- Los malgastos en programas sociales ineficientes y a los que se les continua invirtiendo dinero público están “en la antesala de la corrupción”
- Si un programa no está dando los resultados esperados y se le sigue inyectando capital, podría hablarse de uso indebido de los recursos
Que los gobiernos sigan invirtiendo en programas para el bienestar y desarrollo social que no están dando los resultados esperados y que contrario a beneficiar sólo están generando gastos a las arcas públicas, podría interpretarse como un acto previo a la corrupción, señaló el maestro Miguel Manrique Betanzos, director Jurídico del Instituto Nacional de Ciencias Penales, así como del Centro de Denuncia y Atención Ciudadana (Cedac) y especialista en políticas anticorrupción.
Ante uno de los cuestionamientos realizados en la conferencia que impartió a través de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción (Sesea) sobre Corrupción y derechos fundamentales¸ en torno a la ineficiencia de programas públicos gubernamentales, el maestro Manrique Betanzos respondió que “sin duda hay corrupción” pues la intención de cualquier programa es cumplir los objetivos para el bienestar social, y si este no está siendo cumplido por distintos factores, podría hablarse de un mal uso de recurso.
“Parte de la intención de estos programas es que en realidad se cumpla el objetivo para el cual habrán sido diseñados. Entonces, si pensamos, y regreso nuevamente a la definición del diccionario de lo que es corrupción, pues sí, es digamos utilizar, vaya, es una subutilización; una utilización indebida de los recursos”, abundó Manrique Betanzos.
Agregó que si no hay una correcta consecución de objetivos y metas a través de programas sociales que represente un verdadero beneficio “pues entonces, en realidad, ¿qué es lo que estamos haciendo? ¿Cuál es la intención de continuar con ese programa social? Un programa social que está probando su ineficiencia, sí, sin duda, podríamos hablar de que estamos en la antesala de la corrupción”.
Es aquí donde la evaluación de políticas públicas se vuelve indispensable para un estado, ya que con estas se puede observar si realmente el programa que se diseñó está funcionando de la manera en la que fue previsto, de no ser así, con la evaluación se hacen sugerencias de cambios para que éste no esté sólo representando un gasto a la sociedad y en verdad brinde el beneficio esperado.