- Los reclamos de los legisladores surtieron efecto: los casi 3 millones de pesos que gastó la Cámara de Diputados para comprar 510 teléfonos Samsung Galaxy salieron de una partida alterna a su dieta mensual.
EMEEQUIS
Los 510 teléfonos Samsung Galaxy A21s que se entregaron a los diputados en septiembre pasado para emitir su voto a distancia durante la pandemia no fueron pagados con el salario de los legisladores, como lo anunció la Cámara de Diputados, sino a través de una partida destinada a gastos legislativos.
Y es que luego del revuelo que se hizo con la noticia de que en San Lázaro se estaban repartiendo celulares recién comprados a los legisladores, la Cámara salió a pedir que no cundiera el pánico a través del boletín 4034. Ahí se decía que el costo de esos inocentes teléfonos iba a ser descontado de la dieta de los 500 diputados.
El área administrativa de la Cámara –encabezada en la Secretaría General por Graciela Báez Ricárdez, cercana a Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y a Mario Delgado, excoordinador de bancada de Morena y actual presidente de Morena– explicó que estos teléfonos con un costo individual de 5 mil 699 pesos les serían descontados durante los próximos cuatro meses, de mil 400 pesos en mil 400 pesos, hasta cubrir el monto total.
Hubo quejas. El diputado Carlos Elhier Cinta, del Partido Acción Nacional, envió una carta a Báez Ricardez, expresando su inconformidad por haber hecho un gasto “innecesario” para la compra de dispositivos móviles para las votaciones, haciendo énfasis en que esos recursos debieron destinarse al apoyo de material médico o de sistemas de cómputo para los niños más vulnerables, que han visto obstaculizado su aprendizaje por la brecha tecnológica.
“Agradecería se me informe el proceso para hacer la devolución del equipo facilitado”, escribió.
Un pellizco a la partida
También hubo mentes suspicaces que comenzaron a sospechar que esos teléfonos podrían haber sido entregados con fines mucho más turbios, pues encontraron que tenían instalado el software Kaspersky Endpoint Secu –prohibido por el gobierno de Estados Unidos desde 2017, porque se sospechaba que era utilizado para espionaje–. La Cámara rechazó esta visión.
Entre todo eso, a la hora de la hora, nada. El pago de los teléfonos no salió del salario de los legisladores, sino de una pequeña partida con la que cuentan para poder ejercer su labor, no a su salario.
Resulta que los 74 mil 548 pesos de dieta mensual para las y los legisladores, está intacto. En cambio, aprovecharon la partida de “asistencia legislativa”, conformada por 45 mil 786 pesos mensuales, para descontar de ahí el gasto de los teléfonos.
La partida de asistencia legislativa es el recurso económico que reciben los legisladores para el desempeño de sus funciones llevadas a cabo en su distrito o circunscripción, según los Lineamientos para regular la entrega, destino y comprobación de los apoyos económicos para legisladores que entró en vigor a partir del 1 de mayo de 2019.
Estos recursos pueden ser utilizados en consultorías y asesorías, proyectos de investigación, eventos de naturaleza legislativa, reproducción gráfica de documentos, consumibles y repuestos de oficina, servicios de cafetería, adquisición de libros y material didáctico, capacitación, estadías y traslados para el legislador y sus colaboradores, así como para otorgar ayuda económica al personal de apoyo en el distrito o circunscripción, sin que esto implique una relación laboral.
Esta partida mes con mes se traduce en un gasto mensual de 37 millones de pesos, esto quiere decir que los diputados gastan año con año casi 500 millones de pesos en este rubro. Dicen en los pasillos de San Lázaro que por eso, este pequeño gastito de los teléfonos se traduce en algo nimio, insignificante para lo que facturan mes tras mes en el recinto.
Me da 510 celulares para llevar
Según publicó recientemente esta revista digital, la compra de estos teléfonos se realizó en agosto pasado, no hubo un contrato de por medio, ni licitación ni mínimo una adjudicación directa, sino que fue una compra como aquellas que uno hace individualmente. Fueron a Radiomóvil Dipsa, S.A. de C.V. (Telcel), pidieron 510 celulares para llevar y desembolsaron 2 millones 906 mil pesos.
Así, aprovechando esos beneficios ampliamente criticados y opacos de gastos dentro de San Lázaro, la promesa de descontarles estos recursos a los 500 diputados de su propio bolsillo quedó en el olvido. El plan estaba trazado desde el inicio. Según nos cuentan, aquel boletín fue un apagafuegos, una forma de detener la crítica por el gasto de casi tres millones en medio de una emergencia sanitaria. Pero detrás se sabía que aquellos pagos por los teléfonos no saldrían de los bolsillos de los legisladores. La Cámara paga.
@emeequis