Uno de los nuestros. Yo le creo. Él no nos va a fallar. Eso es lo que reflejan las encuestas de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador. El #AMLOTrackingPoll de Consulta Mitofsky muestra que el líder de la Cuarta Transformación, de abril 2019 a octubre de este año, sólo en una ocasión (abril 2020) ha estado por debajo del 50 por ciento. Millones lo aman y eso le basta a López Obrador.
De acuerdo con Roy Campos, el ejercicio de Consulta Mitofsky es una “medición digital de la función pública”, es difícil aceptar esta idea, cuando menos en lo que se refiere al presidente, otros estudios lo que muestran es que la gente califica muy alto a la persona, no su desempeño, quieren y creen a López Obrador, no evalúan las acciones de gobierno, no el manejo de la pandemia o el encubrimiento de los actos de corrupción de miembros de la Cuarta Transformación o el ataque constante al que somete a quienes no piensan igual que él.
El pueblo quiere a López Obrador, lo siente suyo y considera que lo representa, y eso no lo acaba de entender la oposición, que errada se comporta de acuerdo a los escenarios que el presidente establece, si agrupa a sus adversarios en un bloque opositor, de inmediato salen grupos a declararse miembros del BOA, si augura que en las elecciones los conservadores buscarán alianzas para atacar su proyecto de transformación y su persona, Acción Nacional promueve alianzas electorales a lo largo de todo el país.
La estrategia del PAN ya inició, en varias entidades federativas anuncian que irán en alianza electoral con los partidos Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática. Nada hace más feliz al presidente, la conformación de esos bloques le da la oportunidad de apoyar a Morena.
La semana pasada el Instituto Nacional Electoral resolvió algunas medidas cautelares para que el presidente no interviniera en el proceso electoral, ya que sus declaraciones en contra de la alianza opositora, consideró el INE vulneran la equidad y la imparcialidad del proceso. López Obrador ya contestó que seguirá declarando lo que quiera haciéndose la víctima. En su conferencia matutina, antes de reconocer cómo sus declaraciones pueden afectar las elecciones, el presidente eligió presentar sus opiniones como una defensa:
“Yo creo que yo tengo el derecho de expresarme, es el derecho de manifestación; más, cuando se trata de ir en contra del proyecto que represento, inclusive, en contra de mi persona.
“Y no estoy inventando nada, ellos mismos sostienen que es contra mí y es evidente que por eso es que se están agrupando, se están aliando. Entonces, yo creo que sí tengo la libertad y la debo de ejercer para aclarar, argumentar y replicar.
“Ahora, si me dicen que ya no debo decir nada, aunque me estén atacando, pues nada más que lo fundamenten y ya entonces me quedaría callado, estoicamente aguantando los ataques; pero considero que eso no es equitativo, que sería injusto, que sería quitarme mi libertad.”
López Obrador ha dicho que a necio no le gana nadie, se equivocó, la oposición al seguir el dictado de la voluntad presidencial y convertirlo en el enemigo a vencer, se obstina en dejar sin opciones al electorado que no está de acuerdo con la imposición de la mayoría.
Coda. “Es una escuela muy cara la de la experiencia. Sin embargo, los necios no aprenderán en ninguna otra”, dicen que dijo Benjamin Franklin, de ser así, la derrota de las alianzas en contra de López Obrador será la carísima graduación de los opositores necios.
@aldan