Dicta una máxima de la vida: “Como te ves me vi y como me ves te verás”.
Actualmente, los adultos mayores representan un grupo social cada día más numeroso, ello debido a la disminución de los índices de mortandad y a la mejora en la calidad de vida de la población.
Se calcula que para el 2020 se triplicará el número de adultos mayores que actualmente se registran dentro del país, y con ello futuros problemas que, de no atenderse en estos momentos, más adelante serán insuperables.
Son muchas las necesidades que aquejan a este sector social, entre ellas la falta de atención médica especializada, la carencia de espacios adecuados para su cuidado, la exclusión y el abandono; estas últimas íntimamente relacionadas con el deterioro de valores y la transformación cultural de los miembros integrantes de una familia.
Con frecuencia sabemos de casos en los que el adulto mayor protagoniza una de las más crueles actitudes que el hombre puede adoptar: el abandono.
Es indigno y reprochable que las familias, y la sociedad en general, abandonen a una persona que, por sus características particulares, difícilmente puede hacerse valer por sí mismo; ello no quiere decir que el adulto mayor se convierta en un objeto inánime; por el contrario, son seres humanos que han luchado incansablemente a lo largo de su vida y que por naturaleza han visto en detrimento la agudeza de sus capacidades psicomotoras.
De ahí la conveniencia de estudiar, analizar y realizar programas encaminados a la atención geriátrica, con la finalidad de hacer frente a sus necesidades y apoyarlos a vivir esta etapa de una manera más reconfortante.
En la medida de que los gobernantes trabajemos en favor de este grupo social, a través de leyes y programas que otorguen acciones positivas, erradicaremos la visión de la sociedad en torno a lo que simboliza el adulto mayor y a los cuidados que deben prestarse en la vejez.
Únicamente así, mediante acciones, lograremos mayores beneficios en la atención geriátrica. Como hemos demostrado los gobiernos panistas, basta con tener un poco de sensibilidad y calidez humana para poner en marcha proyectos que beneficien a los adultos mayores; muestra de ello es el presupuesto que se otorgó este año para llevar a cabo un proyecto por el cual se da terapia física a todos los adultos mayores que se encuentran en casas hogar o asilos.
No obstante, es indispensable que cada año se proporcione mayor presupuesto para seguir acondicionando y mejorando los servicios, así como la atención médica integral, que se creen mayores espacios que beneficien a las personas mayores de sesenta años y que se aprueben en el Congreso local las iniciativas de reformas a la Ley de Salud, con la finalidad de elevar a rango de ley, es decir, que el gobierno se encargue de la atención geriátrica en el estado de Aguascalientes.
Recordemos que lo que hagamos para ellos ahora, será el ejemplo que dejaremos de cómo queremos ser tratados y atendidos el día de mañana y no olvidemos el compromiso que tenemos con nuestros padres y con las personas de la tercera edad de garantizarles una mejor calidad en la última etapa de su vida.