En las alturas de un ladrillo - LJA Aguascalientes
23/11/2024

No escribas como periodista,

lo que no puedas sostener como hombre

Francisco Zarco

 

Definitivamente no estoy a la moda. Hace unos años tuve que preguntar en mis redes sociales, particularmente en Facebook donde mis contactos llegan a los 5 mil, y luego bajan a los 4950, y así se mantienen en continua fluctuación, tuve que preguntar: ¿Qué significa la palabra “chairo” que unos y otros utilizan para ofenderse? Esto en el año 2016. Ninguna definición de las que apuntaron en mis redes, para educar mi estupidez, sirvió para mucho. Ninguna me dejó convencido, y por eso he tratado de evitar aquella palabreja en cualquiera de los más de mil textos que he publicado a manera de columnas en diversos medios de comunicación desde el 2011.

Comprendí que lo mío era la literatura y no necesitaba entender los temas en que “el pueblo tuitero” debatía. Los poemas, cuentos y novelas, me resultan más importantes. También los deportes, así como el cine de arte, soy fan de las películas de Woody Allen. Vi que lo mío era el rock, podría disfrutar mucho escuchando y leyendo acerca de Stone Sour, pero sobre todo del rock con el que yo crecí mis años de preparatoriano y universitario: Gun’s, AC/DC, Scorpions, y bandas de ese tamaño y tradición.

Yo no estoy a la moda, eso es un hecho. Y me ha costado encontrar aquello de las tendencias en redes sociales, los trending topic o temas de tendencia. Jamás pude sumarme a ellas, hasta ahora no logro comprenderlas, ni puedo darme cuenta de dónde surgen. En esas tendencias comencé a escuchar apelativos (que nunca nombres): Chumel, Callo de hacha y demás personajes infumables, y me he detenido a pensar: Por eso este país lo gobierna alguien como Andrés. Por eso un payaso da las noticias mientras manosea a la señora de pelo blanco y lentes (Marta Lamas) y ‘le permite hablar de feminismos’. ¡Las malditas incongruencias! Si el pueblo mexicano es capaz de hacer tendencia a: Chumel, Callo de hacha, Moni vidente, la estaca, el burro van rankin, kikin, Werevertumorro, Luisitocomunica, Yuya, y volverse sus seguidores, pues algo malo está pasando en la educación de nuestro país. Se ha perdido totalmente el rumbo.

Personajitos que no tienen idea de quién fue Dylan Thomas, no pueden nombrar una novela de Doris Lessing, que jamás entenderán las ideas de Mario Molina respecto a la Capa de Ozono, y no podrán saber absolutamente nada de la Teoría de Cuerdas, o de la Rama Dorada. Ay, la pobrecita educación mexicana tirada a la basura desde hace más de 30 años, desde 1988, cuando dio inicio el Salinato en el que continuamos viviendo.

Y como nunca he estado a la moda, no sé quién diablos sea Tenoch Huerta. Sólo sé que el muy cobarde aprovechó sus redes sociales para escribir sobre el excandidato presidencial Ricardo Anaya y otra persona: “Que los fusilen de espaldas y entierren boca abajo”. También sé (porque también lo leí) que le escribió a una mujer activista: “¿por qué algunas feministas insisten en demostrar que la tienen más grande que todos?”. Y entonces quise saber quién era. Esta joyita acaba de ser contratado para Disney Plus, esa marca que supone hace contenidos para toda la familia, particularmente para niños y niñas. Espero que Tenoch sea hombrecito y siga floreciendo su cultura diciéndole a los niños y niñas:


—¿Sabías que algunas feministas insisten en demostrar que la tienen más grande que todos?

Ay, pequeñísimos personajes. Se suben a un ladrillo y se marean con aquello que los tontos llaman Fama.

 


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