidad, con los indígenas. Tan es cierto que se movió el panorama político, que se legisló sobre las nuevas formas familiares en Coahuila y en el DF, donde también se aprobó el aborto. Vamos, hasta Calderón adoptó algunas de las líneas argumentales (Por cierto, los actuales guaruras del presidente son los que resguardaban a Patricia y le prestaban efectivo de su sueldo del Estado Mayor).
Un dato para quienes aún dudan de que Aguascalientes es un terreno fértil para ideas no conservadoras: Nuestro estado alcanzó la más alta votación para Alternativa en 2006, casi 6%. ¿Por qué no se refrendó? Ya no está Paty Market –como le apodó Adal Ramones-, faltaron propuestas que le llegaran a los chavos y con gente como Refugio Reyes ni se diga, acusado de intento de violación.
¿Qué partido le dará cabida ahora a los socialdemócratas? n
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