Es indudable que los Fenómenos naturales son determinantes en las condiciones de vida del ser humano, las consecuencias de eventos meteorológicos adversos y potenciales, conllevan una serie de problemas económicos, políticos, sociales y ambientales que se agravan considerablemente, sobre todo, cuando las lluvias esperadas en cada ciclo, por escasas que puedan ser, se retrasan, caen en cantidades menores o simplemente no llegan.
A la terrible recesión económica en curso y a la inseguridad que prevalece en México, se le sumará la inminente amenaza de una crisis alimentaria ante la peor sequía de los últimos 60 años en perjuicio directo a la agricultura.
La sequía que se vive en nuestro País, ya provocó daños por al menos 15.000 millones de pesos en la producción de granos básicos, según cifras de la Confederación Nacional Campesina (CNC); por lo que se esperan graves problemas de abasto de frijol, sorgo, maíz, soya y trigo, debido a la sequía, lo que hará subir los precios de los alimentos producidos con éstos.
En Aguascalientes el 15% de la población que vive en las zonas urbanas ha padecido crisis alimentaria, y en el sector rural el porcentaje es cercano al 75% también, significa que aún cuando estas familias utilizaran todos sus ingresos para alimentarse, no tendría posibilidad de comprar ni siquiera la mitad de los alimentos de una canasta básica. Así lo da a conocer el Consejo Nacional de Valuación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Esta Institución señala que nuestro estado supera la media nacional en este rubro, que es del 9%, por lo que la situación se agrava cuando enfrentamos los severos problemas de sequía, como el que hoy nos aqueja.
La SAGARPA externó en días pasados que Aguascalientes es la entidad más golpeada por la falta de lluvia, por lo que se han afectado más de 120 mil hectáreas de cultivos de temporal y se ha perdido ya el 45% de las cosechas, sin omitir que la Comisión Nacional del Agua reporta ya la disminución del 80% en los niveles de las presas de la región centro del país. El sector ganadero también reporta pérdidas, pues la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas ha reportado que ha perdido ya cerca de 100 mil cabezas de ganado a consecuencia de la sequía.
Por si fuera poco, en Aguascalientes destinamos el 80% del agua potable al agro, a pesar de que los productos del campo representan apenas el 3% del Producto Interno Bruto, mientras que para la industria, se destina apenas el 1.8% del agua y este sector es el generador de más del 30% del PIB. El vital recurso está mal repartido y ante estas adversidades naturales los problemas se agravan, repercutiendo principalmente en los consumidores, será más difícil acceder a los alimentos, ante su encarecimiento.
La misma SAGARAPA ha manifestado su preocupación por la crisis que se agrava con la sequía, sin embargo, el apoyo económico para enfrentarla apenas alcanzó los 600 millones de pesos, 2.5% más que el año pasado, y estos recursos fueron distribuidos en la zona de la Huasteca y parte central del país, así como en la zona de la península de Yucatán y Baja California y parte de Sonora, por lo que resultan insuficientes para la magnitud del problema, de no tomarse acciones más contundentes, la situación podría complicarse aún más. CONAGUA prevé que esta sequía se prolongue hasta la primavera del 2010 y los resultados para finales de ese año serán desastrosos para el campo y los consumidores.
Ya se empieza a sentir el alza de los precios en productos de la canasta básica, y se estima que el costo de frutas y verduras se elevará en más del 20% y de un 10% en la carne y lácteos en los próximos días.
Estamos sumidos en una recesión económica que provocó una caída del 10% en el último trimestre. Y según proyecciones de las Naciones Unidas entre los países analizados, uno de los que mostraron un mayor porcentaje de población que entrará en la pobreza como resultado de las sequías extremas es México, con un 18%, lo que significa poco más de 1.8 millones de pobres más por esta causa.